domingo, 7 de noviembre de 2021

EN UNA MISIÓN SUPREMA.

"Para ayudar a mi familia, yo hacía lo que fuera. He salido adelante a punta de escándalos. Acá en Colombia a la gente le gusta el chisme, más que aprender otras cosas", la influencer: @EpaColombia.

Y en verdad si fue desvergonzada para conseguir dinero, fama y otras cosas materiales; ahora es valiente reconociendo lo que esta generación colombiana es adicta. Lucas 16:1-8 Porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de la luz.

Y otra perla con influencia electoral: "Porque para hacer política en Atlántico, pero sobre todo en Magdalena, era necesario contar con el permiso de las AUC -autodefensas-": son las declaraciones a la JEP del ex senador Asthon: @elheraldo.

Pero se equivocó el costeño Asthon, al hacer parte de la delincuencia electoral; y se sigue equivocando al decirle a la opinión pública investigativa actualizada que eso 'era' una práctica inequitativa criminal de la democracia del pasado.

No es pasado, porque si no fuera porque su persona hoy está siendo judicializada, lo más probable es que hoy fuese tenido en cuenta para hacer parte de la improvisada campaña electoral de la: Coalición presidencial de la Experiencia.

Y continúo aclarando que no soy el columnista clarividente que anda viendo la paja o la viga del otro, del costeño, específicamente; pero lo que uno ve y lee en las principales páginas de la prensa nacional, son estas prácticas de iniquidad antisocial que nos deshonra.

Lastimosamente es una nube de escándalos que opacan el trabajo honroso que hacen otras personalidades de la vida pública que le sirven a la sociedad en las diferentes actividades políticas en donde son contratadas por su conocimiento, pulcritud y experiencia de lo público.

Y a mí me ha tocado alternar el contenido de casi 360 columnas de opinión en la última década, tomando como referencia estas prácticas de la híper-iniquidad política de cientos de costeños en gobiernos tras gobiernos, deplorando la responsabilidad laboral en lo público y lo político.

Más lastimosamente es saber que no es, ni serán las penas carcelarias impuestas, el decomiso o la incautación de los bienes públicos malversados los que harán declinar a las personas que heredan la sucesión de sus mandos.

Y se equivocan los líderes políticos y candidatos a cargos públicos, justificados -en sus aposentos- como la influencer "EpaColombia", que hacen lo que sea en pactos, alianzas y coaliciones electorales para ganar y así ayudar a su familia, su partido, y a sus abnegados amigos.

Y se equivoca toda una ciudadanía, hoy muy activa en las redes sociales, pero que le ha dejado la defensa a ultranza de la democracia civilizada y de ideas constructivas, a dos bandos ideológicos que reinan en su división política.

Una ciudadanía que gime de justos gobiernos, pero a la hora de apoyar a quienes vienen construyendo sociedades éticas, y como ahora dice la "arrepentida" influencer: aman y apoyan más al chisme que otra cosa armoniosa.

¿Pero qué esperanzas hay fuera de los malquerientes y masivos extremos ideológicos recalcitrantes? Unos queriendo continuar una gobernabilidad parcializada, y otros, dividiendo quieren ganar y gobernar en su misma semejanza. ¡La sagacidad del mundo, los anima!

Y una Misión Posible Ciudadana Independiente, con ideas de suprema concordia para reparar la democracia criminalizada, NO es para uno solo. Es por eso que ¡No más influencer venenosos hipócritas! Contrariamente. Más apoyo para más ciudadanos cívicos con valores supremos para: #LaPazDeColombia.

¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio de la paz, de los que anuncian lo bueno! Romanos 10:15.

 

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