“A mí lo que me interesa es el
bienestar de la comunidad y de los excombatientes.
Por eso, yo saco la conversación
del plano político, para concentrarnos en el desarrollo, que es lo que nos
corresponde”, indicó el mandatario.
Mi nota al respecto: A Duque le
toca y le corresponde hacer un “cambio de luz” a su maltrecha gobernabilidad
olvidándose de algunos compromisos electorales y partidistas para que con plena
libertad política se haga el gobernante de todo un País.
Y yo me atrevo hablar en nombre
de muchos conciudadanos, que, así sin ser simpatizantes acompañamos al anterior
gobierno para el desarme de las Farc, igual también acompañaremos a este y a cualquier
gobierno que tenga el mismo propósito con los violentos y criminales que
quedan.
Ya otros dirigentes políticos y
activistas de opinión con sensatez le vienen manifestando a Duque que la
objeción a la JEP no es el camino acertado; que el compromiso del Estado es
llevar la justicia social a los territorios dejados por las Farc; a eso debe encaminar
su gobernabilidad conjuntamente.
Por otro lado, ahora circula en
redes sociales una indignación parlamentaria, entre tantas de carácter
político, por el ausentismo tan aberrante de algunos “padres” de nuestra pisoteada
Patria.
Congresistas que no laboran completamente,
pero le pagan puntualmente su astronómico salario y sin ningún mero descuento ante
sus descaradas ausencias.
Y mientras tanto en las calles
deambulan afanosamente en los medios de transporte público la gente del
rebusque para vender: el dulce, el agua, la fruta etc. Acá en la Costa,
específicamente.
Y otros que se rebuscan haciéndoles
informalmente competencia a las empresas del transporte público como son los
mototaxistas, gente desafiando el inclemente clima de la Costa, y que lidian a diario
esquivando en sus recorridos al inquisidor código de Policía.
¡Y cuántos de los del rebusque no
desearían siquiera tener un mísero empleo así sea medio formal donde puedan
asegurar completo y puntual un pago salarial, y que de esta manera asegurarle a
diario a su familia el pan y la leche en la casa!
Y hablando de esta Costa Caribe
que enfila la gruesa cadena deshonrosa de la desigualdad social entre las
regiones colombianas; porque quien no ha notado que en cada caso nacional donde
los noticieros de comunicación anuncian casos de posible corrupción, ahí casi
siempre penosa e indignante aparece un costeño involucrado. Lucrándose con los
dineros del presupuesto a la paz. Lo último en noticia.
Por esto y más, cualquier
desprevenido ciudadano dudaría que de nuestra Región Caribe puedan salir
escasas noticias que acrediten nuestra dignidad social en lo político y la
administración pública.
¡Pero ya es hora que salgan a la luz
pública a recoger y dar testimonios laborales del sector privado, de administradores
empresariales que darán ejemplo de cómo se tiene que administrar lo público!
Porque también la creación misma
será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los
hijos de Dios. Romanos 8:21.
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