El proceso de paz recibe un mayor
apoyo entre las clases más altas de la sociedad. El sondeo, Colombia Opina,
encargado por diversos medios locales, muestra que un 62 % respalda que el
presidente que sea elegido en mayo próximo para el período 2014-2018 continúe
con el diálogo de paz con las Farc y un 31 % quiere, por el contrario, poner fin
al proceso.
El porcentaje de partidarios del
diálogo es del 79 % en las clases más altas, del 64 % en las medias y del 60 %
en las bajas, mientras que los contrarios son el 16 %, el 28 % y el 33 %,
respectivamente. Prensa.
Es comprensible que las personas
de estratos sociales más altos, sean entre comillas, los más beneficiados con
un desarme total de la delincuencia guerrillera.
¡Por ejemplo! Porque si es por la
alta clase empresarial en donde son los más beneficiados con este sistema
económico; vendría a hacer deseable para ellos el poder recorrer el territorio
colombiano sin la sombra del secuestro, y que la extorsión delincuencial no
desangre sus ingresos.
Podría en cambio pasar un poco
desapercibido para los estratos más bajos, quienes no gozan de los beneficios
de este modelo económico que es un lastre social por sus grandes brechas de
desigualdad; que al mismo tiempo, sus bajísimos ingresos económicos no le permiten
recorrer proporcionalmente el mismo territorio nacional, y no son blancos del
secuestro lucrativo, y la extorsión carece de sentido común.
¡Mas! ya lejos de cualquier
resentimiento social y desde un apartado apasionamiento político; vivir juntos
como sociedades civilizadas, aunque, en medio de las tristes desigualdades
sociales; pero:
Menos temor de muerte a manos de la
delincuencia común y del narcoterrorismo. Sin minas quiebra patas. Sin la
tortura del secuestro y la extorsión económica. Ya es bastante generoso en
comparación con la cruda, anticuada y actual realidad social colombiana.
Por la misma seguidilla de las inequidades
sociales en nuestra convivencia por la inexistencia de unas justas políticas
públicas en materia de economía, gran parte del mundo gime también por esta
misma exclusión gubernativa. Comparto:
El papa Francisco reveló recientemente
en su primera exhortación apostólica, titulada: La alegría del Evangelio,
denunciando duramente el actual sistema económico, que considera no sólo injusto
a su raíz, sino que, mata, porque predomina la ley del más fuerte. Esto en su primera
exhortación apostólica, publicada recientemente.
En síntesis. Hallar la
reconciliación en Colombia vía pacífica la deseamos pobres y ricos en términos generales, independientemente del
aspecto socio-económico con que se le mire y del que se tenga favorecimiento, o
desfavorecimiento total.
Empero. La paz para los pobres si
implica: lo inverosímil del desmonte de exagerados intereses particulares
y partidistas que benefician
económicamente a gremios capitalistas empresariales e
industrializados.
El gobierno Santos viene
mostrando resultados en la masificación del empleo. Plausible en medio del
conflicto armado. Mas la cobertura en la calidad del mismo empleo; podría ser
una tarea más dispendiosa por su complejidad. ¡Tiempos del postconflicto!
Porque de esta cobertura y
calidad, tangiblemente si se le abonaría sustancialmente a la paz de los
pobres.
Nos viene un serio compromiso ciudadano electoral -2014-
para las elecciones del Congreso de la República; se conoce de ante mano su
Modus operandi. ¡Reiterativo! Que el tema de la Habana, no opaque el debate de
las injusticias sociales y su impunidad moral y ética. Hay mafias criminales encubiertas y venenosas contra los intereses generales.
_Y yo estaré atento para
defender a los míos frente a cualquiera que pase por aquí. El opresor no volverá
a oprimirlos, porque ahora yo vigilo con mis propios ojos_ Profeta, Zacarías 9.
Saludo, Julio.
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