En esas necesidades y posibilidades de la vida de moverse de un lado hacia otro, iba camino desde el lugar donde actualmente resido, Barranquilla, hacia la tierra que me vio parir y crecer, Sabanalarga. En ese mismo trayecto me movían dos sentimientos encontrados: la alegría de estar con la gente de antaño entre familias y amigos; y seguidamente: tristeza al ver entre los municipios intermedios las mismas geografías del subdesarrollo costeño. Más triste que alegre.
A eso de aprovechar el tiempo durante el viaje, me terminaba de leer ¿Quién Se Ha Llevado Mi Queso? Una narración de una fábula de cómo adaptarnos a un mundo en constante Cambio.
Y son cuatro personajes imaginarios, dos ratones y dos liliputienses, que se desenvuelven en un laberinto, en la búsqueda permanente de conseguir un mejor Queso para la sobrevivencia.
Y me movía del centro del municipio hacia las afueras para presenciar una prédica en un evento religioso organizado por una de las tres Iglesias, en donde la atracción de los asistentes era la presentación de un predicador traído de Republica Dominicana, Ambioris Padilla, y en ese trayecto interno la tristeza me seguía embargando por la percepción de un municipio sin competencias, capacidad fiscal y desarrollo económico propio. Y narro sobre unos de los municipios más sobresalientes de la Región, tierra que vio parir, crecer y formar tres ilustres personajes de la política nacional: Evaristo Surdís, Hernán Berdugo y el actual Ministro de Minas Carlos Rodado Noriega ¡Y si es este municipio costeño uno de los más sobresalientes de la Región¡¿Cómo serán o se imaginaría uno a los demás? Mientras tanto sigue rezando en la Constitución política de Colombia que: El municipio que antes aparecía relegado en un tercer plano, después de la nación y los departamentos, es hoy la célula fundamental de la estructura política y administrativa del Estado. Pero que. La gestión pública liliputiense municipal –que traduce a lo incompetente ante tantas Necesidades Básicas Insatisfechas- es el contraste entre la realidad y la letra muerta que constituye el Estado colombiano.
Y ya en el evento y en medio del éxtasis espiritual de la predicación, yo que me muevo en ganas con los dos asuntos que ocupan la mayoría de mis pensamientos, simbólicamente me movía en una fábula ciudadana que narraba con gran entusiasmo, y veía en mi imaginación a muchos políticos que con discurso en mano y con el don de la palabra movían grandes muchedumbres de gente. Concurrían con entusiasmo y credibilidad a sus discursos por todos los municipios de la Región, en pro de la confianza y el hallar la prosperidad con oportunidades sociales equitativas. Pero, ya luego en la cruda realidad, nuevamente, la tristeza embargaba mis ilusiones.
Como es costumbre real que en medio de la concurrencia entre los súbditos, Dios alimenta el espíritu con su palabra, y el bocado del día fue anunciado por este predicar extranjero. Palabra que traigo a colación queriendo compartir tal bocado; en: I Crónicas 4, 9-10 y Filipenses 4,19.
Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
La célula espiritual fundamental de un creyente se desarrolla a la manera como empieza a derrotar mentalmente la duda que lo embarga para suplir sus necesidades. Y luego. Lo social.
A eso de aprovechar el tiempo durante el viaje, me terminaba de leer ¿Quién Se Ha Llevado Mi Queso? Una narración de una fábula de cómo adaptarnos a un mundo en constante Cambio.
Y son cuatro personajes imaginarios, dos ratones y dos liliputienses, que se desenvuelven en un laberinto, en la búsqueda permanente de conseguir un mejor Queso para la sobrevivencia.
Y me movía del centro del municipio hacia las afueras para presenciar una prédica en un evento religioso organizado por una de las tres Iglesias, en donde la atracción de los asistentes era la presentación de un predicador traído de Republica Dominicana, Ambioris Padilla, y en ese trayecto interno la tristeza me seguía embargando por la percepción de un municipio sin competencias, capacidad fiscal y desarrollo económico propio. Y narro sobre unos de los municipios más sobresalientes de la Región, tierra que vio parir, crecer y formar tres ilustres personajes de la política nacional: Evaristo Surdís, Hernán Berdugo y el actual Ministro de Minas Carlos Rodado Noriega ¡Y si es este municipio costeño uno de los más sobresalientes de la Región¡¿Cómo serán o se imaginaría uno a los demás? Mientras tanto sigue rezando en la Constitución política de Colombia que: El municipio que antes aparecía relegado en un tercer plano, después de la nación y los departamentos, es hoy la célula fundamental de la estructura política y administrativa del Estado. Pero que. La gestión pública liliputiense municipal –que traduce a lo incompetente ante tantas Necesidades Básicas Insatisfechas- es el contraste entre la realidad y la letra muerta que constituye el Estado colombiano.
Y ya en el evento y en medio del éxtasis espiritual de la predicación, yo que me muevo en ganas con los dos asuntos que ocupan la mayoría de mis pensamientos, simbólicamente me movía en una fábula ciudadana que narraba con gran entusiasmo, y veía en mi imaginación a muchos políticos que con discurso en mano y con el don de la palabra movían grandes muchedumbres de gente. Concurrían con entusiasmo y credibilidad a sus discursos por todos los municipios de la Región, en pro de la confianza y el hallar la prosperidad con oportunidades sociales equitativas. Pero, ya luego en la cruda realidad, nuevamente, la tristeza embargaba mis ilusiones.
Como es costumbre real que en medio de la concurrencia entre los súbditos, Dios alimenta el espíritu con su palabra, y el bocado del día fue anunciado por este predicar extranjero. Palabra que traigo a colación queriendo compartir tal bocado; en: I Crónicas 4, 9-10 y Filipenses 4,19.
Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
La célula espiritual fundamental de un creyente se desarrolla a la manera como empieza a derrotar mentalmente la duda que lo embarga para suplir sus necesidades. Y luego. Lo social.
Saludo. Julio.
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