Contrario
si personas conocidas y cercanas a nuestro entorno te “alaban”; que joven te
conservas y, otra vía telefónica te confiesa que: eres mi escritor favorito. Instantáneamente
el espíritu te sube sublime e inconscientemente. A otro nivel de vanidad y de
autoestima.
¡Ahora!
Que te hablen de jovialidad en un mundo de ambiente atmosférico tan contaminante
a la salud corporal, insano en algunas comidas y bebidas y peligroso en
enfermedades mortales contagiosas e incurables, eso por un lado; y por el otro,
que te elijan como: un preferido escritor entre tantos intelectuales, sin uno
serlo. El nivel emocional vuelve a subir.
Pero
algunos gozan de una apariencia jovial teniendo una vida rigurosa limitando la
dieta a ciertas comidas y bebidas entre otras medidas disciplinarias
recomendadas por los especialistas de la salud entre otras cosas. Cuidarse es
la finalidad. Mente sana en cuerpo sano.
Y por el
otro lado, otros son juiciosos y aparecen en la élite de los intelectuales de
mentes prodigiosas, donde desarrollan el cerebro permanente y rigurosamente
para estar actualizado y documentado entre lectura y lectura y haciendo
investigaciones científicas, financieras y periodísticas habidas y por haber.
Aquellos que no comen cuento.
Pero yo
en particular no me ubico en ninguna de las anteriores celebridades importantes
disciplinarias; sino que mi apariencia jovial y de ser escritor de opinión,
vino más por una necesidad emocional material que me llevó a lo espiritual.
Pero no
es este el espacio oportuno y propicio para personalizarse en el titular de
este artículo; más bien tiene un trasfondo de un mensaje para una comunidad extremadamente
de consumo materialista y específicamente a causa de este afán, son proclives
al envejecimiento prematuro físico y emocional.
Por lo
anterior de mi singularidad el paso es hacia la pluralidad, retando a esta
sociedad económica, política y cultural colombiana que el envejecimiento los
atrofia y la muerte es su último peldaño de vida.
Pero
nadie con tres dedos de frente pudiere omitir probar una verdadera cultura de
vida espiritual en donde el resultado confiable es de mantenerse siempre joven
pese a los años vividos.
Acostúmbrense,
les pido a mi estimado círculo de lectores porque mis pensamientos son atraídos
por la fe, insólito e incómodo a la vez, a la hora de digerirlos.
Les
compartiré muy longeva y expresivamente ésta mi fe. Intuyo. Algo esperanzador
desde que fui expulsado del vientre de mi madre (modelo 67). Y esta es mi
ganancia espiritual: ¡Hoy! A Otro Nivel.
Resalto: Los
piropos vinieron de dos mujeres. Esto como honor a la observancia innata que
resaltan al género femenino y su importancia en la historia de la vida y la
salvación cristiana.
Papa Francisco:
¿Cuál es el secreto de la belleza de María, “tota pulchra”? No es la
apariencia, no es algo pasajero, sino el corazón totalmente orientado a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario