martes, 20 de noviembre de 2018

DOS DECADAS ES BASTANTE


No seré candidato, eso está categóricamente claro. Pero el deber ser del ciudadano activo en la política, desde donde uno esté radicado, ejerciendo la actividad y responsabilidad ciudadana que hace parte del elector como constituyente primario, y que en mí fe es imprescindible. Por lo anterior. Seguiré ocupándome en la política.

Pero sí les quiero compartir mi génesis testimonial político: En mis inicios como escritor de opinión me ilusioné queriendo ser candidato a la alcaldía de mi tierra natal; Sabanalarga Atlántico.

Pero pretendía llegar al cargo de la misma manera como solo puede llegarse a un mando de administración pública en esta Región, que es con el visto bueno de un Barón electoral influyente. ¡Grave error! No llegué ni a inscribirme. Favor que le debo a la vida.

Porque para entonces, desde siempre y hasta ahora, desafortunadamente acá en Colombia y radicalmente en la Costa Caribe no llegas a un cargo importante de elección popular sin el guiño y bajo el empuje de las triquiñuelas electoreras fraudulentas. 

Dedo en la llaga. Ironía de la vida. Los hechos nauseabundos de corrupción electoral en esta Región Caribe anunciados anteriormente por el Fiscal General de la Nación en plena campaña presidencial. Hechos impunes a la fecha de hoy.

Y ahora, este mismo Fiscal se encuentra en el ojo del huracán ante la presión y objetividad de la opinión pública independiente que le exige a la justicia claridad sobre hechos criminales ocultos y nauseabundos cercanos a su profesión.

Pero no es el primero ni el último escándalo de un personaje con un alto grado de mando en las funciones públicas del sector ejecutivo, legislativo y judicial.

Cómo tampoco será el único y el último encubrimiento respaldado políticamente entre “dignidades” afines al: yo te elijo y tú me eliges. 

Y los afanes de la NO impunidad un alto sector político populista solo quiere y se esmera por ver ejecuciones de justicia sobre los delitos cometidos en las guerrillas y narcotraficantes.

Y mientras tanto el ciudadano de a pie se pregunta: Y dónde está el resto de la delincuencia impune en Colombia. A ellos los cito al Evangelio: Donde se reúnen los buitres, allí están los cuerpos.

Impunidad de la cual no avanzamos: Ni movidos por la fuerza y poder misterioso en la fe por justicia. Ni por la ejecución del Imperio de la Ley. Ni en decisiones ciudadanas acertadas en las elecciones populares. Ni en Consultas Democráticas para poder removerlos de sus cargos.

Y pasa el tiempo en días, meses y décadas y no vemos renovación política a la vista y, en cambio las influencias de hechos nauseabundos, que como el camaleón se van transformando y que hacen que la gente popular tenga una percepción insalvable e inviable en esta Nación.

Papa Francisco: El Reino de Dios está entre nosotros. No es espectacular. Crece en silencio, a escondidas, mediante el testimonio, la oración y la atracción del Espíritu.

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