domingo, 7 de noviembre de 2010

SEGUIMIENTO A LOS VIVOS

Apropósito de la tan acostumbrada e histórica cultura colombiana -y una de las más arraigadas en la Región Caribe- como es la de conmemorar el día de los fieles difuntos.
En el tiempo y la comprensión que he tenido en la lectura de las Sagradas escrituras, he encontrado en uno de los hechos Bíblicos más contundentes, crudos y casi nada relevante en la que Jesús de Nazaret exhorta a sus seguidores a: Dejad que los muertos entierren a sus muertos. Podría darle yo entre muchas interpretaciones posibles a este pasaje Bíblico, y es que, quien se decide a seguir al Dador de la vida es para ocuparnos y preocuparnos en los que realmente se esfuerzan por estar vivos en realidad –en el integral estado físico, mental y espiritual- ¡y dejemos! que de los muertos, se ocupa Dios.
Y para momentos de gozos en el éxito adquirido por un ser humano, no podría faltar la nota del reconocimiento de la gesta deportiva alcanzada por un colombiano, y aun más, de un costeño barranquillero como Edgar Rentería, quien sigue alcanzando méritos en la gran carpa del Beisbol Mundial. Me regocijo con los logros personales que le dan satisfacción a una comunidad como la nuestra, con muchas fluctuaciones sociales ya reconocidas en nuestro medio, sumergidas entre las grandes desigualdades económicas regionales.
Comulgo con la fe de Rentería cuando en el podio de su éxito y de un acostumbrado comportamiento de vida en donde denota gran humildad para sostener la fama, y así reconoció ante los medios de comunicación de que: Dios le tiene guardado a sus hijos premios al sacrificio propio en la vida de un creyente y la confianza puesta al Supremo. Me asiste una frase filosófica; y es que en la humildad del hombre, es donde Dios guarda y reposa su complacencia por la humanidad. Que Dios siga de visita a nuestro pueblo colombiano.
Indiscutiblemente que el reconocimiento al esfuerzo es más que meritorio al alcanzar dos singulares hazañas –dos anillos- y ser catalogado como el jugador más Valioso de la Serie Mundial en el círculo competitivo, lucrativo y famoso del Beisbol de los Estados Unidos. Pero sin desacreditar o desconocer los méritos que cada uno alcance en lo personal y las satisfacciones que emocionan y orgullecen al pueblo colombiano y hasta la comunidad latina. Empero, persisto con mi filosofía sin descalificar lo personal, de que se requieren otras hazañas colectivas que alcancen mayores impactos sociales sobre la vida de cada colombiano. Una por ejemplo. Que se logre en el tiempo dignificar la legislación en la ejecución de las leyes de este país, a esfuerzos de pedagogía y otros efectos colaterales, sensibilizando a los empresarios dignatarios de la política regional y nacional para que sean misericordiosos, trasparentes y justos en la asignación y ejecución de las obras públicas ante tantas tragedias económicas, naturales y sociales en los sectores más populosos y olvidados por el Estado colombiano.
Ejemplo consecutivo y lógico a seguir: En Seguimiento A Los Vivos, esforcémonos para alcanzar una hazaña colectiva en política y con democracia. Animando y responsabilizando a la ciudadanía en su obligación al ejercicio libre constitucional de elegir con fundamento y conocimiento, en donde se pueda decir, que la voz del pueblo, sea en verdad, la voz de Dios.
Para vivos humildes comparto esta reflexión en Daniel capítulo 10: _Daniel a quien Dios ama: Le dice, levántate; porque yo he sido enviado a ti. No tengas miedo Daniel, porque desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y decidiste humillarte ante tu Dios, Él escuchó tus oraciones. Por eso he venido yo_ Le Participo A Los Vivos.
Saludo. Julio.

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