viernes, 26 de abril de 2019

UN RELATOR DE PAZ

Estupefacto, definición: Que está muy sorprendido, asombrado o desconcertado ante algo poco habitual, y no comprende lo que pasa ni sabe cómo reaccionar.

Me es casi probable que muchos de mis lectores recientes y antiguos, intuyo últimamente han quedado así; estupefactos ante el desarrollo de las mas recientes declaraciones de mi fe escrita y su acompañamiento Bíblico.

¡Claro que los entiendo y los comprendo! Pero yo llevo dos décadas completas experimentando y cultivando cosas “raras” como estas y otras más inéditas.

Como tampoco no quedé estupefacto al escuchar la entrevista de un periodista a un relator fotográfico sobre imágenes recogidas durante el macabro y cruento conflicto armado en Colombia.

Y voy aprovechar parte de su contenido para relatarlo en este editorial y, desde luego, haciéndoles unas apreciaciones mías de lo más reciente y de lo poco que conozco de este funesto conflicto.

Entre sus apartes relata el fotógrafo que si los hijos de los mandatarios van a las filas de la Fuerza Pública aparecerían más en las portadas de las revistas más famosas; y yo le agrego, que entre sus dotaciones militares seguramente no tendrían botas pantaneras.

Y dice el relator que otros hijos de expresidentes se hacen multimillonarios con el favor del Estado colombiano, conociendo de manera confidencial y privilegiada la inversión pública privada, sabiendo ellos en dónde irían dirigidos los grandes negocios macro económicos de sus gobiernos.

Continúa contando el fotógrafo colombiano, Jesús Abad, a quien le atribuye todo lo pavoroso de la guerra a la clase política corrupta y que han convertido a nuestra sociedad entre clasistas y racistas.

Y sigue alegando que los medios de comunicación se han dedicado a entrevistar comandantes del ejército, guerrilleros y paramilitares, y no a los campesinos que reclutan para la guerra y a los demás restantes que producen en el campo nuestros alimentos y cuidan los bosques.

Remata diciendo el fotógrafo relator de imágenes de esta guerra, que este es un país de creyentes, mayoritariamente católicos, alega. Que son fervorosos cristianos en persona de soldados, policías, guerrilleros, paramilitares y de bandas criminales, pero es en donde más se violan los mandamientos sagrados, en especial el quinto: el NO matarás; y que la Iglesia se ha quedado inmóvil ante tanta barbarie. 

Pero a este relator le faltó en su ojo fotográfico un dato pavoroso acerca del fervor religioso; en donde a esa misma clase dirigente que el acusa como coautora de nuestra historia criminal, ellos mayoritariamente creyentes y “democráticos” a ellos mismos los vemos periódicamente en los principales medios de comunicación visuales del país, entrando y saliendo de diferentes cultos religiosos.

Son fervientes ellos dobladores de rodilla y “dadores alegres” en los grandes y diversos templos del país. Concluyo.

Cuando yo digo que en mi fe cultivo pensamientos “raros” es que contemplo mi fe y luego la escribo, esforzándome por ser un relator para una resurrección social en medio del largo cruento conflicto.

Exhortación papal: ¡Hoy contemplamos la tumba de Cristo vacía y escuchamos las palabras del ángel

Isaías 26:3 Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.

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