viernes, 24 de enero de 2014

AHORA SOY UN CONSERVADOR

La tendencia por una aparente lógica política partidista cuando se tiene y se profesa un ideario por la defensa de las clases menos favorecidas; su apuesta es que se debería tomar parte de un partido de la Izquierda o Independiente, como pretendiendo hacerle justa oposición a las llamadas élites políticas encubiertas en los partidos tradicionales.
Además de la coyuntura política electoral que se avecina, nuestra sociedad colombiana convulsiona aun más de las líneas normales del conflicto bélico  terrorista y de la corrupción que permea a las instituciones públicas en todos los niveles. Ahora, sobre la incertidumbre jurídica del caso Petro y del Procurador Ordóñez, se le agrega lo controvertido entre dualismo religioso y la política que algunos profesamos.
Corroboro con este titular del tiempo.com: Los pecados que atormentan al Mira. La semana que termina ha sido un auténtico infierno para el Mira, el principal partido de inspiración cristiana en Colombia.
A unos videos en los que quedaron al desnudo actitudes discriminatorias en la cúpula de la iglesia que lo apoya y un discurso poco ético de uno de sus máximos líderes, se sumó una investigación de la justicia por enriquecimiento ilícito contra varias de sus principales figuras. El partido está en el ojo del huracán por varios videos que dejan muy mal parados a algunos líderes. Prensa.
Por ese mismo dualismo religioso y político contemporáneo del cual pocos hacemos parte de esta filosofía de vida, que no es más, que hacer uso de los talentos espirituales ya adquiridos y sumárselos al conocimiento de la ciencia política en constante evolución, además del análisis de la opinión y hacerlos al servicio de la comunidad a la cual se pertenece. La distorsión y el descrédito ya es parte de nuestras incoherencias humanas.
En la invitación a una concentración política electoral; me trasladé desde mi lugar actual de residencia, Barranquilla, hasta la provincia de la cual soy oriundo, Sabanalarga Atlántico, en medio del discurso político entre la multitud a cargo del Senador Efraín Cepeda, me topé con una de esas coincidencias agradables en la vida, pues resulta, que en las entrañas del Senador en su genealogía paternal, corre la sangre provinciana de la cual yo también hago parte. Parte del estereotipo de que en Sabanalarga ¡la inteligencia es peste!
En ese discurso el Senador Efraín Cepeda les enumeraba a los asistentes sus logros legislativos en beneficio de esta Región y en particular y literalmente, sacaba pecho de su condición por ser de esta provincia Caribe.
Me acordé casi en la inmediatez, de una expresión del Pibe Valderrama, cuando se refería a que el más alto orgullo de un futbolista colombiano, es vestirse del Tricolor Patrio. De vestir la amarilla como él la llama. Así debe sentirse cualquier servidor público, cuando ha hecho la tarea de servirle a la comunidad de la cual se hace parte, primeramente.
Debo confesar  que no ha habido ningún acuerdo burocrático para hacer parte de su movimiento político y por ende de su partido; ya que igual que ser religioso se requiere de la disciplina de una Iglesia ¡también en la política! se debe militar en un partido. La fe provinciana nos acercó.
La coherencia de un ciudadano-político-cristiano no está refrendada por la militancia en un partido elegido por el  deseo ideológico por más lucha de clases que se tenga. La coherencia justa y la esperanza es estar siempre a la diestra de Dios Padre. ¡Ahora soy un conservador!
_Actuando así enseñaste a tu pueblo que el hombre justo debe ser bondadoso, y llenaste a tus hijos de una bella esperanza, al darles la oportunidad de arrepentirse_ Sabiduría, Cap. 12.
Saludo, Julio.

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