El año 2013 mostró en materia de
la política social y en la economía, unos resultados en donde el gobierno del
presidente Santos predeciblemente tomará estos logros de su gobierno como
plataforma de su defensa en los debates electorales próximos a su reelección
presidencial.
También mostraron resultados
importantes en materia de paz. Como se sabe, se hicieron acuerdos en la Habana,
Gobierno y Farc, para lograr negociando con franqueza –agrego un gran toque de ingenuidad por fracasos e
incumplimientos anteriores- y civilizadamente finalizar este eterno conflicto.
La oposición al gobierno Santos, se congratuló en ese mismo
año, apoyando las diversas movilizaciones sociales de paros nacionales; un
levantamiento en donde con franqueza –agrego otro toque de ingenuidad, por lo
politizado en ciertos asuntos sociales- la gran mayoría de los distintos gremios
sociales y de los campesinos reclamaron, primeramente ayudas económicas y
luego, incumplimientos a lo antes pactado.
El año terminó con una supuesta
unidad entre las guerrillas de las Farc y el Eln, que según la prensa: Timochenko
y Gabino aseguraron que no es fácil hablar de paz con el gobierno Santos. Los comandantes
de las Farc y del Eln, hicieron recientemente
un llamado a sus bases para que, desde la unidad, trabajen para la instalación
de un gobierno de índole democrático.
En un mensaje navideño fechado en
el mes de diciembre, Timochenko y Bautista, apuntan al logro de la paz como principal
anhelo del pueblo colombiano y es por eso que destacan que las dos fuerzas
insurgentes trabajan de lleno, dicen, por concretar los diálogos de paz.
No resulta fácil frente a un
Gobierno profundamente reaccionario, neoliberal, comprometido hasta el tuétano
con los intereses de las transnacionales y el imperialismo norteamericano,
militarista, guerrerista y oligárquico, aseguran los dos comandantes en su
carta. Prensa.
Una reciente encuesta muestra un importante
respaldo a la labor del Ministerio de la Defensa Nacional; esto indica que pese
a los diálogos para finalizar el conflicto, la defensa para la integridad física
de los habitantes de la nación, tiene que seguir no solo reaccionaria, sino
preventiva ante toda clase de violencia y criminalidad. Para el anhelado postconflicto,
también ha de proseguir defendiendo férreamente a la patria.
La historia política colombiana
en este último medio siglo, muestra que el génesis de esta guerra fratricida,
se encarnó con el sanguinario bipartidismo político, entre liberales y
conservadores para ese entonces.
Motivo, razón o circunstancia que
tomaron igual para ese entonces los progenitores de las guerrillas colombianas,
al alzarse en armas contra ese régimen estatal. Pero ya en el monte, surgió el
lucro del narcotráfico y la lucha por el pueblo en pleno pasó a otro plano. Porque
ya con un negocio astronómicamente lucrativo, empalmaron todas las formas de
lucha y con muchas muertes acuestas y toda una violación contra los Derechos
Humanos. Hoy, la cruenta narcoguerrilla.
Ahora sin motivo, razón y
circunstancias, dicha defensa por un modelo de país incluyente y con justicia
social ¡que si lo requerimos! se cae por su propio peso.
Todo ciudadano de bien, tiene el
conocimiento y el convencimiento que de ningún individuo manchado con la
violencia; desde esas entrañas del terrorismo, no brotará entre ellos la sabiduría
para libertar el pueblo de muchas políticas excluyentes y de funcionarios
corruptos.
¡Mas ahora! pueden
contribuir con una dicha al pueblo colombiano
¡desarmarse y civilizarse!
_El Señor dice: Practiquen la
justicia, hagan lo que es recto, porque pronto voy a llevar a cabo la liberación;
voy a mostrar mi poder salvador.
Dichoso el hombre que sigue estos
mandatos y los cumple con fidelidad. Que tiene buen cuidado de no hacer nada
malo_ Profeta, Isaías, Cap. 56.
Saludo, Julio.
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