Tras superar tres picos e iniciar vacunación de 55 a 59 años, Barranquilla comienza a elaborar protocolos de bioseguridad para reactivar todos los sectores. Funcionarán como pilotos para el país: @ErikaFontalvo.
Soy entre los escritores,
oriundos de la Costa Caribe, no sé, si el más incisivo y esperanzador, en ir
llenando semanalmente columnas de opinión con noticias constructivas, y hechos
propositivos que vayan recuperando la moral social y política de la Región,
ante la Nación.
Pero en décadas, mi fuerza
lingüística costeña solo estaba visionada a escribir para la recuperación de la
ética, perdida, o nunca obtenida. Cuestionando a quienes vienen avergonzando la
representación de la cosa pública y política de la Región.
Más ahora, en el mismo renglón,
también sumo en fe para ir superando juntos esta covid-19. Pero la recuperación
de la salud de la gente contagiada y hospitalizada, no ha sido confiable por
falta de infraestructura médica, del desprestigiado Sistema de Salud de la Nación.
Más aún, ante la pasiva programación
nacional de vacunación, por eso, es que tanto el enfermo consciente, como sus
familiares, creyentes todos, conviven con una angustia latente.
Por otro lado, lo dije en otros
términos en el artículo anterior, que pese a no ser de la élite de los más
influyentes del sector económico y político del país; mi fortaleza es una “pluma”,
con un discernir místico para escribir, e ir aportando mi granito de fe, a esta
causa ciudadana.
Y de esa misma columna, he
recibido dos mensajes entre mis lectores, el de una mujer: que espera todos los
domingos mis epístolas ecuménicas ciudadanas; y un hombre: esperanzado que se
hagan ecos mis reflexiones sobre las mentes más débiles.
Cuando estoy con gente débil de
conciencia, me hago como ellos también con el propósito de que crean. En otras
palabras, trato de acomodarme a todas las personas a fin de salvar algunas de
la manera que sea posible. 1 Corintios 9:22.
Y aterrizando la terminología
Débil. En lo terrenal, en democracia, y en las circunstancias dadas por este
estallido social traído por décadas de desidia, la soberanía ciudadana
colombiana en siglos, ha sido débil, y vilmente engañada.
Un remedo de engaño democrático
en todas las campañas a elección popular. Engaños que han traído como
consecuencias, en todo el país, aún en algunas regiones más que en otras, un
subdesarrollo de gobierno en gobierno.
Con debilidad fiscal actual, que
ahora se evidencia en el deterioro de las finanzas públicas por estar debajo
del grado de inversión, al obtener el gobierno colombiano una baja calificación
económica ante los entes internacionales competentes.
Debilidad de Estado y Gobierno.
Semejante a la de un asalariado despedido, que al quedar reportado en las
centrales de riesgo, a causa de un crédito universitario para educar a su hijo;
y ya desempleados en la familia, padre, e hijo graduado.
Y al cerrar ésta columna, recibo
en una de mis redes sociales, un tercer mensaje, que en palabras textuales de
mi lector, me afirma que: “La izquierda progresista de Petro, trabajará con la
inversión privada, y no es lo mismo que Maduro”; y me invita a que vea su
planteamiento socioeconómico.
Todo mensaje bien intencionado,
es pacíficamente atendido. Una vez que me hago notar, siendo leído como escritor
de opinión ante la Nación.
Aunque este no es un escenario
público para defender candidatos y armar partidos políticos; pero para TODOS,
los "protocolos" de la Reconciliación Nacional, también funcionan acá
como pilotos para el país.
Y los hombres de Nínive creyeron
a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el
menor de ellos. Jonás 3:5.