sábado, 9 de marzo de 2013

EN ARAS DEL FIN


Ni tanto que queme al santo, ni poco que lo alumbre. Porque se dice que todos los extremos no son bien recomendable. Esto refiriéndome a la partida del Comandante y Presidente Venezolano, Hugo Chávez Frías. Para bien o para mal de muchos; entrará a la historia de los revolucionarios de la política y del socialismo. Quizás un estilo Robin Hood, en la expropiación nacional sobre la industria extranjera en su país.
Se movió entre el caos y el caudillismo, mucho pueblo haciéndole reverencias, sobre todo aquellos que antes de su gobierno, nunca tuvieron quienes los defendieran, aunque con asistencialismo gubernamental, quizás no les faltó el trabajo, el pan, la salud y la educación. Ni no habrá, con estadística en mano, quien demuestre que dejó una economía inflacionaria y con déficit fiscal.
Tuvo muchas movidas entre la irreverencia y lo pendenciero con quienes no sintió afectos de su ideología política socialista. Se recordará por el bien y por lo no bien que hizo el Comandante. Cristo murió por la salvación de la humanidad, para quien lo cree. De acá en adelante, ha de venir muchas muertes para que la humanidad entre en la reflexión de la vida. Se cree que las Farc, deberían entrar sobre ésta, la más reciente y populosa en la región ¡In Memorian! Comandante.
Ya en nuestra realidad y, en aras de ponerle fin al conflicto; traigo a colación algunas preguntas y respuesta sobre un economista y sociólogo alemán, quien creció sobre las ruinas que dejó la Segunda Guerra Mundial; quien además siguió de cerca los diálogos del Caguán; leamos apartes:
¿Cómo ve la ley de víctimas y de restitución de tierras? Esta es una ley muy importante, porque considera que un proceso legal de reparación de las víctimas es la condición para la reconciliación y crea las condiciones para la no repetición de estos crímenes. La restitución de tierras es también una condición necesaria para el desarrollo rural más equitativo, que lleva a que el conflicto no se repita en el futuro.
¿Qué piensa que debe venir en un postconflicto? Obviamente, prosperidad y felicidad. Con el acuerdo de paz en Cuba no se resolverán los problemas del país. Eso lo aprendimos en otros países de postconflicto, como en El Salvador o Guatemala. El postconflicto puede ser más violento que el conflicto, tanto por la probable anarquización de partes de las tropas de la guerrilla o de paramilitares que no se desmovilicen, como por los desmovilizados que regresan por la puerta trasera al negocio del conflicto. Contestó el alemán.
Mientras los diálogos avanzan con optimismo moderado, ya la ciudadanía, la parte civil, los gobiernos y la justicia, habrá que empezar a echarle mente a lo que será nuestro postconflicto, que este extranjero, con experiencia en guerra, así lo dice.
Y para esta unificación de fuerzas no se requiere  liderazgo alguno de caudillismo; ojeemos en nuestros antepasados; por allá en el Antiguo Testamento, Dios instauró un gobierno descentralizado, constituyó las doce tribus de Israel. Cristo en el Nuevo testamento; a sus doce Apóstoles.
Somos por Constitución Política un Estado de regiones. Qué hemos de hacer como ciudadanos y civiles; el propender para que gobierno, legislación y justicia consagren Instituciones Públicas en la justicia social. Solo esto es suficiente al postconflicto.
_Porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias. A anunciar el año favorable del Señor. A dar a los afligidos de Sion una corona en vez de ceniza. Y como mi pueblo ha tenido que sufrir doble porción de deshonra e insultos, por eso recibirá en su país doble porción de riqueza.  Isaías, 61.
Saludo, Julio.

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