viernes, 7 de febrero de 2014

CON CORAZON DE JUSTICIA

En esta era de evoluciones y de un extremado progresismo. Bienvenido el debate en aras de reunir todos los conocimientos científicos y todos los talentos y dones humanos y espirituales habidos y por haber, para que entre quienes transitamos en esta tierra; hallemos un punto de encuentro hacia la civilidad. Lo urge la humanidad universal. Nosotros no somos la excepción.
Lo dicho anteriormente tiene que ver con quienes en la opinión pública de alguna manera generalizada y respetuosa, no están de acuerdo a que quienes profesamos abiertamente la religiosidad tengamos protagonismo e injerencia de alguna manera directa en la política.
Este dualismo filosófico político-religioso no es nuevo; mas ahora, que el progresismo es tema obligatorio en la opinión. El debate está abierto. La justificación racional es que tanto el extremismo religioso, la vanidad política, el populismo y toda corrupción, oscilarían de un lado hacia el otro.
Por la misma necesidad de la unificación de criterios y pretender contar con todos los diversos puntos de vistas:
En el anterior articulo hice énfasis en la necesidad de aprobar un sistema de justicia modelo acorde a las circunstancias del crimen urbano, la judicialización del mismo y, finalizar el conflicto colombiano vía concertada y civilizada. He aquí apartes de la propuesta del gobierno Santos al tema.
El Gobierno anuncia que vendrá una novedosa propuesta sobre reforma de ciertos aspectos de conformación y estructura de la justicia en Colombia.
El ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, enumera en la siguiente entrevista innovaciones que van desde el aumento de edad para ser magistrado hasta el aumento de edad para retirarse; desde la prohibición de todas las reelecciones, incluidas las del Presidente y el Procurador, hasta la obligatoria creación de la doble instancia independiente en todo proceso. El diálogo se inicia con la crisis carcelaria.
El problema de las cárceles es estructural: hacinamiento, violación de derechos humanos. ¿Por qué hay tanta gente en la cárcel? ¿Seguimos resolviendo tensiones y conflictos sociales con el Código Penal? ¿Todo proceso penal necesariamente debe suponer privación de la libertad del sindicado? En ninguna parte del mundo es así.
Entonces, ¿eliminar la detención hasta cuando termine el proceso? Dejemos el Código Penal, la sanción penal, la cárcel para los delitos realmente graves.
Hoy en día tenemos 125.000 internos, de los cuales el 35 por ciento están en detención preventiva. Se hizo una reforma del procedimiento con el llamado sistema penal acusatorio, en donde se decía que la idea era que el principio general fuera la libertad y, excepcionalmente, la cárcel. Prensa.
Todo fracaso del pasado trae consigo un manto de dudas. Todavía lo tenemos fresco en la memoria la anticipada fallida de la reforma a la justicia del año anterior, razón por la cual habrá más resistencia en su debate e incertidumbre en la opinión y su análisis obliga ser minucioso y riguroso.
En el mismo artículo anterior pronostiqué que el nuevo Congreso de la República, contará con los conocimientos de la ciencia política necesarios.
No obstante la reelección de muchos, se han de colar vía democrática la jovialidad académica para reforzar el debate. En cualquier democracia fortalecida y transparente, sería solo la responsabilidad del ciudadano la escogencia de buenos gobernantes.
Acá, nosotros sí que somos parte de esa excepción. ¡Porque! Ya corrompida nuestra  justicia. La democracia popular electoral está entre sus víctimas.
_Escuchen esto ahora, gobernantes y jefes de Israel. Los jueces de la ciudad se dejan sobornar, los predicadores enseñan solo por dinero y los profetas venden sus predicciones alegando que el Señor los apoya, y diciendo: El Señor está con nosotros; nada malo nos puede suceder_ Miqueas, Cap. 4.
Saludo, Julio.

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