martes, 30 de junio de 2020

POSITIVO PARA SEGUIR ESCRIBIENDO

Definitivamente, hay que cuidarse aplicando y seguir siendo disciplinados y obedientes a las normas de confinamientos y las de bioseguridad ya conocidas, porque para nosotros los costeños, las cifras actuales de positivos de contagio y muertes causadas por la covid-19, hablan por sí solas.

En un segundo plano quedan las hipótesis, las conjeturas y los señalamientos de que hay manos oscuras sacándole partidas económicas en las hospitalizaciones versus las Unidades de Cuidados Intensivos; de los famosos carteles, somos testigos, por la corrupción pública-privada.

Y para corroborar y extenderlo a los niveles nacionales y de otras regiones en donde el servicio de la Salud Pública es aún más nefasto, y hasta es un catalizador agravante y peligroso de homicidio, tanto para pacientes como para sus trabajadores. Comparto con tristeza este execrable y abominable hecho:

Médico chocoano que denunció precariedad en pandemia murió contagiado y esperando sueldo. Heandel Rentería Córdoba, profesional de 40 años nacido en el municipio de Bagadó, reclamó el pago del salario que le debían de varios meses, pero nunca pasó.

Y yo no he escuchado o leído que, por falta de su salario merecido y puntual, un Legislador de la República o un alto Magistrado, entre otros funcionarios, hayan denunciado y exigido públicamente la falta de su astronómico sueldo, y, por esta causa salarial vital que merece todo aquel que trabaja, se enfermen y hasta fallezcan, como este caso del médico chocoano. Y si miento, me corrigen.

Pero muchos aun recordamos las férreas tesis políticas de oposición en la época de la administración pasada, en donde este gobierno se refería a Santos como un gobierno nefasto y, por estas causales manifiestas, sus electores lo eligieron como el que era, por las promesas electorales de los transparentes manejos dados a lo público cuando fuesen elegidos. 

Informe revela falta de transparencia en el gasto público por covid-19. El más reciente informe del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana reveló varias inconsistencias en el gasto realizado por el Gobierno nacional en el marco de la emergencia ocasionada por la pandemia del coronavirus.

Pero el futuro de una Nación si está sustentada y esperanzada en las nuevas promesas de los académicos provenientes de las universidades públicas y privadas de todo el país; y su insumo intelectual debe estar representado en quienes están dando ejemplo de pulcritud al frente de la política y la administración pública.

No obstante, lo que aportan hoy los debates de los líderes políticos sobresalientes, no son insumos intelectuales enriquecedores para la academia de las Ciencias Políticas en el pensum universitario; contrario, las constantes y graves sindicaciones judiciales de un extremo ideológico contra el otro, están, más bien, dirigidos sus análisis para las asignaturas del Derecho Penal Acusatorio.

Pero algunos creerán que aún no es tiempo para el debate electoral, sobre todos mis coterráneos costeños que andamos en medio de esta incertidumbre económica y de muerte creada por este auge de contagios.
 
¿Que será más fácil? Alentar a esta comunidad colombiana a que con creces de fe, disciplina y cultura ciudadana superaremos esta crisis de enfermedad y muerte. ¿Pero luego volveremos a la normalidad de un sistema político, económico y contagiosamente pestilente por su inequidad?

Pues bien, dicen que las crisis mundiales, ya sean creadas por guerras o causadas por estragos de la naturaleza, llegan de una u otra forma y obligan a reinventarse formulas diferentes. ¡Entonces! Que este coronavirus no sea la excepción para NO continuar en el oscuro conformismo colectivo.

En aquel día los sordos oirán las palabras de un libro, y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de los ciegos verán. Isaías 29:18.

martes, 23 de junio de 2020

NOS MATA LO ELECTORAL.


Si vas a cometer errores, que sean nuevos. Mensaje que encontramos en algunos taxis de la ciudad de Barranquilla. Y que así lo entienda el gobierno nacional, para los próximos días sin IVA. Pues una cosa trae a la otra; de acuerdo a la sabiduría que se tenga y se aplique.

Y se requiere buen tacto para administrar y gobernar ahora en nuestra Costa Atlántica, región cundida y atemorizada según el contagio exponencial de la pandemia. Y su amenaza reciente es que: Confirman 55 mototaxistas con covid-19 en municipio del Atlántico.

Pero los contagiados no se han acercado al albergue que se dispuso en Malambo para el aislamiento. Y vaya tortuosa paradoja local, porque es el mismo Municipio donde su alcalde actual fue imputado de cargos por corrupción en plena pandemia.

Y a renglón seguido, la desobediencia de estos contagiados, me atrevo a decirlo, es que ellos se crean que son cuerpos gloriosos e inmunes, la causa razón obligada de fondo ha sido el aislamiento social y económico en la desidia histórica por parte del Estado colombiano. Pobreza y miseria en unas zonas regionales menos vigiladas que en otras. 

Pero el peligro social de los contagios y la muerte va más allá de quienes se exponen a diario en las calles buscando el pan y la leche para mitigar el hambre entre sus núcleos familiares. No soy para nada un fatalista de opinión en potencia; pero: 

Habría que repensar, que si los más acomodados económicamente dentro de nuestra sociedad, permanecen en el statu quo de su zona de confort, y no ejercen el control ciudadano constitucional ante los gobernantes que incumplen sus programas de gobierno; no habrá vida social segura para nadie.

Y siguiendo con las responsabilidades sociales para la vida en comunidad ¿Estarán fuera del contagio y la muerte? aquellos de mejores condiciones sociales y económicas, a esos dirigentes de la política regional, que sin pundonor alguno han deshonrado la democracia electoral del Caribe colombiano.

Promotores ellos de la compra criminal de votos, y que a la postre han contribuido para que los menos éticos e intelectuales sean elegidos a punta de constreñimiento electoral, y sean estos, lo del ayer y del hoy, quienes dirigen la Administración Pública, a la medida de cómo se hicieron elegir.

Y mientras se sufre en la región y la nación por la pandemia y la parálisis económica, ¡Otra paradoja! El expresidente de Colombia y Premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, fue elegido como nuevo miembro de la Junta de la Fundación Rockefeller.

Su misión principal es promover el bienestar de la humanidad a través de cuatro propósitos: poner fin a la pobreza energética; lograr salud para todos; garantizar seguridad alimentaria para el mundo; y expandir las oportunidades económicas. Entre otros nombramientos internacionales.

Y en otras naciones, estos premios por efectos sustanciales fuesen para sus connacionales, materia de orgullo patrio y un modelo de liderazgo político a seguir; pero acá donde él gobernó, esos cuatro pilares se recrudecen: Pobreza. Salud Pública. Seguridad Alimentaria. Y Oportunidades Económicas. Y son precisamente, entre otras causas de su gobierno, donde sus detractores políticos no le reconocen ni un ápice.

Y en el terreno actual nacional, a Duque se le agota el tiempo y se desvanece en su inexperiencia y sabiduría para gobernar. Y a nosotros los costeños, no nos matará este coronavirus la esperanza de vida digna social; sino el virus vicioso de comprar la conciencia y la decisión ciudadana colectiva fallida para elegir a los gobernantes.

Salmos 89:41 Todos los que pasan por el camino la saquean; ha venido a ser una afrenta para sus vecinos.

martes, 16 de junio de 2020

VENCEREMOS EL TRÁGICO 2020.


¡Pesar! Ya no nos distinguen como Costeños a nivel nacional, entre otros aspectos de orgullo regional, por ejemplos: el aporte cultural de la versatilidad musical de las composiciones de Rafael Escalona. Como tampoco por la fina pluma del Novel literato y novelesco de García Márquez.

Ahora la distinción vergonzosa es que, de cada escándalo de corrupción administrativa o electoral a niveles nacionales, está inmiscuido uno o varios representantes de la política costeña. Recientes casos deshonrosos de la actualidad: los carteles de la contratación pública alimentaria en medio de la pandemia. Lo de, Aida Merlano y la ÑeñePolítica. 

Y para ponerle la “fresa a la torta” de nuestro desprestigio social, actualmente somos el foco de contagios y muertes, porque en la primera quincena del mes de junio en el departamento del Atlántico los fallecimientos por la Covid-19 subieron de 199 a 419 y los contagios de 4.116 a 10.882. 

Y me voy ahorrar en nombrar todo ese cúmulo de consecuencias subjetivas que en las redes sociales y en la Prensa local le atribuyen a este lamentable panorama crítico del coronavirus; lo cierto, es que la incultura ciudadana, el relajo de antaño, y de que como población somos grandes aportantes regionales del hambre en las desigualdades sociales y económicas del país, por la informalidad laboral, el rebusque en las calles y buses del transporte local. 

Pero pese a esta debacle social, desde mis inicios como escritor de opinión; siempre he querido elaborar columnas de hechos culturales, sociales, de empuje laboral y de aportes novedosos para la economía regional, pero hasta hoy, en mis actuales 300 artículos, es poco o casi nada que resaltar. 

Pero esta Covid-19 si me hizo regresar a la audiencia de las noticias periodistas del orden nacional; porque me había retirado de seguir diariamente las actualidades noticiosas por allá, por agosto del 2.018. 

Y he visto que el coronavirus ha dejado en evidencias los problemas estructurales que tenemos como comunidad mundial; más sus consecuencias de temor al contagio y a la muerte, están lejos de ser un punto de partida para los cambios de conducta humana, del colombiano, específicamente. 

A nivel de país y en su política y su gobernabilidad, preguntaremos: ¿Que noticias nos han de llenar de orgullo patrio? ¡Ninguna! Con certeza lo anunciamos. Y lo que, si estamos cundidos de ver y oír, son las acusaciones que rayan en lo judicial, entre un bando del activismo político contra el otro. Y de ahí, no hay poder supra terrenal que nos saque de ese enjambre vergonzoso. 

Prosigo. Si en las regiones llueven malestares sociales y políticos, como la nuestra Caribe, es poco lo resaltable a nivel de país, porque el panorama es también igual de desalentador; pero tampoco voy a entrar a descalificar a la vicepresidenta por el caso de narcotráfico que salpicó a su familia y que no le contó a tiempo a sus electores.

El daño de ese hecho periodístico por el tráfico de estupefacientes que involucran a los colombianos implícitos, y que le dan la vuelta al mundo, si es un aliño más de desprestigio social y de desconfianza internacional que manchan invisiblemente el pasaporte colombiano. Para aquellos connacionales primerizos o permanentes que viajan hacia el exterior.

No obstante, por nuestra resiliencia y nuestra fe; muchos seguiremos bregando por un Nuevo Amanecer Generacional que nos represente, dignamente. Y mi sueño de escribir columnas de opinión y llenar libros que engrandezcan con honor nuestra región; sigue incólume.

Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono. Apocalipsis 3:21.