He venido tratando de interpretar
de una manera objetiva y verla del modo de vigilia ciudadana, a una de las
tantas críticas que el ex presidente Uribe le lanza permanentemente al gobierno
Santos.
Ahora porque el mandatario durmió
en una vivienda nueva de las que acaba de entregar completamente gratis allá en
Valledupar, mientras Uribe lo conmina a dormir en Gramalote, en donde desde
hace años, se encuentran destruidas sus viviendas sin reparación todavía.
Ojalá la crítica estuviese
alejada de cualquier celo gubernamental, o de desacreditar a cualquiera de las
obras de gobierno del actual mandatario; mas si no fuese así, le correspondería
al gobierno Santos, atender en la prontitud de los tiempos ¡no solo las viviendas
deterioradas en Gramalote!
Sino acá también, en el sur del Atlántico,
en donde, por desastres naturales, aún viven muchos de sus habitantes en
cambuches y en medio de la desesperanza,
como también lo padecerán otros compatriotas en diversas regiones del país. Porque
irónico fuese, que el mandatario durmiese en medio de la desesperanza, pudiendo
dormir igual con ellos, como durmió recientemente con los habitantes de
Valledupar beneficiados de viviendas dignas. El camino está mostrado,
presidente.
Maldito el hombre que confía
plenamente en el hombre; traigo a colación esta recomendación, o mejor, este
mandato sagrado; para confirmar mi confianza en los resultados positivos que se
darán en el acuerdo del gobierno con las Farc. Porque confío en la
manifestación de los tiempos descifrados en mi fe; que es, la plenitud de mi confianza ¡Acá! Me muestran el
camino.
Avalo desde la razonabilidad por
ser un ciudadano con compromiso hacia la paz, el valor del actual mandatario
para lograr el acuerdo primario en los primeros puntos acordados. Seguidamente la
decisión y el conocimiento de los negociadores del gobierno para que sean
persuasivos en la dejación de las formas de guerra de la guerrilla.
Deseo hacer política de manera
abierta y legal, le dijo en febrero pasado a la revista Semana el jefe de la
delegación de las Farc para los diálogos con el gobierno Santos en La Habana,
Iván Márquez. Una antesala a la discusión del segundo punto del llamado Acuerdo
general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable
y duradera, sobre el cual la sociedad civil t tuvo –en días pasados- la
oportunidad de dar su punto de vista. Prensa.
Razonable la pronunciación de uno
de los delegados de las Farc, quien solicita abiertamente tener paciencia para
alcanzar el Acuerdo. Razonable el escepticismo y la desaprobación de la opinión
pública colombiana por la acelerada anhelación de quienes quieren ver a los
líderes de la guerrilla legislando en el Congreso de la República, en un abrir
y cerrar de ojos.
No estamos aún, en una sociedad
preparada –imaginario en parábolas- para ser el buen padre; ni los provenientes
de la insurgencia, serán los hijos pródigos para santificar, en un santiamén, la
familia patriótica. Familia –generalidades- socialmente corrompida y violenta, con
ley y, sin ella.
Queda para quienes en la fe,
estaremos batallando en el postconflicto. Acá la Constitución y las Sagradas Escrituras
muestran el Camino a seguir.
En todas las instituciones de
educación, oficiales o privadas, serán obligatorios el estudio de la
Constitución y la Instrucción Cívica. Así mismo se fomentarán prácticas
democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la
participación ciudadana. El Estado divulgará la Constitución. Articulo 41.
_Vengan, subamos al monte del
señor, al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y
podamos andar por sus senderos. ¡Vamos pueblo de Jacob, caminemos a la luz del
Señor! _Isaías, Cap. 2.
Saludo, Julio.
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