martes, 23 de junio de 2020

NOS MATA LO ELECTORAL.


Si vas a cometer errores, que sean nuevos. Mensaje que encontramos en algunos taxis de la ciudad de Barranquilla. Y que así lo entienda el gobierno nacional, para los próximos días sin IVA. Pues una cosa trae a la otra; de acuerdo a la sabiduría que se tenga y se aplique.

Y se requiere buen tacto para administrar y gobernar ahora en nuestra Costa Atlántica, región cundida y atemorizada según el contagio exponencial de la pandemia. Y su amenaza reciente es que: Confirman 55 mototaxistas con covid-19 en municipio del Atlántico.

Pero los contagiados no se han acercado al albergue que se dispuso en Malambo para el aislamiento. Y vaya tortuosa paradoja local, porque es el mismo Municipio donde su alcalde actual fue imputado de cargos por corrupción en plena pandemia.

Y a renglón seguido, la desobediencia de estos contagiados, me atrevo a decirlo, es que ellos se crean que son cuerpos gloriosos e inmunes, la causa razón obligada de fondo ha sido el aislamiento social y económico en la desidia histórica por parte del Estado colombiano. Pobreza y miseria en unas zonas regionales menos vigiladas que en otras. 

Pero el peligro social de los contagios y la muerte va más allá de quienes se exponen a diario en las calles buscando el pan y la leche para mitigar el hambre entre sus núcleos familiares. No soy para nada un fatalista de opinión en potencia; pero: 

Habría que repensar, que si los más acomodados económicamente dentro de nuestra sociedad, permanecen en el statu quo de su zona de confort, y no ejercen el control ciudadano constitucional ante los gobernantes que incumplen sus programas de gobierno; no habrá vida social segura para nadie.

Y siguiendo con las responsabilidades sociales para la vida en comunidad ¿Estarán fuera del contagio y la muerte? aquellos de mejores condiciones sociales y económicas, a esos dirigentes de la política regional, que sin pundonor alguno han deshonrado la democracia electoral del Caribe colombiano.

Promotores ellos de la compra criminal de votos, y que a la postre han contribuido para que los menos éticos e intelectuales sean elegidos a punta de constreñimiento electoral, y sean estos, lo del ayer y del hoy, quienes dirigen la Administración Pública, a la medida de cómo se hicieron elegir.

Y mientras se sufre en la región y la nación por la pandemia y la parálisis económica, ¡Otra paradoja! El expresidente de Colombia y Premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, fue elegido como nuevo miembro de la Junta de la Fundación Rockefeller.

Su misión principal es promover el bienestar de la humanidad a través de cuatro propósitos: poner fin a la pobreza energética; lograr salud para todos; garantizar seguridad alimentaria para el mundo; y expandir las oportunidades económicas. Entre otros nombramientos internacionales.

Y en otras naciones, estos premios por efectos sustanciales fuesen para sus connacionales, materia de orgullo patrio y un modelo de liderazgo político a seguir; pero acá donde él gobernó, esos cuatro pilares se recrudecen: Pobreza. Salud Pública. Seguridad Alimentaria. Y Oportunidades Económicas. Y son precisamente, entre otras causas de su gobierno, donde sus detractores políticos no le reconocen ni un ápice.

Y en el terreno actual nacional, a Duque se le agota el tiempo y se desvanece en su inexperiencia y sabiduría para gobernar. Y a nosotros los costeños, no nos matará este coronavirus la esperanza de vida digna social; sino el virus vicioso de comprar la conciencia y la decisión ciudadana colectiva fallida para elegir a los gobernantes.

Salmos 89:41 Todos los que pasan por el camino la saquean; ha venido a ser una afrenta para sus vecinos.

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