Ni tanto que queme al santo, ni poco que lo alumbre. Porque se dice que
todos los extremos no son bien recomendable. Esto refiriéndome a la partida del
Comandante y Presidente Venezolano, Hugo Chávez Frías. Para bien o para mal de
muchos; entrará a la historia de los revolucionarios de la política y del
socialismo. Quizás un estilo Robin Hood, en la expropiación nacional sobre la
industria extranjera en su país.
Se movió entre el caos y el caudillismo, mucho pueblo haciéndole
reverencias, sobre todo aquellos que antes de su gobierno, nunca tuvieron
quienes los defendieran, aunque con asistencialismo gubernamental, quizás no
les faltó el trabajo, el pan, la salud y la educación. Ni no habrá, con
estadística en mano, quien demuestre que dejó una economía inflacionaria y con
déficit fiscal.
Tuvo muchas movidas entre la irreverencia y lo pendenciero con quienes no
sintió afectos de su ideología política socialista. Se recordará por el bien y
por lo no bien que hizo el Comandante. Cristo murió por la salvación de la
humanidad, para quien lo cree. De acá en adelante, ha de venir muchas muertes
para que la humanidad entre en la reflexión de la vida. Se cree que las Farc,
deberían entrar sobre ésta, la más reciente y populosa en la región ¡In Memorian!
Comandante.
Ya en nuestra realidad y, en aras de ponerle fin al conflicto; traigo a
colación algunas preguntas y respuesta sobre un economista y sociólogo alemán,
quien creció sobre las ruinas que dejó la Segunda Guerra Mundial; quien además
siguió de cerca los diálogos del Caguán; leamos apartes:
¿Cómo ve la ley de víctimas y de restitución de tierras? Esta es
una ley muy importante, porque considera que un proceso legal de reparación de
las víctimas es la condición para la reconciliación y crea las condiciones para
la no repetición de estos crímenes. La restitución de tierras es también una
condición necesaria para el desarrollo rural más equitativo, que lleva a que el
conflicto no se repita en el futuro.
¿Qué piensa que debe venir en un postconflicto? Obviamente, prosperidad
y felicidad. Con el acuerdo de paz en Cuba no se resolverán los problemas del
país. Eso lo aprendimos en otros países de postconflicto, como en El Salvador o
Guatemala. El postconflicto puede ser más violento que el conflicto, tanto por
la probable anarquización de partes de las tropas de la guerrilla o de
paramilitares que no se desmovilicen, como por los desmovilizados que regresan
por la puerta trasera al negocio del conflicto. Contestó el alemán.
Mientras los diálogos avanzan con
optimismo moderado, ya la ciudadanía, la parte civil, los gobiernos y la
justicia, habrá que empezar a echarle mente a lo que será nuestro postconflicto,
que este extranjero, con experiencia en guerra, así lo dice.
Y para esta unificación de
fuerzas no se requiere liderazgo alguno
de caudillismo; ojeemos en nuestros antepasados; por allá en el Antiguo
Testamento, Dios instauró un gobierno descentralizado, constituyó las doce
tribus de Israel. Cristo en el Nuevo testamento; a sus doce Apóstoles.
Somos por Constitución Política
un Estado de regiones. Qué hemos de hacer como ciudadanos y civiles; el
propender para que gobierno, legislación y justicia consagren Instituciones
Públicas en la justicia social. Solo esto es suficiente al postconflicto.
_Porque el Señor me ha consagrado;
me ha enviado a dar buenas noticias. A anunciar el año favorable del Señor. A
dar a los afligidos de Sion una corona en vez de ceniza. Y como mi pueblo ha
tenido que sufrir doble porción de deshonra e insultos, por eso recibirá en su
país doble porción de riqueza. Isaías,
61.
No hay comentarios:
Publicar un comentario