Me gustaría dedicar esta columna
de opinión resaltando el trabajo colectivo y el triunfo histórico colombiano de
la dupla en Tenis de: Farah y Cabal, los campeones en el emblemático Estadio de
Wimbledon; y además ahora posan orgullosamente como número uno del ranking
mundial de dobles masculino.
¡Modestia aparte! Terminaría toda
la columna porque tuve la dicha de trabajar, aprender y jugar este famoso deporte
que, para mi época juvenil, años 80-90, era un privilegio donde solo lo podían jugar
las personas de familias más pudientes económicamente.
Y ya fuera de este júbilo
nacional, llega una nueva legislatura al Congreso de la República, que es el
recinto público donde se deben tomar las más transcendentales decisiones políticas
y económicas para un país en democracia.
Y a Dios gracias salió el de la
Presidencia anterior, porque mejor lo hubiera hecho don Jediondo, sí el mismo
popular cuenta chistes, porque las jugaditas hechas hubiesen generado risas y
no el oprobio como pasó en la realidad. La de la Consulta Anticorrupción. Una
de las mañosas “jugaditas”.
Ahora miren la joyita de noticia
que encontré en Twitter: @YolandaRuizCe El nuevo presidente de la Cámara de
Representantes, Carlos Cuenca, confirma que tiene seis investigaciones
pendientes. Entre otras acusaciones lo investigan por prevaricato,
constreñimiento al elector y enriquecimiento ilícito. Interesante hoja de vida.
Mi nota aclaratoria; los dos anteriores no son costeños.
Entonces vuelvo al inicio de la
columna y digo en mi imaginación, que, aunque medio país se dedique y se
esfuerce en las distintas competencias de alto rendimiento deportivo y lleguen
todos a las Grandes ligas y consigan todos los triunfos del mundo; el otro
medio país no va a mejorar su calidad de vida socio-económica.
Porque precisamente la gloria colectiva
para toda una comunidad en términos sustantivos de un progreso económico equitativo
solo se forja en la actividad ética política y su administración pública.
Y dejo en claro que los triunfos
de nuestros representantes deportivos seguirán llenando a esta Nación de júbilo,
dignidad y moral por el esfuerzo de ellos, de su disciplina y su perseverancia.
Ahora llegan las elecciones
democráticas para elegir cargos públicos importantes a niveles regionales; y ya
vemos alianzas de partidos y líderes nacionales que en las pasadas contiendas presidenciales
se trataron de corruptos y clientelistas unos contra otros; pero ya hicieron borrón
y cuenta nueva y ahora trabajan en hermandad y unidos electoralmente por el
"bien" regional.
Reconozco que, dentro de este
berenjenal de alianzas electoreras, la política la llaman "dinámica" porque
así la bautizaron para hacerlas más “decorosas e inofensivas” al Bien común; pero
sí, dentro de todos los partidos políticos, hay gente valiosa y capacitada y
con temor a NO perder la Gloria infinita de Dios, pero en sus alianzas anda el
diablo repartiendo ostias “sagradas”, es decir, sus falsas promesas políticas
de siempre.
¡Cierto! se nos ha pasado el
tiempo juvenil para quienes alguna vez soñamos con la gloria deportiva. Pero
tenemos una tarea insoslayable y de enorme envergadura con la patria, porque somos
la esperanza ciudadana para un país digno y libre en democracia. Y por eso
seremos jóvenes siempre.
Te comparto que al crear este
título: Gloria En La Política, me glorifico como ciudadano activo, que con
libertad y criterio propio y sin tener jefe político; y sin amnesia, los premio
o los castigo en las urnas.
Jeremías 29:11 Porque yo sé muy
bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y
no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.