Desde que tengo uso o razón de ser, la panacea del sueño americano era o es la ilusión y la meta de muchas personas, sobre todo nosotros los latinos.
Visitarlo y conocerlo, ser residente, conseguir un trabajo, e incursionar en alguna de sus instituciones educativas y tocar de cerca su tecnología, economía y cultura eran o son los pilares más soñados del ensueño y a la vez frustración para muchos. Hasta que llegó el poder oscuro del terrorismo internacional y un once de Septiembre se empezó desafortunadamente a derrumbar su seguridad nacional y puso en jaque su geopolítica y su macroeconomía.
Pero esta gran Nación seguramente no se creó y creció por obra màgica de sus gestores gringos, mas bien, confeccionaron unos lineamientos gubernamentales y políticos que lograron conseguir lo que hasta hoy es uno de los países más influyentes en el mundo entero. Jalonaron para el mismo lado.
Ya en esta locura del Sueño Colombiano. Quedó en mis recuerdos resientes de esta década en donde vi y escuché dar un testimonio de una persona en un programa de la televisión regional, manifestando ese extranjero empresario y religioso, por demás, que en un futuro no estipulado en fecha, muchos de los que hoy temen venir a nuestro país, pagarán en un mañana hasta cuatro y más veces el valor del boleto o tiquete del transporte para visitar nuestro país, ¿el para qué, y el por qué? .No alcance escucharlo. ¡O no lo dijo!
Cuando uno lee un libro cualquiera, algunos pasajes de su relato le despiertan cierto interés.
En uno de los relatos o pasajes Bíblicos recuerdo yo justificar el rehúso de Jonás para no querer cumplir una orden de Dios en llevarle a los habitantes de la ciudad de Nínive un mensaje de advertencia por ser una comunidad con un cúmulo de pecados.
No es un descubrimiento el hecho y la sombra que tenemos nosotros los colombianos ante el mundo por nuestra real y desprestigiada imagen generalizada, pues a este país además de su histórica larga y contada situación de pobreza, se le filtró en sus filas en los últimos años de monopolio al bipartidismo político el poder oscuro y criminal del narcotráfico, en donde se repartían la burocracia en su círculo oligárquico- justificación original de las conformaciones de guerrillas-, que hoy por hoy , entre corrupción y terrorismo narcótico nacional desangran el país, y por ende el sueño y el anhelo de todos sus habitantes de alcanzar una oportunidad y privilegio de vida.
Quienes se han atrevido política y socialmente de alguna manera vertical y con pulcritud desestabilizar y aniquilar este extremismo ideológico en donde el fin justifica los medios, la mayoría de estos, son los mártires de nuestra patria, desafortunadamente.
_Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón_ .Hebreos, cap. 4, 12.
Confeccionar el loco Sueño Colombiano influyendo en el rol político, económico, legislativo y administrativo en donde se toman las mayores decisiones del país, ha sido, y será siempre el gesto y el deber de todo buen ciudadano colombiano.
Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová_.
Visitarlo y conocerlo, ser residente, conseguir un trabajo, e incursionar en alguna de sus instituciones educativas y tocar de cerca su tecnología, economía y cultura eran o son los pilares más soñados del ensueño y a la vez frustración para muchos. Hasta que llegó el poder oscuro del terrorismo internacional y un once de Septiembre se empezó desafortunadamente a derrumbar su seguridad nacional y puso en jaque su geopolítica y su macroeconomía.
Pero esta gran Nación seguramente no se creó y creció por obra màgica de sus gestores gringos, mas bien, confeccionaron unos lineamientos gubernamentales y políticos que lograron conseguir lo que hasta hoy es uno de los países más influyentes en el mundo entero. Jalonaron para el mismo lado.
Ya en esta locura del Sueño Colombiano. Quedó en mis recuerdos resientes de esta década en donde vi y escuché dar un testimonio de una persona en un programa de la televisión regional, manifestando ese extranjero empresario y religioso, por demás, que en un futuro no estipulado en fecha, muchos de los que hoy temen venir a nuestro país, pagarán en un mañana hasta cuatro y más veces el valor del boleto o tiquete del transporte para visitar nuestro país, ¿el para qué, y el por qué? .No alcance escucharlo. ¡O no lo dijo!
Cuando uno lee un libro cualquiera, algunos pasajes de su relato le despiertan cierto interés.
En uno de los relatos o pasajes Bíblicos recuerdo yo justificar el rehúso de Jonás para no querer cumplir una orden de Dios en llevarle a los habitantes de la ciudad de Nínive un mensaje de advertencia por ser una comunidad con un cúmulo de pecados.
No es un descubrimiento el hecho y la sombra que tenemos nosotros los colombianos ante el mundo por nuestra real y desprestigiada imagen generalizada, pues a este país además de su histórica larga y contada situación de pobreza, se le filtró en sus filas en los últimos años de monopolio al bipartidismo político el poder oscuro y criminal del narcotráfico, en donde se repartían la burocracia en su círculo oligárquico- justificación original de las conformaciones de guerrillas-, que hoy por hoy , entre corrupción y terrorismo narcótico nacional desangran el país, y por ende el sueño y el anhelo de todos sus habitantes de alcanzar una oportunidad y privilegio de vida.
Quienes se han atrevido política y socialmente de alguna manera vertical y con pulcritud desestabilizar y aniquilar este extremismo ideológico en donde el fin justifica los medios, la mayoría de estos, son los mártires de nuestra patria, desafortunadamente.
_Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón_ .Hebreos, cap. 4, 12.
Confeccionar el loco Sueño Colombiano influyendo en el rol político, económico, legislativo y administrativo en donde se toman las mayores decisiones del país, ha sido, y será siempre el gesto y el deber de todo buen ciudadano colombiano.
Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová_.
Proverbios. Cap. 22, 4.
Saludo, Julio.
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