jueves, 28 de mayo de 2020

MIS PRIMEROS TRESCIENTOS ARTÍCULOS


Los colombianos irresponsables se hacen notar en cualquier circunstancia. Ahora los vemos en las calles sin ninguna protección de Bioseguridad frente a la Covid-19. Y para los gobernantes locales, más pesares, deseando ellos que baje la curva de contagio e implementar la reactivación económica.

Y por el otro lado de las responsabilidades y las reglamentaciones que nos competen, la vida y la gracia de Dios, en los últimos 30 años de mi existencia; se ha cumplido, con el mayor respeto, la recomendación del Apóstol Pablo: En no ser carga para nadie: 1 Tesalonicenses 2:9.

Y es porque he llevado el pan a mi casa con el sudor de mi frente, y dentro de este tiempo laborioso de treinta años casi ininterrumpidamente en el campo Logístico, y simultáneamente, en las 2 últimas décadas he venido comunicando con insistencia y por todos los medios digitales posibles; el urgente:  Mensaje de Reconciliación Nacional. Ya cumplidos, mis primeros 300 artículos oficiales en mi blog personal.

¿Porque, quien niega que no sea un tema urgente? Ahora que se viene un complemento más de la guerra fría en las redes sociales, a causa de la serie de: Matarife. Un documental polémico, en donde hay pesos y contrapesos suficientes para que esto se siga volviendo un ring de boxeo, pero sin ganadores ni perdedores a la hora de que la Justicia no le ponga punto final; condenando o absolviendo al señalado.

Y resumo a lo de Matarife en las siguientes líneas: Porque estas confrontaciones con acusaciones judiciales recalcitrantes, y que es la prueba reina de la noticiosa infografía jurídica de impunidad en Colombia, porque por menos delitos señalados a una persona; pagan penas muchos colombianos.
Lo grave es que está sumamente comprobado que dentro del círculo ideológico donde están radicados los que polarizan la política en el país; ni de un lado ni de otro, no saldrá nunca jamás, la redención política para la Reconciliación Nacional. 

Porque lejos estamos de esto: Es necesario que El crezca, y que yo disminuya. El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede de la tierra y habla de la tierra. El que procede del cielo está sobre todos. Juan 3: 30-31.

Contrario acá por vanidad terrenal de poder, por beneficios electorales partidistas, por mantener y conquistar más electores, nadie va ceder terreno, sino hasta ver el otro culpado y condenado, y luego tener el camino despejado para continuar sesgadamente su emancipación con sus propios méritos caudillistas salvadores de la patria.

¡Ahora! La Reconciliación Nacional no solamente está cimentada en la Verdad a la Justicia, y en que se esclarezcan las acusaciones, ya sean condenados y reparadas sus víctimas, o absueltos en caso de que la Justicia actúe con imparcialidad, con celeridad y en Derecho. Algo poco visto.

Porque del otro lado de la incredulidad de la tan anhelada Paz para Colombia, es que, con hambre pasada, y la que está dejando esta pandemia; no habrá poder terrenal que la garantice, nunca jamás.
¡Claro que esta pandemia de la Covid-19 le trajo y le presentó al mundo hechos extraordinarios que la humanidad en todo su conocimiento de vida, tendrá que reinventarse para poder encontrar salidas a la emergencia económica! 

Pero la Paz y su Reconciliación Nacional, no la podemos esperar de los gobiernos y los líderes políticos, y menos los que dividen. Hay otras voces en la tierra. Tanto como en el cielo.

Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad. 1 Timoteo 6:11.

sábado, 23 de mayo de 2020

SEÑAL DE LA ESPERANZA

Obras de filantropía que siempre salen después de un hecho catastrófico. Y ahora ante la Covid-19, no se ha hecho la excepción. Porque de una de las canciones más sonadas en los últimos tiempos: Color Esperanza, llega como un himno renovado para alentar el coronavirus.
Estrofas como: Sé que las ventanas se pueden abrir. Y cambiar el aire depende de ti. Vale la pena quitarnos los miedos y dejarlos afuera. Tentar el futuro, con el corazón. Frases de esperanza cantada por cerca de 20 artistas filantrópicos y famosos.
Y desde mi anonimato, pero con la misma intención de alentarte: Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31.
Y más allá del contagio del coronavirus, que en cada Comunidad Científica le buscan una vacuna, también para hacerse importantes, reconocidos y premiados, para desacelerar la propagación mundial; pero además, otras naciones padecen de otros contagios internos y eternos de intereses públicos mezquinos administrativos y políticos, que cada ciudadanía trata de ir disolviéndolos.
Infructuoso el de nuestra Nación colombiana. Que es un virus criminal entre muchos, y no menos de poca monta, un anticuerpo para hallar la disolución conflictiva ideológica y política que logre señalar un camino unificado de esperanza para la Verdadera Reconciliación Nacional.
Porque así como la incierta vacuna de la Covid-19 mundial anda esquiva, las noticias de los sucesos institucionales en el país, para nada son alentadores para la Justicia. Corrupción militar que sin pundonor favorece a la criminalidad. Nota periodística desalentadora:
La operación Bastón nació con el objetivo de identificar y sancionar a las manzanas podridas de la institución. 16 generales, 218 oficiales y 122 suboficiales del Ejército estarían involucrados en actos de corrupción. Una investigación en la que hay testimonios y pruebas que apuntan a que vendieron información a las Farc y posteriormente a las disidencias.
¡Y vaya que paradoja! Porque mientras medio país alentaba a los líderes del NO en el plebiscito para el Desarme de las Farc, precisamente para que esta misma Fuerza Pública, no fueran igualados en el juzgamiento ante la Justicia Transitoria. Empero, simultáneamente, miembros ilegales del Cuerpo Militar vendían información privilegiada y confidencial a quienes abiertamente se han declarado narco-delincuentes.
Y sigo con incongruencias de Paz y Reconciliación Nacional: La llegada del abogado Jorge Tovar Vélez al grupo de articulación interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado del Ministerio del Interior, desató una controversia por tratarse del hijo del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, quien fue responsable de miles de crímenes y secuestros en los años 90 y principios del 2.000.
¡Y ahora! Algunos pensadores y analistas, pacifistas hoy controvertidos, consideran que el gobierno se equivocó de lugar de trabajo para este colombiano víctima de este conflicto armado. Jorge Tovar. Otro hijo más inocente entre tantos. Parido con dolores de parto. Y de padres con alias delictivas que han masacrado y enlutado la patria.
¿Y entre quienes están confeccionando la paz, es este el valioso debate hipócrita de nuestros líderes políticos? ¡Sí estos! Que cuando están en el gobierno o en la oposición piensan y actúan de una manera diferente conveniente.
Pero no nos digamos mentiras. Todos queremos ser importantes y ser reconocidos. Solo que poquitos, sin sesgo ideológico, buscamos el poder sin afanes, solo para la defensa pública en atención de todos los socialmente desatendidos del Estado colombiano, históricamente.
A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. Colosenses 1:27.

sábado, 16 de mayo de 2020

EL CAMINO QUE ANHELAMOS

Encontré este mensaje en una Red Social: Una verdad que nadie desmiente: ¿Una pandemia se acaba cuando todos se contagien, o cuando se descubra una vacuna?
Y lo cierto sin ningún descubrimiento científico es que la vida individual es una exposición ante infortunios casos, y por eso siempre estamos en riesgo de enfermedad y muerte. Y hoy la verdad social de apuño, es cuidarnos mutuamente y seguir avanzando con determinación de esperanza.
Y en el plano de la estratificación social en Colombia, antes, en la normalidad ortodoxa de la vida económica siempre estuvimos por debajo de la línea de desarrollo de otras naciones; y ahora que debemos enfrentar la crisis económica emergente en la post-pandemia, en su obviedad, es que seguiremos en desventaja por la aberrante desigualdad social traída en lastre.
Y para corroborar comparto un resumen estadístico de un curtido economista costeño: El anuncio del Gobierno de asumir parte de las nóminas de todas las empresas en medio de la crisis económica por tres meses, el total alcanza el 0,67 % del PIB.
Pero si nos comparamos con Perú, que tiene un ingreso por habitante menor que el nuestro, su gobierno está dispuesto a movilizar 12 % de su PIB. Y Trump, tiene autorización para gastarse el 15 % del PIB estadounidense para la recuperación de la economía.
Y entre muchas cosas de cambio cultural que habrá dejarnos la Covid-19, es desinfectar la palabra Paz en Colombia; porque desde el Plebiscito para concluir el Desarme de las Farc, hasta el día de hoy, hablar a favor o en contra de la Paz, parece ser una maldición ideológica y política de un bando contra el otro.
Un “incendio” más a la polarización política en este siguiente informe periodístico: En medio de la controversia por la firma de un contrato por $3.500 millones para reforzar la estrategia digital del presidente Iván Duque en plena pandemia –financiado además con recursos del Fondo Paz.
Este lunes se conoció un nuevo contrato, que también echa mano de ese fondo, para medir la percepción de la ciudadanía frente a las iniciativas y programas del Gobierno en el mantenimiento de su política de paz.
¡Pero escasos y en minoría de ecuanimidad a la Paz! Desde la ciudadanía y la opinión, libre e independiente, contribuir a la verdadera pacificación del país, no es solamente cuestionando las desavenencias e inapropiadas decisiones económicas de este gobierno, con todo lo que procede a la materialización y mantenimiento de los programas y proyectos sociales afines al Acuerdo del Desarme con los Ex-Farc.
También en medio de la crisis pandémica, no calculable en el tiempo pasado, habría que revisar los beneficios económicos que obtuvieron los miembros y máximos dirigentes y excombatientes, que hasta hoy, divaga la ciudadanía sin saber públicamente de los victimarios, sobre la rendición de cuentas de los compromisos firmados para atender con prontitud de los hechos a la Reparación de sus Víctimas.
En cambio, voceros y congresistas del hoy partido Farc, con desfachatez, algunos, pretenden enriquecer el debate parlamentario y su control político con su “honorabilidad moral y ética”, que a ningún camino de paz conllevan ni convencen.
¿Y desde cuándo empezaremos hablar unánimes de un verdadero Proceso de Paz; sin desconsiderar el valioso desarme de los alzados en armas?
Cuando los desvalidos sean atendidos y no llamados atenidos al gobierno -según la Vicepresidente los tildó- ¡Si a ellos! Que con políticas económicas justas, cese la pobreza.
Y en cuanto a mí, lejos esté de mí que peque contra el Señor cesando de orar por ustedes, antes bien, les instruiré en el camino bueno y recto. 1 Samuel 12:23.

sábado, 9 de mayo de 2020

LO JUSTO QUE VIVIREMOS.

Aunque el contagio vaya aumentando, al mismo ritmo como sociedad debemos ir avanzando en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad para la prevención, para la reapertura gradual del aparato productivo. Y le sumo también mi ingrediente místico: El justo por su fe vivirá. Romanos 1:17.
¿Pero que es confiar en su fe para seguir viviendo y considerarse ser justo hoy? Y lo traigo ahora a colación en medio del confinamiento social obligatorio y la crisis económica que trae consigo cambios de conducta por este virus contagioso y que tiene semi paralizado el comercio mundial.
¿Pero acaso es justo aquel que desatiende las medidas sanitarias de las autoridades competentes y de los gobiernos locales que la promulgan con rigor para que las personas mantengan el autocontrol y así prevenir su propio contagio, y que en su comunidad no ponga en riesgo el de su prójimo, que es aquel, el ser mas cercano?.
¿También serán justos o mas bien ignorantes aquellas personas que vienen discriminando el personal uniformado que transita por las calles y en el transporte público, funcionarios de la Salud Pública y su Red Hospitalaria que exponen sus vidas no solo para mantener su contrato laboral, sino como defensores de la ética profesional de la ciencia médica?
Trabajadores disponibles en cualquier instancia o circunstancia, aún, en riesgo propio de contagio y luego a sus más cercanos.
Y aquí en el país del Sagrado Corazón. ¿Acaso son justos hoy quienes adjudican y celebran cuantiosos contratos públicos en medio de la emergencia económica para el beneficio y alarde propio de la imagen publicitaria de su mandatario y al gobierno que representan?
¿Y no son estos mismos, antes en la oposición política que cuestionaban el derroche económico de la administración anterior y pontificaban la austeridad? Es por eso la justificación fundamentada de otra linea de la oposición política, en donde manifiesta en su filosofía comprobada de que: son los mismos con las mismas.
¿Y quien es justo y vivirá? Quienes firman y celebran a niveles locales contratos públicos con sobrecostos a sabiendas que trabajadores informales ahora aislados y sin poder echar mano al rebusque, y desfavorecidos por las políticas sociales insuficientes, yacen en la angustia del hambre a falta de recursos económicos para garantizar la alimentación familiar.
¿También será justo aquel analista político que propone una reforma laboral leonina en donde propone diezmar el salario de la clase laboriosa, reduciendo salarios y prestaciones legales para solventar esta crisis económica? Crisis ya venida a menos precisamente por la participación burocrática de estadistas que han estado en gobiernos presidenciales salpicados por corrupción electoral y por la contratitis clientelista.
Y hablando de ser justos, está la división de opiniones sobre el salvavidas financiero que la empresa Avianca le está solicitando al gobierno nacional. La petición al Gobierno se estima en más de US $50 millones de dólares que requiere de préstamo.
Y la oposición de quienes no están de acuerdo a que se llegue la negociación en plena emergencia económica, pasa de discusión a temor, por esa manifiesta generosidad de excepción de impuestos en la política económica que este gobierno les profesa a los grandes capitalistas. Siempre argumentándose, la generación masiva de empleos.
Se ha dicho que la vida después de esta pandemia no será igual. Yo difiero. Sobre todo en temas de gobernabilidad. Porque en plena crisis económica, vemos ejecutar la contratación publica desde lo electoral, con los planes y las alianzas políticas desconsideradas.
¿Ay de los hijos rebeldes -declara el Señor- que ejecutan planes, pero no los míos, y hacen alianza, pero no según mi Espíritu, para añadir pecado sobre pecado! Isaías 30:1.

viernes, 1 de mayo de 2020

LEGIÓN PARA LA VERDAD.


Confianza yo tendré. Mi armadura cargaré. Si contra mí se levanta una guerra, yo venceré. Frases tomadas de estrofas de una alabanza que su autor se inspiró del Salmo: 27, y que comparto para estos tiempos sociales de adversidad.

Y considero que son susurros de esperanza para esta diaria supervivencia. Y ahora más, que enfrentamos un dualismo de prioridades sociales, que son: el cuidar la salud y, a la vez, el ir reanudando gradualmente las actividades laborales para la reactivación de la economía nacional.

Porque adicional de las reglamentaciones ordinarias y científicas de la bioseguridad que debemos tomar con responsabilidad dentro y fuera de casa, decretos que son códigos de conductas de prevención no confiables del todo frente a la amenaza del contagio al Covid-19; para entonces, acantonemos el cuerpo, y abrámonos a la fe.

Y a propósito de normas, es la violación o infracción de la cuarentena obligatoria nacional que tiene en tela de juicio a la alcaldesa mayor de Bogotá, son de esas conductas violatorias reprochables de quienes tienen una responsabilidad mayor en los cargos públicos y políticos del país.

Predican, pero no aplican. Ese ha sido el común denominador de muchos líderes en la historia de la humanidad. Aquellos, aunque se han ganado el respeto y el reconocimiento popular de sus habitantes por muchas causas sociales cumplidas; pero por un error o imprudencia, han perdido la confianza y credibilidad entre otros.

Y considerando que somos humanos y cometemos equivocaciones, no obstante, las disculpas causadas por la mandataria públicamente, tanto ella como su pareja, deberán responderles a las autoridades competentes como cualquier ciudadano de a pie.

Porque entre otras cosas que NO debemos copiar y pegar, como una de las maneras de enseñanzas que este coronavirus nos debe dejar en sociedad e implícito para la post-pandemia, y entre la opinión pública, nosotros  no debemos pasar de agache en quienes hacemos uso de la crítica constructiva.

Y  no hacerse pasito por ese romanticismo ideológico muy predominante en la polarización política del país; sí, ese mismo que vemos, leemos y oímos, que, dependiendo del sector donde venga la infracción, de un lado u otro, se perdona o se pasa desapercibido según convenga.

Y no son testigos ustedes, por ejemplo, en temas de criminalidad se ha dicho o insinuado que hay muertos “buenos y malos”. Y en actos de corrupción pública, de justicia, o la política, se condena o se apacigua según el afín copartidario que se tenga, con, o los, infractores.

Pero mantener una imparcialidad para reprochar y aceptar disculpas según el delito causado, siempre será una piedra en el zapato para quienes, por alguna circunstancia, han tomado a un líder y su partido político como su bandera inconmensurable a seguir y defenderlo sin el derecho legítimo a la crítica.

Y yo que me he acostumbrado hacer equivalencias entre los quehaceres de la vida secular y la espiritual; y en la cual mi confianza reposa en lo segundo, primeramente.

Y como un libre pensador considero que, para mantener libertad e independencia ciudadana, valoro hechos públicos que edifiquen y cuestiono lo adverso. Vengan donde vengan.

Porque escrito está; en contravención a la mentira: Cuando actuamos por la verdad no tenemos movimientos políticos donde acampar nuestros ideales de meditación espiritual. Lucas 9:58.

Y entre otras cosas, en su opinión, ¿no son la mayoría ciudadana quienes han endiosado a líderes políticos vanidosos carentes de la autocrítica?

Una cosa he pedido al Señor, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo. Salmo 27:4