jueves, 8 de marzo de 2012

TESTIMONIO DE UN PUEBLO

Ciertos ciudadanos de los países que gozan de un desarrollo social, económico y político a la altura de las exigencias de vida en las que navega este mundo terráqueo, y que esta gente ha venido organizándose tomando ciertas fechas para manifestarse ante su comunidad sobre los temas y hechos que los Indignan. Hechos que han movido masas humanas y a la postre han conseguido resultados y que igual vienen motivando el comentario y la opinión de la comunidad internacional.
Pero en cambio quienes vivimos en estos países en vía de ese desarrollo que escasea su alcance en años luz; más aun, nosotros los colombianos quienes habitamos en este país de las maravillas absurdas; no necesitaríamos una fecha específica –sino casi diario-para protestar por tantos males cotidianos, puesto que habría que sumarles a los ya radicados como son: la evasión de los dineros públicos, el conflicto bélico, el hambre, la miseria y brotes de desidia, ahora también; los choques controvertidos en la interpretación de las leyes, en la potestad entre la Corte de Justicia y el Consejo de Estado para elegir funcionarios públicos, como el caso Social de Indignación de la Fiscalía General de la Nación quien podría avizorar en un vilo jurídico en la interinidad. Otra vez.
Le escuché decir a la Fiscal –o a la ex - Vivian Morales en su alocución en los medios de comunicación anunciando su renuncia irrevocable al cargo, de la cual yo rescato unas precisiones suyas cuando dijo: Busqué que en nuestro país la luz de la justicia resplandeciera. En mi gestión no hubo intocables. Apliqué a cabalidad el mandato Bíblico de hacer justicia. Igualmente presentó un balance sobre el incremento de las condenas y las investigaciones durante su gestión, indicó, Morales. Cabe anotar que en ese momento, mi dualismo filosófico se alimentó en su criterio.
Por mi lado personal, volví –para quedarme- a congregarme en un grupo de oraciones de una parroquia cercana a mi vecindad después de muchos años alejado a esta práctica religiosa. Y por parte del moderador quien anunciaba la lectura del Salmo 50, explicándonos que este Salmo lo había escrito el Rey David en un momento suyo difícil -indignado consigo mismo o de desobediencia con Dios, imaginaría yo-. Lógicamente de la cual voy a rescatar unas precisiones del total del texto, pero la recomendación es de leer el total del texto; que en los primeros versículos dice:
_El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará.
Como todos estamos expuestos al pecado y a su juicio, y aunque mi imaginación vuela en buenos propósitos sociales; en esa misma imaginación me he colocado un torniquete espiritual, por así llamarlo, atreviéndome de la misma manera imaginaria, adicionándole un mandamiento más a los sagradamente postulados, que dice: No levantarás -utilizando la Sagrada Palabra de Dios- falsas expectativas; aunque positivas podrían ser en beneficio de una comunidad en décadas Indignada.
El testimonio de nuestro pueblo es tan real como lo vemos y lo sentimos. Y no es peor porque dentro de nuestra podredumbre que militan en las Ramas del Poder Público en el Derecho Constitucional Democrático que nos rige; y esa misma constitucionalidad de nuestro derecho ciudadano que nos conmina a elegir y ser elegidos; contando además de ser los veedores por naturaleza ante quienes nos rigen en la actualidad; y no es más pésimo su testimonio, porque igual- o rectifico menor- contamos con gente defendiéndonos dignamente. ¡Diariamente!
Saludo, Julio.

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