viernes, 15 de agosto de 2014

CON EL NUEVO GOBIERNO



Para el Buen Gobierno del presidente Santos, basado en sus tres pilares para la gobernabilidad anunciados en: Paz, Equidad y Educación. Extraigo una determinación desde la lactancia de su discurso de posesión para este nuevo cuatrienio, y es cuando entre otras palabras, el presidente Santos dijo: Ya es hora de que no le digan al gobernante del Estado colombiano, cómo voy yo ahí.
Es todo lo contrario. Cómo podemos todos los colombianos aportarle al desarrollo a este mismo Estado. Siendo parte de las soluciones desde cualquier ángulo ciudadano. ¡Intuí inmediatamente!
La autocrítica y su reflexión recaen inmediatamente en sí mismo, para el trabajo de su coequipero, su gabinete ministerial y todo su entorno de maniobra ejecutiva.
Y si hay algo que desencadena la gobernabilidad y la democracia, es precisamente la falta de libertad política para armar un equipo idóneo del conocimiento y las buenas prácticas públicas; porque estas estrecheces políticas de las recomendaciones y los compromisos previos electorales, son precisamente en donde el ciudadano del común y, en forma generalizada, desaprueban la gobernabilidad y de paso; la democracia y su elección popular no es un mecanismo confiable.
 Desmarcarse de su círculo partidista político es más que un acto de valentía, es más bien, el dominio en sí mismo en bien de la grandeza para la gobernabilidad, la eficiencia y la transparencia. ¡Un escenario anhelado aun por conocerse totalmente! La incógnita democrática aún por resolver.
El presidente Santos y la Alianza Verde instalaron recientemente una mesa de concertación sobre temas específicos en los que, sin necesidad de que este partido entre a la coalición de Gobierno, se buscarán acuerdos para trabajar conjuntamente.
Los temas acordados, según una declaración que se dio en la Casa de Nariño al término de la reunión, son reforma política y equilibrio de poderes; educación; salud; descentralización con énfasis en la región Pacífico, ambiente y cambio climático.
Queremos ver en qué puntos al país le conviene que podemos trabajar juntos, sin buscar puestos en el Gobierno o cuota burocrática, precisó Santos, quien añadió que la Alianza Verde va a mantener su independencia crítica. Prensa.
La lógica y costumbre es que el gobernante elegido en democracia gobierne con sus afectos ideológicos entre los partidos políticos que lo apoyaron. Mas una cosa es dejar contentos –burocráticamente hablando- a un grupo político sin tener en cuenta capacidades y conocimiento de causa y, sin principios mínimos de eficiencia.
Y quien  así lo hiciere, es darle la espalda –como lo hacen los indolentes- al resto mayoritario de los ciudadanos que libremente apoyaron su programa de gobierno. No se necesita frotar una bola de cristal siquiera, para vaticinar su desenlace final.
¡Intuyo e insistiré!  Que el presidente Santos, desde la lactancia del discurso de posesión, ha entendido que la gran mayoría de ciudadanos quienes optamos por su apuesta de gobierno pacifista, ahora de nuevo en el trono presidencial, no fue para honrar a un pequeño grupo selecto de la política entre sus aliados.
¡Intuyo a la vez! Que el presidente Santos sabe que cuenta con un apoyo en un consenso frágil pero incondicional con los ciudadanos y los partidos políticos que lo acompañamos a la hora de buscar el fin del conflicto con los grupos ilegales y criminales. Pero ciudadanamente, limitado y condicional en lo social.
¡Sepa el presidente! Que la honra al país no es solo desarmar a los violentos en armas.
_La sabiduría perfecta consiste en honrar al Señor; ella acompaña a los fieles desde el seno materno. Puso entre los hombres su hogar para vivir siempre allí. Al que honra el Señor, al final le irá bien_ Eclesiástico, Cap. 1.
saludo, Julio.

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