Transitando por una zona escolar
me aborda un jovencito, lo vi venir con una bolsa con dulces en sus manos, y ya
en el intercambio de moneda versus el dulce, le pregunté: no estás estudiando,
y, me responde ¡No! Soy venezolano.
Y de esas coincidencias de la
vida, horas más tarde encuentro entre titulares de una prensa local, una
noticia -de esas pocas plausibles- la cual traigo a colación y les comparto:
Duque sanciona ley para
nacionalizar más de 20 mil niños venezolanos. La normativa, de autoría de la
Defensoría del Pueblo, les permitirá a los menores tener derechos a la
educación y la salud en el territorio nacional. @elheraldo.
Pero no deja de ser una paradoja
social, porque no somos de esos países de las mil maravillas de un desarrollo supra-económico
para darnos el lujo de compartir la bonanza como si fuéramos administrados por gobiernos
que garantizan bienestar por las buenas prácticas éticas administrativas. Gobiernos
que informan con transparencia. Haciendo público lo público.
Como tampoco estamos representados
por un Estado que en la práctica garantiza la equidad social, peor aún, somos modelo
en desigualdad social para el resto del mundo, y el sufrimiento, o la fatiga estomacal
actual de hambre y pobreza de los venezolanos, no ha sido ajeno al de los
nuestros, los criollos colombianos. Pero, aun así, celebro la compasión.
Y continuando con la intolerancia
“democrática” esta otra: @Carlozada_FARC (…) candidatos al Concejo de Quibdó y
Medio Atrato, por partido FARC, formalizan su renuncia por falta de garantías
políticas y de seguridad. Linchamiento mediático y asesinatos de exfarc,
afectan nuestra reincorporación. Así trinó Lozada.
Pero si antes un periodista como,
Julio Sánchez Cristo, pide un siquiatra nacional para tratar a ciertos individuos
criminales que empañan la “fiesta democrática” ante una convulsionada y
distorsionada salud mental criminal que se extingue día a día por muchos territorios.
Y si lo hizo -con preocupación de
patria- cuando vio en las noticias los asesinatos a candidatos de los partidos
tradicionales y afines ideológicos de este mismo gobierno. ¿A que ayuda extra-científica
se encomendará para que atienda psíquicamente el mismo asecho de criminalidad a
quienes dejaron las armas para hacer política en todos los territorios de la
patria?
Porque cambiar balas por votos,
era una de las finalidades del Acuerdo. No obstante, por estas recientes noticias
del partido FARC, y en las mismas redes sociales, ante este hecho, es “normal”
ver la satisfacción y celebración política de quienes siempre han estado en desacuerdo
con el Acuerdo hecho con las antiguas Farc.
Y se intensificarán al no ver
noticias de reparación a las víctimas y, verlos en la cárcel, como lo exigen sus
detractores del Acuerdo.
Y ahora presento esta noticia
tuitera: @YolandaRuizCe Timochenko
pide perdón en audiencia de la @JEP_Colombia sobre casos de secuestros.
"Asumimos como hombres y mujeres (...) nuestra responsabilidad ética y
política y estamos dispuestos a seguir construyendo el Sistema de Verdad,
Justicia y Reparación."
Aquí lo expresé en un artículo anterior, ver pública y, primeramente, la reparación
moral y material a las víctimas del conflicto armado. Verlos satisfechos y con
esperanza regresar a sus parcelas en donde fueron desterrados por un sinnúmero de
victimarios inmersos en la criminalidad de la guerra.
Ahora solicito con humildad y fe al gobierno Duque, su coherencia. Porque muchos
lo apoyaremos comprometiendo y masificando el presupuesto para la salud y educación,
y no por dosificar sesgada e ideológicamente su emblemático presupuesto
ministerial de la Defensa.
Salmos 146:9 El Señor protege a
los extranjeros, sostiene al huérfano y a la viuda, pero trastorna el camino de
los impíos.