Hablar y aún mas, promover la Unidad Política dentro de los seres humanos
que circundan esta tierra; es sinónimo de muchas cosas poco agradables para
contar y enseñar. En nuestro terruño nada distinto suele pensar y pasar. Unidad
suele ser: politiquería y su tráfico de influencias.
Nosotros. Además que somos una sociedad acostumbrada a las tragedias y,
que no se ha de confiar ni en nuestras propias sombras ¿cómo ha de confiar en
la palabra del otro? Nunca jamás, en política. Acá electoralmente. Unificas y te
desfavorecerán las encuestas de popularidad. Porque. Dividir, es el negocio,
socio.
No creo que seré el único, ya que trato de no utilizar las tragedias; suelo
pensar que si el presidente Santos ha de dejar un legado en la política
colombiana, que sea su espíritu conciliador. Sano es, y por eso comulgo con la
apreciación del senador Benedetti, quien afirma: que es mejor el disenso, que
el falso consenso. Acierta, porque de hipocresías políticas, ha de tener esta
sociedad para exportar.
A propósito de la figura del presidente Santos; quien recibirá por uno de
los centros de pensamientos más prestigiosos de los Estados Unidos, El Woodrow
Wilson Center, por su compromiso con el servicio público, promoviendo la
democracia, la seguridad y la paz en Colombia; según la prensa. ¡Incontables!
quienes detracten sobre esta nominación. Rescato un pensar de este prestigioso
Center: No existe religión más alta, que el servicio humano.
Cuando el candidato Santos ganó
la presidencia, Mi esposa y yo, quienes optamos por su contendor; nos dijimos
que nos tocaría seguir aguantándonos 4 y quizás 8 años de confrontación bélica
en esta trágica sociedad. Pero cuando empezó a armar su gabinete, entendí un
nuevo derrotero de unidad; obvio, escéptico que fuese forjada transparentemente.
No podría pasar desapercibido,
resaltar la escogencia del nuevo papa Francisco, congratulación por lo latino,
descentralizado no en la sede, sino del poder romano, lo más esperado en la
intuición. Entre sus talantes para destacar en el poco tiempo; su sencillez y
austeridad en pro de los pobres.
Mas su sustancia para los interés
de esta evangelización política, la veo con esperanza y fe, es su vena
política; entenderá el pontífice, como lo entiende cualquier desprevenido, que
en la política es donde se toman las grandes decisiones, pero no las mejores,
las desigualdades sociales hablan por sí sola, por ende la austeridad es válida
mientras la justicia social sea huérfana.
Entenderá Francisco, que ahora en
el Solio Petrino, otro gallo cantará y,
no precisamente para volver a negar al Nazareno, porque los tiempos cambian y,
enseñan. No promoverá a la Iglesia como una organización caritativa. Si no que
la promulgación evangelizadora será con la palabra de Dios, desde los pies
hasta los tuétanos, sería lo más apropiado para ir a lo seguro.
_El libertador vendrá de Sion y
apartará de Jacob la maldad. Pues lo que Dios da, no lo quita, ni retira
tampoco su llamamiento. En tiempos pasados, ustedes desobedecieron a Dios, pero
ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene compasión de ustedes_.
Romanos, Cap. 11.
Por allá, a mediados del año 99;
mi Madre me habría insinuado que como evangelizador, era poco probable hallar
una mejor calidad de vida familiar, ya casi cumplido los 14 años, en nada se
equivocó, la austeridad ha reinado sin contemplación. Mas he ganado en
paciencia, prudencia y, la valentía y la sabiduría espero recibirlas a cuenta
gotas, según los designios en la palabra de Dios, también para ir a lo seguro.
Espero en lo poco la retractación de mi Madre, a bien de esta evangelización, y
a bien, de la familia.
Saludo, Julio.
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