Definitivamente, hay que cuidarse
aplicando y seguir siendo disciplinados y obedientes a las normas de confinamientos
y las de bioseguridad ya conocidas, porque para nosotros los costeños, las
cifras actuales de positivos de contagio y muertes causadas por la covid-19,
hablan por sí solas.
En un segundo plano quedan las
hipótesis, las conjeturas y los señalamientos de que hay manos oscuras
sacándole partidas económicas en las hospitalizaciones versus las Unidades de
Cuidados Intensivos; de los famosos carteles, somos testigos, por la corrupción
pública-privada.
Y para corroborar y extenderlo a
los niveles nacionales y de otras regiones en donde el servicio de la Salud Pública
es aún más nefasto, y hasta es un catalizador agravante y peligroso de homicidio,
tanto para pacientes como para sus trabajadores. Comparto con tristeza este execrable
y abominable hecho:
Médico chocoano que denunció
precariedad en pandemia murió contagiado y esperando sueldo. Heandel Rentería
Córdoba, profesional de 40 años nacido en el municipio de Bagadó, reclamó el
pago del salario que le debían de varios meses, pero nunca pasó.
Y yo no he escuchado o leído que,
por falta de su salario merecido y puntual, un Legislador de la República o un
alto Magistrado, entre otros funcionarios, hayan denunciado y exigido
públicamente la falta de su astronómico sueldo, y, por esta causa salarial vital
que merece todo aquel que trabaja, se enfermen y hasta fallezcan, como este
caso del médico chocoano. Y si miento, me corrigen.
Pero muchos aun recordamos las férreas
tesis políticas de oposición en la época de la administración pasada, en donde
este gobierno se refería a Santos como un gobierno nefasto y, por estas causales
manifiestas, sus electores lo eligieron como el que era, por las promesas electorales
de los transparentes manejos dados a lo público cuando fuesen elegidos.
Informe revela falta de
transparencia en el gasto público por covid-19. El más reciente informe del
Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana reveló varias inconsistencias
en el gasto realizado por el Gobierno nacional en el marco de la emergencia
ocasionada por la pandemia del coronavirus.
Pero el futuro de una Nación si
está sustentada y esperanzada en las nuevas promesas de los académicos provenientes
de las universidades públicas y privadas de todo el país; y su insumo
intelectual debe estar representado en quienes están dando ejemplo de pulcritud
al frente de la política y la administración pública.
No obstante, lo que aportan hoy los
debates de los líderes políticos sobresalientes, no son insumos intelectuales enriquecedores
para la academia de las Ciencias Políticas en el pensum universitario; contrario,
las constantes y graves sindicaciones judiciales de un extremo ideológico contra
el otro, están, más bien, dirigidos sus análisis para las asignaturas del Derecho
Penal Acusatorio.
Pero algunos creerán que aún no
es tiempo para el debate electoral, sobre todos mis coterráneos costeños que andamos
en medio de esta incertidumbre económica y de muerte creada por este auge de
contagios.
Pues bien, dicen que las crisis
mundiales, ya sean creadas por guerras o causadas por estragos de la
naturaleza, llegan de una u otra forma y obligan a reinventarse formulas
diferentes. ¡Entonces! Que este coronavirus no sea la excepción para NO continuar
en el oscuro conformismo colectivo.
En aquel día los sordos oirán las
palabras de un libro, y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de
los ciegos verán. Isaías 29:18.