domingo, 16 de diciembre de 2012

HACIA LA JUSTICIA LABORAL


La creación fue sujeta a vanidad, según lo promulga la palabra del Señor. Algo que evidencia el trasegar del ser humano en el mundo; viene luego desde su misma vanidad en dolores de parto. Intensos sus dolores en las vicisitudes de los tiempos en todo el universo. Si le apuntamos a nuestra comunidad sobre estos dolores, somos grandes proveedores a esta intensidad de inmundicia vanidad. En donde el fin será siempre justificado por los distintos medios a utilizar. ¡Vanamente!
Nuestros dolores sociales hoy se desprenden recientemente con el desánimo ciudadano que dejó el despojo territorial del fallo proferido en la Haya; aún es materia de incertidumbre y su comentario, dolores de popularidad gubernamental le ha cobrado a este gobierno  Santos.
Ahora se aproxima a descongelar el desánimo de los asalariados cobijados por el salario mínimo, en donde es evidente la desconcertación de las partes involucradas para concertarlo en lo más justo posible, pero es aquí donde los asalariados deben ser los únicos solidarios con el desempleado, justificándose con medios estadísticos, el paupérrimo aumento salarial a decretar.
_Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles_ Romanos 8.
El Parlamento Europeo  ratificó este martes el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea, Perú y Colombia, que prevé entrar en vigor a comienzos de 2013. Ha sido una votación histórica. El Parlamento Europeo está apostando con este voto contundente por un futuro mejor tanto para europeos como para los colombianos, celebró el embajador de Colombia ante la UE. Este voto positivo es el reconocimiento de los avances de Colombia en los últimos años y una apuesta por beneficios mutuos que traerá el acuerdo a las dos partes fomentando  empleo y el crecimiento tanto para Colombia como para la UE.
El tratado incluye una cláusula específica para garantizar la protección de los derechos laborales, los derechos humanos y el medio ambiente, los principales temas que obstaculizaron los avances de las negociaciones entre las partes, concluidas en Madrid en 2010. De no cumplirse esta cláusula, el bloque europeo podrá suspender el pacto de forma unilateral.
Este tratado pertenece a una nueva generación de acuerdos comerciales que incluyen las normas aplicables en materia de derechos humanos, laborales y ambientales, indicó un comunicado de la embajada colombiana. Prensa.
Si algo tengo que apostarle al futuro de mi entorno comunitario son dos cosas evidenciadas en esta columna de opinión. Primeramente, aporto mi historial conocimiento y la titulación en Comercio Exterior, para que de paso, moderadamente en el tiempo, celebrar con beneplácito estos acuerdos comerciales. Y muy seguidamente, estar vacunándome literalmente en mi espíritu, por una esperanza que solo reposa en la fe de un cristiano convencido, que simultáneamente, lucha por ser lo más justo posible.
 Y muy por encima, también, de las desconcertaciones gemidas por vanidad que germinan en nuestra cotidianidad, que se traducen en intensos dolores de parto de desigualdad social.
Este tratado trae inherente algo en particular que es la globalización de la defensa de los Derechos Fundamentales de la clase laboral; porque si nos llegó la hora de importar convenios comerciales de comunidades que históricamente vienen protegiendo y salvaguardando los derechos fundamentales de su comunidad, valdría la pena, también, de importar su justicia social. Para aplicar en nuestro entorno. ! Esta justicia ¡Si de nuestro régimen no nace.
Saludo, Julio.

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