viernes, 24 de febrero de 2012

EFECTOS HACIA LA PAZ

Voy a ir en contravía de un decir optimista, popular y de mucha actualidad: para atrás ni para coger impulso. Porque dándole un repaso a los cuatro primeros libros del Antiguo Testamento, uno encuentra la formación de los primeros dilemas –la alimentación, la seguridad y la paz- dentro de la convivencia del ser humano; como son: el libre albedrio del hombre, la tenencia y la propiedad de la tierra y, la ley como arbitraje de comportamiento racional. Pero, pese a todo dilema, fueron grandes y aun viven ante Dios y la historia líderes como: Abraham, Jacob y Moisés.
Y ahora voy a seguirle la corriente a otro decir igual de popular, optimista y de mucha actualidad: para adelante como el elefante; porque yace en nuestro medio, conflictos que perturban nuestra salud alimentaria, la seguridad rural y ciudadana y, se hace esquiva cada día nuestra paz. Y digo adelante como todo ciudadano que anhela un mejor país y que igual apoya las buenas intenciones, y los hechos como tal, de nuestros gobiernos constitucionales y líderes de la justicia.
Adelante leyendo esta nota: ¡El proceso de restitución de tierras es una fuerza que ya nadie puede detener! Con esta afirmación el presidente Juan Manuel Santos reafirmó ayer, en Necoclí, ante más de 30 mil personas, su compromiso para dar efectivo cumplimiento a la ley de víctimas y restitución de tierras. Obviamente van a ponerle un palo en la rueda al proceso. Dijo.
Pero aquí está en Necoclí el pueblo colombiano con el Estado, diciéndoles a los colombianos y el mundo que queremos reconciliación, paz y desarrollo. Nadie nos va a detener. Esta es una fuerza que nadie puede detener, afirmó el Jefe de Estado. ¡Advirtió! que el Gobierno hará efectiva la Ley de Víctimas contra viento y marea.
La masiva asistencia marcó un hecho sin precedentes en la región y un contundente mensaje de respaldo popular a la ley de víctimas, una iniciativa que, a juicio de Santos, cambiará la historia del país, si dejamos de matarnos los unos a los otros, si dejamos de insultarnos los unos a los otros, si nos respetamos las diferencias.
A mi juicio el presidente Santos quiere ser un Líder Vivo ante Dios y entrar a la historia; porque ante Dios el solo apellido le puede ayudar, y, ¡ante la historia!………
En un caso hipotético de que fuéramos un pueblo como lo fueron los antiguos Israelitas- por pecado seriamos- yo imaginariamente certificando lo anterior hipotético; encontré en el libro de Levítico una pauta que podría animar el espíritu conciliador, actuando con justicia –sobre todo- del jefe de Estado de nosotros los colombianos. Que para bien de nuestra convivencia. Esta promesa:
Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país. Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros. Levítico.
Lo fascinante de esta promesa es la paz en nuestras tierras, que ante décadas de insomnio –figurado por la criminalidad y la corrupción- podamos dormir tranquilos en un tiempo imaginario y venidero para las nuevas generaciones- de la cual me incluyo por fe-. Lo doloroso del cuento –que por fe y convicción testifico real la promesa- es que figuradamente las malas bestias es nuestra propia sangre de compatriotas. De la cual de esas entrañas vienen saliendo nuestros propios enemigos; entiéndase por mafiosos y violentos. ¡Son nuestros!
Saludo, Julio.

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