En esta era de evoluciones y de un extremado
progresismo. Bienvenido el debate en aras de reunir todos los conocimientos científicos
y todos los talentos y dones humanos y espirituales habidos y por haber, para
que entre quienes transitamos en esta tierra; hallemos un punto de encuentro
hacia la civilidad. Lo urge la humanidad universal. Nosotros no somos la excepción.
Lo dicho anteriormente tiene que
ver con quienes en la opinión pública de alguna manera generalizada y
respetuosa, no están de acuerdo a que quienes profesamos abiertamente la
religiosidad tengamos protagonismo e injerencia de alguna manera directa en la política.
Este dualismo filosófico político-religioso
no es nuevo; mas ahora, que el progresismo es tema obligatorio en la opinión. El
debate está abierto. La justificación racional es que tanto el extremismo
religioso, la vanidad política, el populismo y toda corrupción, oscilarían de
un lado hacia el otro.
Por la misma necesidad de la unificación
de criterios y pretender contar con todos los diversos puntos de vistas:
En el anterior articulo hice énfasis
en la necesidad de aprobar un sistema de justicia modelo acorde a las
circunstancias del crimen urbano, la judicialización del mismo y, finalizar el
conflicto colombiano vía concertada y civilizada. He aquí apartes de la propuesta
del gobierno Santos al tema.
El Gobierno anuncia que vendrá
una novedosa propuesta sobre reforma de ciertos aspectos de conformación y
estructura de la justicia en Colombia.
El ministro de Justicia, Alfonso Gómez
Méndez, enumera en la siguiente entrevista innovaciones que van desde el
aumento de edad para ser magistrado hasta el aumento de edad para retirarse;
desde la prohibición de todas las reelecciones, incluidas las del Presidente y
el Procurador, hasta la obligatoria creación de la doble instancia
independiente en todo proceso. El diálogo se inicia con la crisis carcelaria.
El problema de las cárceles es
estructural: hacinamiento, violación de derechos humanos. ¿Por qué hay tanta
gente en la cárcel? ¿Seguimos resolviendo tensiones y conflictos sociales con
el Código Penal? ¿Todo proceso penal necesariamente debe suponer privación de
la libertad del sindicado? En ninguna parte del mundo es así.
Entonces, ¿eliminar la detención
hasta cuando termine el proceso? Dejemos el Código Penal, la sanción penal, la
cárcel para los delitos realmente graves.
Hoy en día tenemos 125.000
internos, de los cuales el 35 por ciento están en detención preventiva. Se hizo
una reforma del procedimiento con el llamado sistema penal acusatorio, en donde
se decía que la idea era que el principio general fuera la libertad y,
excepcionalmente, la cárcel. Prensa.
Todo fracaso del pasado trae
consigo un manto de dudas. Todavía lo tenemos fresco en la memoria la anticipada
fallida de la reforma a la justicia del año anterior, razón por la cual habrá más
resistencia en su debate e incertidumbre en la opinión y su análisis obliga ser
minucioso y riguroso.
En el mismo artículo anterior pronostiqué
que el nuevo Congreso de la República, contará con los conocimientos de la
ciencia política necesarios.
No obstante la reelección de
muchos, se han de colar vía democrática la jovialidad académica para reforzar
el debate. En cualquier democracia fortalecida y transparente, sería solo la
responsabilidad del ciudadano la escogencia de buenos gobernantes.
Acá, nosotros sí que somos parte
de esa excepción. ¡Porque! Ya corrompida nuestra justicia. La democracia popular electoral está
entre sus víctimas.
_Escuchen esto ahora, gobernantes
y jefes de Israel. Los jueces de la ciudad se dejan sobornar, los predicadores
enseñan solo por dinero y los profetas venden sus predicciones alegando que el
Señor los apoya, y diciendo: El Señor está con nosotros; nada malo nos puede
suceder_ Miqueas, Cap. 4.
Saludo, Julio.
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