viernes, 4 de enero de 2019

2019 AÑO DE TEMOR


Entre las costumbres retóricas de fin de año está entre unos a otros desearnos la bendición de un nuevo año lleno de dicha, felicidad y prosperidad. Y eso hace parte de las propiedades de nobleza de la raza humana colombiana, entre otras cosas.

Porque nadie sabe el destino de sí mismo y el de los demás año tras años. En donde es natural que los temores de la humanidad sean contra la seguridad integral de su vida. La salud. Su economía. Hallar y sostener su prosperidad.

Y como comunidad desde 1.819 hasta este 2.019, son 200 años de Independencia de una élite española conquistadora y opresora libertada por Simón Bolívar; más aún pasados 200 años la esclavitud económica y social no ha trascendido hacia el bienestar de nuestra gente. Sucedió que pasó a manos de la opresión de un capitalismo criollo y salvaje conmemorando ahora injustamente un bicentenario de desigualdad social.

Y esto surge y se extiende de costumbres de gobierno en Colombia, que al inicio de cada año, con los aumentos entre el reajuste del salario mínimo contra las reformas impositivas que vienen siendo represivas para el proletariado y su familia.

Y según un control político legislativo hay mucha benevolencia del actual gobierno para los más pudientes en la reciente Reforma o “ley de financiamiento”, con beneficios económicos para los de la clase empresarial elitista contra quienes generamos empleo en pequeños negocios y por justicia social reajustamos salarios; pero que no contamos con la generosidad astronómica y económica dada a los grandes industriales y banqueros del país.

¿Y qué conmemoramos? Diría esta generación que ha sufrido en carne propia el flagelo que causa su pobreza, por el cual ellos no creen  que una simple conmemoración del Bicentenario, como quien saluda a la bandera, y con diplomáticos reconocimientos, los van a liberar de la opresión de la injusticia social y su corrupción enquistada que los mantienen sin consuelo.

Pero claro que debemos aterrizar la fe y aprender de nuestra historia libertadora Bolivariana. Un Paso crucial. Ya se le ha venido dando “sepultura” para quienes empuñaron las armas para reconquistar el Estado.

Ahora entramos a un año de ambiente electoral fundamental para libertar en democracia a nuestras regiones. ¡200 años! Ya los ciudadanos debemos tener criterio y responsabilidad como constituyentes primarios con la capacidad intelectual y la libertad política para identificarlos y eliminarlos en democracia.

En las urnas contra los candidatos opresores criollos; estos serán entre otros: concejales, alcaldes, diputados y gobernadores.

En mis escritos he sido implacable contra todos los hechos de corrupción; por lo tanto uno obtiene en la opinión un cierto reconocimiento de los más sufridos. Pero les digo que no seré un Jonás, es decir, un abnegado al arrepentimiento del corrupto.

¡A tu oído mi lector! Esta mi oración de fe para iniciar este año electoral: Salmo 109,1; Oráculo del Señor a mi Señor; siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies. Amén.

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