sábado, 3 de noviembre de 2018

UN TEMOR ANTES DE...


Ni en mármol o escribiéndolas en letras de oro, millones de ciudadanos nos indigestan las promesas electorales populistas.

Pero ya elegidos por mayorías, estos gobernantes nos convencen a grosso modo, que este país no tiene arreglo. Sobre todo, arreglo para los más pobres.

Y quienes hablan sin demagogia, sino con sinceridad y con un alto grado de conocimiento administrativo público probado, esos pocos que no prometen el cielo y la tierra, a estos candidatos, el resto de los ciudadanos, que son las mayorías, los ignoran y los ven inconvenientes comparándolos con los discursos tradicionales del gremio del populismo.

En campaña el actual mandatario manifestó enfáticamente reparos por ir en contravía de la clase popular la presentación y luego la aprobación de la represiva Reforma Fiscal del anterior gobierno, ahora su "Ley de Financiamiento Fiscal" es decir: el IVA de Iván, del cual pretende gravar la canasta familiar con más impuestos.

Pero las carencias básicas que siempre no se van a resolver pidiendo un diluvio, o separar las aguas de los mares, ni mucho menos que la tierra se abra para que se trague a los que sabemos.

Ni así históricamente, se han resuelto de una vez por todas los grandes problemas de una sociedad, porque habría que borrar de la Real Academia (RAE) la palabra perseverancia, y en la Biblia la palabra paciencia, que es simiente en la evangelización. 

Y otra palabra a eliminar previa a los comicios democráticos para elegir a nuestros gobernantes sería la sabiduría.

!Empero¡ Si la defensa contra la opresión y el logro del desarrollo socio-económico de los pueblos en democracia fuese mediante la sabiduría de su fe.

Entonces el perfil de sus candidatos, los más opcionados fuesen hombres y mujeres primeramente probados en la calidad de su fe y, no necesariamente intelectuales y hábiles para juntar y ganar elecciones con multitud de votos.

! Ahora¡ So pretexto de defender una "amenazante" avanzada ideología de género, preocupa el silencio tácito de no luchar contra la corrupción en líderes religiosos influyentes en sus cultos y en la política, donde hay un notable permisivo favor a la continuidad del clientelismo desde lo electoral. ¿Los tibios en la fe a favor del nepotismo o a un diezmo gobiernista permanente?

Papa Francisco: El futuro lo tienes que hacer tú con tus manos, con tu corazón, con tu amor, con tus pasiones, con tus sueños. Con los demás.

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