Me es casi probable que muchos de
mis lectores recientes y antiguos, intuyo últimamente han quedado así;
estupefactos ante el desarrollo de las mas recientes declaraciones de mi fe
escrita y su acompañamiento Bíblico.
¡Claro que los entiendo y los
comprendo! Pero yo llevo dos décadas completas experimentando y cultivando
cosas “raras” como estas y otras más inéditas.
Como tampoco no quedé estupefacto
al escuchar la entrevista de un periodista a un relator fotográfico sobre
imágenes recogidas durante el macabro y cruento conflicto armado en Colombia.
Y voy aprovechar parte de su
contenido para relatarlo en este editorial y, desde luego, haciéndoles unas
apreciaciones mías de lo más reciente y de lo poco que conozco de este funesto conflicto.
Entre sus apartes relata el
fotógrafo que si los hijos de los mandatarios van a las filas de la Fuerza Pública
aparecerían más en las portadas de las revistas más famosas; y yo le agrego,
que entre sus dotaciones militares seguramente no tendrían botas pantaneras.
Y dice el relator que otros hijos
de expresidentes se hacen multimillonarios con el favor del Estado colombiano,
conociendo de manera confidencial y privilegiada la inversión pública privada,
sabiendo ellos en dónde irían dirigidos los grandes negocios macro económicos
de sus gobiernos.
Continúa contando el fotógrafo
colombiano, Jesús Abad, a quien le atribuye todo lo pavoroso de la guerra a la
clase política corrupta y que han convertido a nuestra sociedad entre clasistas
y racistas.
Y sigue alegando que los medios
de comunicación se han dedicado a entrevistar comandantes del ejército,
guerrilleros y paramilitares, y no a los campesinos que reclutan para la guerra
y a los demás restantes que producen en el campo nuestros alimentos y cuidan
los bosques.
Remata diciendo el fotógrafo relator
de imágenes de esta guerra, que este es un país de creyentes, mayoritariamente
católicos, alega. Que son fervorosos cristianos en persona de soldados,
policías, guerrilleros, paramilitares y de bandas criminales, pero es en donde más
se violan los mandamientos sagrados, en especial el quinto: el NO matarás; y que
la Iglesia se ha quedado inmóvil ante tanta barbarie.
Pero a este relator le faltó en
su ojo fotográfico un dato pavoroso acerca del fervor religioso; en donde a esa
misma clase dirigente que el acusa como coautora de nuestra historia criminal, ellos
mayoritariamente creyentes y “democráticos” a ellos mismos los vemos
periódicamente en los principales medios de comunicación visuales del país,
entrando y saliendo de diferentes cultos religiosos.
Son fervientes ellos dobladores
de rodilla y “dadores alegres” en los grandes y diversos templos del país.
Concluyo.
Cuando yo digo que en mi fe
cultivo pensamientos “raros” es que contemplo mi fe y luego la escribo, esforzándome
por ser un relator para una resurrección social en medio del largo cruento
conflicto.
Exhortación papal: ¡Hoy
contemplamos la tumba de Cristo vacía y escuchamos las palabras del ángel
Isaías 26:3 Al de firme propósito
guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.