La tendencia por una aparente lógica
política partidista cuando se tiene y se profesa un ideario por la defensa de las
clases menos favorecidas; su apuesta es que se debería tomar parte de un
partido de la Izquierda o Independiente, como pretendiendo hacerle justa oposición
a las llamadas élites políticas encubiertas en los partidos tradicionales.
Además de la coyuntura política
electoral que se avecina, nuestra sociedad colombiana convulsiona aun más de
las líneas normales del conflicto bélico terrorista y de la corrupción que permea a las
instituciones públicas en todos los niveles. Ahora, sobre la incertidumbre jurídica
del caso Petro y del Procurador Ordóñez, se le agrega lo controvertido entre
dualismo religioso y la política que algunos profesamos.
Corroboro con este titular del
tiempo.com: Los pecados que atormentan al Mira. La semana que termina ha sido
un auténtico infierno para el Mira, el principal partido de inspiración
cristiana en Colombia.
A unos videos en los que quedaron
al desnudo actitudes discriminatorias en la cúpula de la iglesia que lo apoya y
un discurso poco ético de uno de sus máximos líderes, se sumó una investigación
de la justicia por enriquecimiento ilícito contra varias de sus principales
figuras. El partido está en el ojo del huracán por varios videos que dejan muy
mal parados a algunos líderes. Prensa.
Por ese mismo dualismo religioso
y político contemporáneo del cual pocos hacemos parte de esta filosofía de
vida, que no es más, que hacer uso de los talentos espirituales ya adquiridos y
sumárselos al conocimiento de la ciencia política en constante evolución, además
del análisis de la opinión y hacerlos al servicio de la comunidad a la cual se
pertenece. La distorsión y el descrédito ya es parte de nuestras incoherencias
humanas.
En la invitación a una
concentración política electoral; me trasladé desde mi lugar actual de
residencia, Barranquilla, hasta la provincia de la cual soy oriundo,
Sabanalarga Atlántico, en medio del discurso político entre la multitud a cargo
del Senador Efraín Cepeda, me topé con una de esas coincidencias agradables en
la vida, pues resulta, que en las entrañas del Senador en su genealogía
paternal, corre la sangre provinciana de la cual yo también hago parte. Parte del
estereotipo de que en Sabanalarga ¡la inteligencia es peste!
En ese discurso el Senador Efraín
Cepeda les enumeraba a los asistentes sus logros legislativos en beneficio de
esta Región y en particular y literalmente, sacaba pecho de su condición por
ser de esta provincia Caribe.
Me acordé casi en la inmediatez,
de una expresión del Pibe Valderrama, cuando se refería a que el más alto
orgullo de un futbolista colombiano, es vestirse del Tricolor Patrio. De vestir
la amarilla como él la llama. Así debe sentirse cualquier servidor público, cuando
ha hecho la tarea de servirle a la comunidad de la cual se hace parte,
primeramente.
Debo confesar que no ha habido ningún acuerdo burocrático
para hacer parte de su movimiento político y por ende de su partido; ya que
igual que ser religioso se requiere de la disciplina de una Iglesia ¡también en
la política! se debe militar en un partido. La fe provinciana nos acercó.
La coherencia de un ciudadano-político-cristiano
no está refrendada por la militancia en un partido elegido por el deseo ideológico por más lucha de clases que
se tenga. La coherencia justa y la esperanza es estar siempre a la diestra de
Dios Padre. ¡Ahora soy un conservador!
_Actuando así enseñaste a tu
pueblo que el hombre justo debe ser bondadoso, y llenaste a tus hijos de una
bella esperanza, al darles la oportunidad de arrepentirse_ Sabiduría, Cap. 12.
Saludo, Julio.
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