viernes, 26 de septiembre de 2014

A PASAR LA PAGINA

Ante la titularidad de esta columna, en donde  hago específicamente referencia al tema social colombiano. No antes de recibir las arremetidas del escepticismo -válido por demás ante la opinión pública- que ello atrae por la complejidad histórica de nuestro conflicto interno.
Pasar la página conjuntamente nos va a costar, literalmente, un ojo de la cara y, no se sabe cuánto tiempo, de compararse ante los lastres de los padecimientos sociales de estas cinco o seis décadas como comunidad mal vividas.
El presidente Santos consiguió una fórmula del dialogo con las guerrillas de las Farc, para que éstas depongan las armas y expongan sus ideales y políticas en todos los escenarios y en las contiendas democráticas en todo el país; fórmula de la concertación que más bien que para mal, deseamos muchos ¡Rogamos! Para que este proceso con sus respectivas y necesarias complejidades, avance.
De llevarse a cabo esta negociación a un término considerable para menguar la fuerza violenta y criminal que nos atemoriza; luego habría que sortear, quien se atreverá a apaciguar o a exorcizar algunos espíritus endemoniados de los odios y las venganzas de víctimas destiladas de este mismo sangriento conflicto social colombiano. Pugnacidad que vienen socavando los escenarios políticos que ondean ahora la bandera de la confrontación y la polarización en el Congreso de la República.
Por lo anterior y algo más. Le dije a manera de comentario a un amigo y compañero de trabajo. De ser revivido Jonás, quien llevó para entonces el mensaje de salvación de Dios a la ciudad de Nínive, comunidad sucumbida por lujurias y otros tentáculos pecaminosos que desacreditaban y atemorizaban al resto de esa comunidad, -comunidad que por cierto muy estimada por Dios- y de ser revivido nuevamente Jonás, imaginariamente, de seguro el protagonista sería nuevamente la Ballena.
En esa otra cara de la moneda que infiere en nuestras complejidades sociales; remembrando un reciente temor del gobierno nacional frente a una amenaza  ante un fenómeno climatológico de sequía, más precisamente para nuestras regiones costeras, en donde los clérigos de la Iglesia Católica, conjuntamente con la comunidad, oraron a Dios para revertir esta amenaza. Comparto:
A La Guajira lo que más daño le hace es la corrupción: Procurador. Este dijo, al finalizar su rendición de cuentas en Riohacha, refiriéndose a la problemática del agua en esta parte del país. Dijo: El problema no es la sequía sino la corrupción. Y agregó que se adelantan investigaciones disciplinarias contra funcionarios de la región que estarían involucrados en actos de corrupción.
Frente a las conciliaciones judiciales alcanzadas gracias a la participación de la Procuraduría, el Ministerio Público resaltó que se lograron 475, lo que significó un ahorro para el Estado de más de 21 mil millones de pesos. Prensa.
¡Conciliar! Perentoriamente ante quienes se arrepienten de haber cometido delitos,  resulta un elemento e instrumento y principio básico y fundamental para descongestionar los procesos en las instituciones de la justicia para la construcción de la verdad, reparación a sus víctimas y la no repetición del delito.
Alentar el camino de la cultura ciudadana en que la vida es sagrada y ante todo el respeto a los Derechos Humanos. Y hacia la Administración Pública. En que sus recursos públicos sean sagrados.
Ambientemos colectivamente el arrepentimiento. Ayuda sobre todo  ante una justicia colombiana que históricamente tarda y, cojea, en el mejor de los casos, y más ahora que tiene una desfavoralidad tendiente a la baja. Rogamos ante la sequía de valores contra una lluvia de delitos:
_Antes de ser juzgado, examínate a ti mismo, y cuando Dios te pida cuentas, te perdonará. Y cuando peques, arrepiéntete_ Eclesiástico, Cap. 18
Saludo, Julio.

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