viernes, 12 de septiembre de 2014

APOSTOLES PARA LA PAZ



Ser capaz de entender y discernir que el perdonar y reconciliarse no es sinónimo de desaparición de la justicia. Como algunos tienden políticamente a interpretarlo. El perdón y la reconciliación no reemplazan a la justicia. Todo lo contrario. La descongestiona una vez  se llegase a un mutuo acuerdo consolidado de reparación y de no repetición. ¡Suena facilista! Pero, no intentarlo, es hacerle culto infinito a lo incapaz.
Es cuestión de perdonar tantas veces sea necesario como terapia espiritual sanadora a nivel personal. Al mismo tiempo. Como tantas veces sea necesario denunciar ante la justicia si los actos acarrean sistemáticamente un daño físico y moral al mismo nivel personal, como también si las agresiones trascienden al deterioro de la sociedad de la cual se hace parte.
Soy capaz, una campaña para ponerse en los pantalones del otro. La propuesta busca que haya gestos de paz y reconciliación en el país.
Que una marca decida dejar a un lado sus colores institucionales y se vista de blanco al mismo tiempo que lo hace su competencia, o que un periodista se siente en la silla de su par en una cadena radial rival, son gestos que revelan una firme intención de buscar la reconciliación. Y estos ejemplos se verán a diario, durante 30 días.
Todas estas manifestaciones, en las que se comprometieron más de 120 empresas colombianas, pero también otros sectores de la sociedad, hacen parte de la campaña: Soy capaz, que salió  a la luz, y que busca llevar una reflexión a los 46 millones de colombianos a través de símbolos muy fuertes de paz.
No solo se tratará de marcas. También se sabe que, por ejemplo, iglesias de diferentes cultos se han unido a la propuesta. Y en el acto del lanzamiento, cinco personajes se pondrán literalmente en los zapatos de desplazados y desmovilizados. Prensa.
Pero no nos digamos mentiras que esta propuesta, de: Soy capaz;  es una coyuntura de x o y personas, afines con la paz, para tratar de ambientar un pacifismo para el país, hoy en manos de la gobernabilidad del presidente Santos, con lo que se pueda contribuir favorablemente en las negociaciones actuales en la Habana.  
Lo que hay que admitir es que es apenas la punta del iceberg, en cuanto a la problemática violenta de la criminalidad, el narcotráfico y el terrorismo, que no radica expresamente en las abominables acciones de la guerrilla de las Farc.
Porque, según una unidad investigativa, la Dijin, reporta que otros grupos criminales, también completan el mapa del hampa y que tienen una concentración de militantes de 3.400 hombres, integradas al negocio del narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal.
Entonces erran, quienes afirman, que la reciente campaña de: Soy capaz, es para crear específicamente beneficios políticos ante una supuesta impunidad antisocial para las Farc.
Porque, pensando erradamente así, habría que crear varias campañas, o apostolados de paz, para persuadir al desarme de cada grupo criminal que atente contra la paz y el desarrollo de todo un país.
¡Ahora! En un  ambiente de equilibrio para una paz perdurable con justicia social; si habría que extender la campaña de: Soy capaz, llevándoles el mensaje para todos los servidores públicos quienes administran el erario y, decirles: Ustedes si son capaces: De santificar los recursos que van para los más pobres.
¡También suena facilista y aún más ingenuamente soñador! Porque ellos si serán los más indicados Apóstoles para nuestra paz.
_La rebelde Israel es menos culpable que la infiel Judá ¡Vuelve a mí, rebelde Israel! No te recibiré de mal modo ni mantendré mi enojo por siempre, porque soy bondadoso_ Profeta, Jeremías, Cap. 3.
Saludo, Julio.

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