Tercera y última añoranza entre
las tesis que rodearon la Ola Verde en las pasadas elecciones presidenciales 2010;
el lema era que: No todo vale, en aras de desinformar y luego conquistar a los
ciudadanos y llegar al poder vía democrática.
Pero ante los actuales escándalos
que ya rayan con lo judicial. El todo vale, es ahora la manzana de la discordia.
El proceso en la Habana para finalizar el conflicto armado con las Farc y, en
la que se ha de sumar el Eln, parece ser
el centro del menú visceral en lo que se ha convertido en parte la campaña presidencial
2014.
Le escuché decir, como a manera
de tesis, en un programa televisivo al investigador, político y ex insurgente, León
Valencia, al ser abordado sobre su pensamiento sobre los diálogos en la Habana,
decía de manera comparativa e imaginaria, de que la sola firma del fin del
conflicto, no será un paso para sacarlos literalmente del infierno como
gestores de la guerra a los ideólogos y los actores materiales de los crímenes
de lesa humanidad que vienen cometiendo las guerrillas.
Es profética la tesis de León Valencia. El
infierno armado podrá cesar. Mas el infierno ideólogo de las venganzas, serán
el pan de cada día, ya lo visionamos en el postconflicto.
La opinión internacional ve con
buenos ojos la posibilidad real de alcanzar un acuerdo concertado; lo que
también saben ellos a manera de información periodística y que vemos nosotros
los ciudadanos quienes le estamos apostando al escenario de la civilidad;
además de que debe ser un tema central de justicia y reparación integral, que
logre involucrar a todos los colombianos. ¡No obstante!
La verdadera reconciliación, es
algo que al día de hoy no está al alcance de ninguna delegación humana que lo logre concebir siquiera. Porque: El todo
vale, a la luz visceral que algunos ciudadanos influyentes han vuelto la
política electoral una asquerosidad en Colombia ¡Refrán! Dime como concebirás
el poder, y te profetizaremos como lo terminarás.
También con anterioridad recibí
otro mensaje vía correo electrónico, ya este proveniente del grupo de trabajo
de la campaña presidencial de Enrique Peñaloza, firmada por Enrique,
lógicamente. La solicitud ciudadana era para que hiciera parte de su trabajo
electoral, como testigo.
Respuesta negativa,
desafortunadamente porque Peñaloza ha demostrado ser un buen tipo candidato, políticamente
hablando.
Mas mi respuesta corta y sin más
detalles, estuvo cargada de coherencia en mi visionaria fe; ahora en estos
momentos coyunturales de apertura a la civilidad, no necesariamente uno debe
luchar para ser Presidente de un País con tantas penurias sociales en cada región,
para servirle a la patria, se puede desde cualquier escenario político social.
Porque existe hoy una delegación
de notables conciudadanos, orientados por el gobierno Santos para que de forma
concertada, vienen ganando terreno con unos
puntos definidos en una Agenda pacifista, y que luego deberán ser refrendados ciudadanamente
esos acuerdos vía democrática.
En apoyo a este mandato de
civilidad. ¡Razón! Santifico mi voto electoral presidencial 2014-2018.
Porque para hacer la guerra
existe el ser humano con las características animales en su irracionalidad,
existen estos armados del terrorismo, guerrilleros quienes ahora la quieren
detener concertadamente estando aun en la ilegalidad. Y hay quienes la quieren
prolongar, actuando irracional e ilegalmente.
¡Insisto por eso! Ciertamente, no
hay hoy día una delegación humana que
nos garantice la reconciliación de todos los colombianos. Una delegación
espiritual, será la garantía ¡Postconflicto!
_Después de estas cosas derramaré
mi espíritu sobre toda la humanidad. Los hijos de ustedes hablarán de mi parte.
También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días_ Profeta.
Joel. Cap.2
Saludo, Julio.
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