jueves, 9 de julio de 2009

JUSTICIA SOCIAL CONTRA EL HAMBRE

Se dice que son alarmantes las cifras del hambre a niveles mundiales reveladas por la FAO. Y según estadísticas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el ICBF. Lo corrobora.
Por otra parte, pero ligado al mismo tema de la alimentación, pasó a primer debate en el Senado de la Republica el proyecto mediante el cual se establece en Colombia el marco legal para garantizar el derecho a la seguridad alimentaria y nutricional del país.
Y según el Departamento Nacional de Planeación, en 2008 un total de 468 municipios mejoraron su calificación con respecto a 2007, mientras 583 la desmejoraron comparados con 2007, respecto al desempeño fiscal de los Municipios colombianos.
El tema de la problemática del hambre en Colombia es tan sencillo y complejo a la vez, lo sencillo, des alimentar la corrupción para alimentar su población con necesidades básicas insatisfechas; lo complejo, desmembrar las políticas mercenarias creadas en el congreso de la República en favorecimiento al capitalismo codicioso.
Pero no es un problema netamente del centralismo de gobiernos, sino que la incapacidad regional de gobiernos municipales, que es prueba reina el desempeño fiscal desmejorado que dan el escepticismo real para erradicar tal magnitud del hambre.
La labor titánica de desmembrar el hambre supera el ícono retórico político electoral.
Es inocultable que vivimos en un país de alto riesgo de violencia por el narcoterrorismo, pero el foco o nichos de corrupción minoritarios engendrados en las administraciones públicas municipales, resultan ser el gran terror del hambre y la desazón de familias mayoritarias colombianas.
El mancomunar fuerzas humanas no es suficiente para la gigantesca magnitud del hambre.

_Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria_ I corintios cap. 54.

No es inverosímil la conversión del comportamiento humano, pues existen en medio de estos desastres de la administración pública y en el arte de hacer política, personajes pulcros tocable y creíbles seres humanos con dotes de incorrupción, el ampliar los conceptos, preceptos y las convicciones es cuestión persistente y consistente, llámese pedagogía política del buen gobernar. ¡Si existen incorruptibles!, contablemente en Colombia, si los hay.

_Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial_ I corintios cap. 49.

¿Quién de nosotros no sueña con una patria libre de corrupción pública y política colombiana? El mancomunar fuerzas habidas y por haber con convicción y cambio de actitud. A la mínima defensa solidaria de conciudadanos sumidos en minutos, horas y días enteros sacudidos por el desasosiego del hambre. Esta es la tarea. La derrota del narco terror que por añadidura de la justicia social; vendrá, Amen.
Saludo.
Julio.