Ya ahora en reposo del candente
episodio, Petro versus Procurador. Caben dos reflexiones para la objetividad a
la que realmente debe llevarnos el tema,
que es, la preservación de la Institucionalidad y el buen criterio de la altísima
responsabilidad para gerenciar un cargo público, tanto por elección popular o
por asignación de otra manera y, el otro, el de la preventiva ecuanimidad de los entes de control.
Por un lado es un mensaje
subliminal para quienes están manejando los recursos públicos, que no solo
tienen que ser de carácter incorruptible por lo sagrado del bien general, sino también
gerencial, en donde prima: planeación con ejecución eficaz y eficiente acorde a
la ley y la preservación del medio ambiente.
En la otra orilla sobre los entes
de control, que importante para el ciudadano independiente, que hace votos y
solo vela por el bien común, ciudadanos que no hacen distinción de la
militancia política e ideológica que ostente cualquier funcionario público en
su ejercicio. Vean mejor estos ciudadanos que los entes muestren resultados
justos, porque al final de todo asunto público, la transparencia y la buena
gestión gerencial, no admiten discusión alguna.
Queda un análisis en función de
la Procuraduría sobre este caso Petro, en donde se evidencia la desproporción
de la sanción. Tendría el Congreso de la República un debate sobre el alcance
del poder Constitucional, hoy en manos del Procurador Ordóñez.
Por esa importancia de esta
guardia Constitucional y democrática: Presidente Santos lanza ofensiva para
preservar la Institucionalidad. En momentos turbios, es donde sale a relucir la
moderación y sabiduría de los gobernantes. Hago voto ciudadano para que el
presidente Santos, no sea la excepción.
Porque fuese cual fuese la suerte
política de Petro; lo defendible son las Instituciones Públicas. Queda en conocimiento
de que los funcionarios públicos pasan y, las Instituciones quedan. Queda de rigor
y de ejemplo para los futuros gobernantes, que no es suficiente tener un corazón
en función ideológica hacia el pueblo, pero que al gobernar no se tenga en
cuenta el Ordenamiento Jurídico y, lo recomendable es la gerencia en la planeación
y la organización de proyectos públicos de la mano de los entes de control.
La Procuraduría General de la
Nación formuló pliego de cargos contra Franco Castellanos Niebles, en su
calidad de alcalde municipal de Soledad por irregularidades relacionadas con un
proceso contractual por un valor de 167 millones de pesos. Prensa.
Quienes conocemos la malograda situación
pública del municipio de Soledad Atlántico, creemos que no hay poder humano ni
mecanismo democrático conocido que salve a sus habitantes de tanta indolencia
administrativa por la lista negra de sus exgobernantes en estas dos últimas décadas.
Quienes están incursos en fraudes de corrupción
y malversación de los recursos municipales.
Incertidumbres muy próximamente del
debate en el Congreso de la República, sobre la suerte de los poderes de la Procuraduría
General de la Nación entre los controles y fallos de los funcionarios estatales
de elección popular. Que no se equivoquen beneficiando a la corrupción y la
ineficiencia en el manejo de la administración pública.
Una recomendación sería poner la
responsabilidad en manos de una Corte que en su mayoritario consenso, dé la determinación
de la suspensión de un cargo y la inhabilidad del mismo funcionario. Se eliminaría
de tajo, los Súper poderes o la Inquisición que hoy le endilgan al Procurador.
_Si dos caminan juntos, es porque
están de acuerdo. Nunca hace nada el Señor sin reverarlo a sus siervos los
profetas. ¿Quién no tiembla de miedo, si el León ruge? ¿Quién no
habla en nombre del Señor, si él lo ordena?_ Profeta Amos, Cap. 3.
Saludo, Julio.
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