jueves, 23 de diciembre de 2021

MI MEMORIAL DE CIERRE.

Con los contrastes y sueños de la vida inicio el comienzo de esta epístola memorial, y, a la vez, cierro un año 2021, precisamente, lleno de contrastes en las vicisitudes de la contrastada vida social de los colombianos.

Con sólo mi limitada intelectualidad conjuntamente con mis básicos conocimientos matemáticos, no era posible calcular y terminar el año concluyendo en mi blog http://lavozdelcarmen.blogspot.com/ con exactamente 365 columnas de opinión.

Es decir, que entre dos décadas como escritor tomo las 365 crónicas y las comprimo en ese tiempo, y resultaría que tuve un año exacto donde escribía una carta a los colombianos día tras días sin interrupción en el calendario.

Prosigo creyendo que pese a dos décadas un relator no desmaya, si este cree que lo que escribe es importante, y su público lo considera impactante -como creo sea mi caso-; además una vez oí decir que solo Dios sabe los efectos y alcances de una prédica. Entonces. ¡Amén!

Entretanto, como he observado cierta aceptación, a estas alturas de mi vida literaria, si se cumpliera la ley de la compensación yo estuviera traspasando las fronteras del éxito en esta mi profesión de fe.

E imaginándome que así fuese, incalculable sería el orgullo familiar de mis padres por darme vida y sus apellidos, consecuentemente, mis hermanos y mis hijos, los viera a ellos apropiarse también del alcance glorioso de mi fama.

Por consiguiente, tomando otro ejemplo, en la tierra que me vio nacer y crecer, los de mi promoción de bachillerato #Codesa85, al ver ellos la popularidad de mi proeza, en cada aniversario, me extenderían la alfombra roja, literalmente.

Pero en realidad, conversando con el agente inspirador espiritual, ese que me ayuda a redactar mis crónicas; le he dicho que en vez de cronista, yo hubiese sido un poeta para la composición del canto musical popular.

Porque con sólo unas composiciones mágicas dadas y acogidas a famosos cantantes, mi campaña de poeta con mis éxitos elocuentes, para la familia y la provincia, yo fuera el centro de admiración.

¡Pero no soy ese poeta compositor famoso! Soy el cronista que combina o alterna los hechos innobles de ésta déspota política colombiana que producen destrucción moral, hambre y pobreza.

Hambre y pobreza. Son desechos humanos en contraste con el arte político noble y sagrado que es el de servirle a los demás con gratitud.

Pero el que espera lo mucho, espera lo poco; dicho esto, espero que este largo trabajo social y político de reconciliación tenga un importante impacto de orientación objetiva en la ciudadanía, ahora que se vienen dos contiendas democráticas de elección popular.

Pero hasta ahora mis aportes de opinión, solo pueden ser leídos de manera virtual, consigna que tengo de recopilar las más recientes columnas relevantes en materia político electoral y llevarlas a la edición de mi primer libro.

Isaías 54:2: Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives; alarga las cuerdas, clava bien las estacas.

Porque si en algo tengo certeza de la fe, es que en la historia de la salvación en las Sagradas Escrituras, ningún hecho trascendental para las comunidades ha pasado sin antes haber sido anunciado.

Y la Reconciliación Nacional para Colombia, no debe ser una excepción. Sin mezquindad de los déspotas, sino juntando la comprobada nobleza humana infalible de los colombianos en su buena fe, porque NO es como poetas que vamos a salvar esta democracia clientelista; es con voto de opinión masivo-moderado.

Isaías 54:10 Aunque las montañas cambien de lugar y los cerros se vengan abajo, mi amor por ti no cambiará ni se vendrá abajo mi alianza de paz.

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