viernes, 23 de marzo de 2012

UNA CRUZ QUE SALVE

Yendo de a pie camino de mi casa hacia la Iglesia; el domingo anterior, me topé en el camino a un amigo y vecino de mi provincia de toda una vida. Chocamos las manos sin detenernos; luego volteé a mirarlo cuando me expresó efusivamente diciéndome, -para mi interés personal- te estoy leyendo en El Heraldo. Fue alivio a mis pesares, consuelo moral al proyecto de opinión pública.

Pesares que no le faltan a uno como ser humano, más aún, cuando se quiere y se esfuerza uno como creyente. Ejemplos. Sujeción de seguimientos: Sinónimo cristiano: sígueme y carga con tu cruz. Antónimo tecnológico: se abre una cuenta en twitter contando con las opciones de hacerle clic para seguirle a un individuo –usuario- según su perfil y asunto, y dejar de seguirlo, según corresponda en el disenso ideológico que en su momento pudiere aplicar. ¡Punto!

La cruz es el camino de nuestra salvación. Seguramente muchos se escandalizarán; no me extraña, ya lo decía san Pablo: La cruz es locura para los paganos y escándalo para los judíos; en cambio, para los creyentes, la cruz es la fuerza y la sabiduría de Dios (I Cor. 1,22). La cruz aparece como necedad hasta que el dolor toca las puertas de nuestra casa. En ese momento comenzamos a entender muchas cosas que antes parecían absurdas. Tomado de un columnista en la prensa capitalina.

Leía también la columna de una mujer costeña; que en la prensa local escribía en su titular sobre el: Paramilitarismo; nuevo capitulo; y que en su enunciado estaba este referente: Estas páginas negras de la historia colombiana parecen no tener fin. Esto con relación a dos escándalos sucedidos con personajes de la Región Caribe; el de una rectora de una universidad privada, y ahora, el de un representante plenipotenciario del actual gobierno.

Le agrego. Ahora, si esto sirviere para cerrar estos vergonzosos capítulos de escándalos que involucran con ilegalidad y la criminalidad en todos los escenarios de la vida pública y privada, no solamente de la región, sino también, de la nación; para entonces, que se segreguen todas esas andanzas antisociales, pero si no.... ¡Dejó claro esta columnista! Queda el derecho a la presunción de inocencia, mientras la justicia no demuestre lo contrario. En los dos casos anteriormente enunciados.

Mientras. La primera lectura correspondiente al libro de Crónicas del domingo anterior; hacia referencia que en aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, siguiendo las prácticas infames de las naciones paganas, mas aún, se burlaron de los mensajeros de Dios, hasta irritar a Dios en su ira. Luego entonces, fueron desterrados a Babilonia y convertidos en esclavos, ellos y sus descendientes, hasta cumplir un tiempo profético.

Hace una década casi exactamente en mi kinder como un religioso activo, que quizás –con razones racionales- escandalizaron mi entorno – y quizás aún todavía- cuando en la paternidad espiritual de Dios, me hace ver y hablar de cómo debo como creyente esforzarme en su camino para vivir lo mas justo posible, pese a la realidad de los hechos que emanan perversidad.

Recuerdo una advertencia razonable de mi Madre en mis aspiraciones religiosas para adquirir prosperidad económica personal y familiar, quien en mi kinder me dijo que: como evangelizador no era casi probable. Hoy como escritor aspiro en un mediano plazo ser nominado al Premio Nobel de la Paz, por aquello en donde la adversidad forja el carácter y, cuando los sueños son costosos en sacrificio, su convicción hace prevalecer al creyente. Entiéndase que la consecución de un Premio Nobel de Paz, incide, en buenos términos, a toda una comunidad. ¡Locura!

Saludo, Julio.

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