CON MI FUNCIONALIDAD CULTURAL
En una parte del Evangelio está escrito que si todas las obras de Jesús de Nazaret hubiesen sido escritas, no hubiera habido espacio -literalmente- en el mundo para almacenar los libros narrando su misionera vida salvífica para la humanidad; Juan 21:25.
Traigo este fragmento del Evangelio a raíz de la necesidad de escribir sobre el trágico suceso del atentado al senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay; un presente de criminalidad política electoral que enturbia aún más la democracia de un pasado sangriento que parecía ser eso, un pasado.
Lamentablemente -literal- no van a caber los libros si narramos en detalles todos los acontecimientos de violencia física y verbal en esta patria colombiana consagrada a ese mismo Corazón de Jesús.
Al día de hoy que empiezo a escribir mi columna semanal, la evolución positiva neurológica satisfactoria del senador Uribe, me permite no ahondar profundamente sobre su atentado, les corresponde a las autoridades competentes esclarecer los móviles del atentado criminal y aplicar justicia.
No sin antes referirme al joven que empuñó el arma para segar la vida de Miguel Uribe, que según información periodística, es un joven desertor de un programa social del gobierno Petro, denominado "jóvenes en paz".
A propósito de esta información, se abre otra opción para mi trabajo de civilidad que representa mi evangelización contextualizado en mi libro: Esta es mi fe; porque, este texto tiene contenidos de lectura espiritual que pueden coadyuvar en estos programas de resocialización social.
Ahora se viene la campaña presidencial año 2026 y, a raíz del atentado al senador y precandidato presidencial Uribe Turbay, se abre una intención de bajarle la intensidad del lenguaje violento entre quienes aspiran a la presidencia de la República.
Para algunos candidatos y candidatas, se les hará cuesta abajo modular el lenguaje del insulto como arma política electoral, siendo que, podrían perder votos de mayoritarias ciudadanas que consideran que ese es el prototipo de un firme candidato para ser un buen gobernante para este país.
A propósito, en referencia a temas de paz y convivencia, recibí un mensaje en mi cuenta de Gmail con esta respuesta: "Con toda consideración y respeto, agradecemos su reflexión enviada al Congreso de la República a través de la Unidad de Atención Ciudadana titulada 'Prevención para la democracia'.
Ojalá que esta funcionaría: Mónica Vanegas Montoya, coordinadora de la atención ciudadana de dicha entidad, a quien dirijo semanalmente mis crónicas de opinión vía correo electrónico, se sirva en compartir todas mis reflexiones a todos los miembros del Congreso.
Notarán mis asiduos lectores dominicales que, comencé con un proyecto municipal de una biblioteca pública en mi municipalidad, luego direccioné mi texto para llevarlo a todas las cárceles del país. Ahora, este trabajo también puede ser otro recurso de meditación para los programas de resocialización espiritual de jóvenes inmersos en el mundo de la criminalidad en todo el país.
Muy a pesar del panorama desestabilizador por el oscurantismo político insalvable, me aferro en mi fe a que esta labor cultural de evangelización civil, por la gracia obtenida de Dios, en su momento el mensaje implícito de civilidad dará los frutos direccionados a esta generación.
Porque, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables.1 Pedro 5:10.