sábado, 29 de diciembre de 2018

EN POLÍTICA SOY TIBIO


Valga la aclaración que es en política porque como creyente, un tibio es......tú sabes.
Bueno, a decir verdad, siendo un poco optimista y extremadamente bondadoso, porque un tibio en el campo espiritual, es una persona con su fe en un limbo.

La titularidad de este artículo también pareciera querer "pavimentar" una candidatura política a nivel nacional muy importante; pero la verdad, no tengo la capacidad mediática para llegar siquiera ser una amenaza electoral democrática a corto o mediano plazo.

Pero alguien creyente, optimista y perseverante me daría un buen consejo: Que por algo se empieza. Y es notorio que todo buen proyecto siempre tiene inicios difíciles en donde muchas puertas no se abren de la noche a la mañana.

Pero ayudaría que un tibio proponiendo paz en la política y sin ninguna pretensión de candidatura a cargos públicos; sería como una amalgama en medio de una polarización ácida y visceral que no ha permitido ver y valorar a un líder carismático o gobernante alguno, planificando con el poder persuasivo para una verdadera Unidad Nacional en lo más fundamental de lo social; presentando una Agenda Política Anticorruptible con desarrollo económico equitativo creíble.  

Y mientras convivimos en el llamado país del Sagrado Corazón pero en medio de oscuras circunstancias de recientes muertes extrañas y misteriosas de testigos claves en el caso corruptible de Odebrecht; y al mismo tiempo el director de Medicina Legal cuestionado por actos de irregularidades de la institución de las ciencias forenses.

Y retóricamente algunos gobernantes, dirigentes políticos y empresarios siguen creyendo que los únicos héroes de la patria solo son los de nuestra Fuerza Pública quienes cumplen una parte del heroísmo patrio persiguiendo y eliminando criminales armados de terrorismo.

Pero estos delincuentes que vemos abatidos en todos los medios de comunicación son los que conforman el prontuario de los “detestables alias” colombianos que han crecido y se han formado, o mejor, deformado como antisociales, en muchos casos de ellos, desde su infancia a falta de oportunidades económicas y sociales que le han sido diezmadas por una corrupción impune y confabulada por una justicia abiertamente desacreditada.

Por tal razón estoy en total desacuerdo con aquellos que disciernen con sesgo político de que en Colombia hay muertos bien muertos. Sobre aquellos delincuentes que son abatidos a mano armada. Y contrario sabemos que aún hay “vivos” que con prontuario corrupto causan igual daño, no de criminalidad, sino de miseria a los más pobres.

Escrito en el Evangelio, que el salvador no levantará la voz. Y acá en el país del mismo Sagrado Corazón, en cambio; algunos creen y esperan que a punta de división, disociando y de argucias políticas les van a enderezar el país y “pavimentarle” el camino a su prosperidad.

¡Contrario sin ofendernos y con coherencia política! Sagradamente. Se Puede.

Papa Francisco: El Adviento es un tiempo para prepararnos a la venida de Jesús, el Príncipe de la paz. Un tiempo para hacer las paces con el prójimo.


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