viernes, 29 de noviembre de 2013

EL ALIENTO DE VIDA



La exrehén de las Farc Ingrid Betancourt hizo un llamado a los colombianos a aprovechar la oportunidad de lograr un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc.
La actual generación de mando de las FARC es la última con motivación política y por eso hay que negociar. Tenemos que ser muy pragmáticos. Es mejor un mal arreglo que un buen pleito y es mejor lograr una paz que seguir en la guerra, insistió Betancourt, al referirse a las eventuales concesiones que se hagan a la guerrilla.
Todos los colombianos hemos sido víctimas del conflicto. Creo que a final de cuentas a uno le duele más la incomprensión de los suyos que la agresión del enemigo. Prensa.
El presidente Santos reconoció, valerosa y públicamente sus errores como gobernantes. Errores que mal se traducen en un perjuicio social. Errores políticos que en la lógica afectan la credibilidad de un gobernante de una u otra manera ante sus gobernados.
Al mismo tiempo, llamó a la reconciliación nacional, perdonando  a quienes lo han agredido políticamente. ¡Pero! Desafortunadamente entramos en una puja electoral en donde el mismo presidente hará parte de la contienda, año 2014.
Motivo por el cual, ahora no encontrará eco políticamente su llamado a la reconciliación nacional, porque, la contraparte lo traducirá como maniobra o estrategia de campaña electoral mancillado de oportunismo estatal como gobernante.
Mas el llamado a la reconciliación va inherente al ejercicio de la administración pública, en todo los tiempos de gobierno. ¡Lo que diga la boca, que lo emane el corazón! Que así sea.
Pero es que son mas de millones de millones de minutos que traemos a cuestas esta generación colombiana en medio de un conflicto fratricida y una corrupción pública rampante; en donde el odio cunde directa e indirectamente, mas  a quienes este mixto conflicto viene asesinando cuerpos humanos inocentes. Y, la corrupción. Sueños de conquista a su progreso socio-económico.
Tanto, para que de la noche a la mañana, la gran mayoría de sus víctimas perdonen sus crímenes y toda la barbarie dentro de esta guerra absurda.
Tanto también, para perdonar a quienes se han robado las oportunidades de los pobres a tener el Derecho Constitucional a la salud y la educación y las oportunidades de empleo con salarios dignos y justos.
Pero que tenemos un gran compromiso social toda la opinión pública por el tema grueso de hallar la terminación del conflicto armado entre el gobierno Santos y la guerrilla de las Farc ¡Si que lo tenemos que abordar con determinación!
Lo inadmisible es pasar de agache en el tema de la corrupción pública, ante el tema de la Habana. Porque es la corrupción pública otro grueso conflicto que carcome a esta generación. Que no quede como sofisma de distracción en las próximas contiendas democráticas, año 2014.
He venido sintiendo la justificación real que una vez tuvo el profeta Jonás, al negársele a Dios, en primera instancia,  para anunciar su Mandato de justicia ¡Porque no fue solo Nínive una generación abominable en el pecado más grande que nuestra sociedad actual!
Porque el pecado de criminalidad y de corrupción al estilo colombiano, ha dejado un valle de huesos secos. Termino  figurativo de indolencia social y de odios inmersos en el alma de muchos de nuestros compatriotas.
_Yo les hablé como él me lo había ordenado. Y mientras les hablaba oí un ruido: era un terremoto, y los huesos comenzaron a juntarse unos con otros.
Yo hablé en nombre del Señor, como él me lo ordenó, y el aliento de vida vino y entro en ellos. Yo el Señor, lo afirmo_ Profeta, Ezequiel, Cap. 37
Saludo, Julio

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