Me he enterado, en esta malqueriente Colombia, en su región, tanto en mi barrio, que quienes se levantan desde temprano a dirigir sus pequeños negocios, están siendo extorsionados económicamente por delincuentes.
Siempre se ha dicho e insinuado,
y hasta comprobado, que muchos de estos delincuentes cuentan con alguna
anuencia de autoridades policiales o judiciales que por un 'plato de lentejas'
venden su honestidad y honorabilidad, desprestigiando el buen nombre de las
instituciones.
Hay con esto un sinnúmero de
situaciones sociales adversas que si a las nacientes generaciones desde el
vientre de su madre le preguntaran dónde quieren nacer y vivir, el futuro de esta
patria sería lo inhóspito continental.
Porque la violencia física y
verbal en consonancia con la psíquica hizo metástasis desde la boca hasta los
pies; y de la mente baja su impiedad, la mentira y la injusticia hacia el
corazón de esta actual pervertida generación. ¡Generalidades!
Isaías 1:7 Su país es una soledad
con ciudades hechas cenizas; ustedes vieron las cosechas, y el enemigo se las
comió; esta ruina no es menos que la de Sodoma.
Contrariamente al descontento
social, los dirigentes de algunos credos religiosos, consideran en su fe y, así
lo predican con esperanza continental, de que somos el nuevo pueblo escogido de
Dios para la posteridad de una descendencia de justicia para siempre. Pero en
materia social y política, la realidad nos condena como cualquier pueblo
latino.
Yo dejo en reserva a este pueblo
colombiano creyente que honra y alaba a un Dios de justicia, pueblos regidos
por una democracia, pero tanto la legislación como la gobernabilidad
desilusionan con su iniquidad el futuro de la Nación.
¿Alguien creyente espera que de
la noche a la mañana y, en un abrir y cerrar de ojos, un milagro majestuoso
monárquico que profane-reemplace la democracia y seamos regidos por reyes de
justicia? ¿O tal vez un rapto físico que los 'libre' de semejante abominación
terrenal?
¡Inadmisible! Porque no he venido
a abolir la ley, sino a cumplirla; y si su justicia NO es mayor que la
iniquidad de quienes legislan y gobiernan como animales esta “selva colombiana”...serán
menores que ellos, les recuerda Mateo 5:17-20.
Mientras tanto, yo, que no soy un
religioso avalado y de oficio de ningún credo, los invito como conciudadanos y
constituyentes primarios constitucionales, que mediten en sus servicios
religiosos sobre sus dirigidos sermones sociales y políticos.
Contribuyendo ustedes, a que
coadyuven sin miedos ni rabia, mucho menos movidos por dádivas materiales para
la participación masiva de los feligreses ciudadanos a sufragar en cada
elección popular; más los invito a que sea con libertad y criterio por la
justicia social, básicamente.
Es decir, por obra y gracia
espiritual, por la reposición moral del Estado colombiano, en mayoría, moralicemos
la democracia participativa de tanta perversidad electoral.
¡Gratis también! Porque: “los
partidos, movimientos políticos y grupos de ciudadanos que inscriban candidatos
tendrán derecho a financiación estatal de las correspondientes campañas
electorales, mediante el sistema de reposición de gastos por votos válidos
obtenidos”. Ley electoral.
Hagamos patriotismo
independientemente de cualquier partido o movimiento político afín, un Ambiente
Ciudadano de la Concordia, y que la reposición económica nos venga por la
añadidura de nuestro servicio de fe ciudadana.
A resumidas cuentas, de la norma
nacional en mención, ustedes y yo estamos excluidos de cualquier reposición
económica. Y toca limpiar gratis lo que muchos con remuneración monetaria
estatal, ensucian. ¡Insólito!
Isaías 40:5.9.11 Hablen con
gratitud a Jerusalén, y anúncienle que ya ha cumplido su tiempo de servicio,
que ya ha pagado por su iniquidad, que ya ha recibido de la mano del Señor el
doble por todos sus pecados.
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