martes, 11 de febrero de 2020

EL GRAN APORTE FEMENINO


Grandeza versus vergüenza. Dilema regional en la representación pública del género femenino local y actual, por un lado, podemos mostrar el orgullo artístico de la barranquillera Shakira; donde se dice que más de cien millones de espectadores en el mundo observaron su destreza del baile en el concierto del Super Bowl 2020.

Y del mismo lado femenino es la pena ajena que se siente del caso de Aida Merlano, otra costeña, que ya muchos la han autoproclamado como la “cantautora” pero del delito del constreñimiento al sufragante en la anterior contienda democrática para la elección del Senado de la República de Colombia.

Y lo de Shakira tiene un ingrediente adicional, es que en medio de su astronómica popularidad está promoviendo nuevos talentos colombianos en el exterior, a una costeña y profesora de champeta de nombre, Liz Dany. Como para aliviar un poco ese estigma de las malas representaciones que brotan de nuestra maltratada Región Caribe. 

A Aida Merlano, no es que al caído caerle y démosle la espalda ante cualquier consideración humana que se le debe expresar a una persona, sobre todo, cuando está en unas condiciones lamentables por hechos que deberá responder a la justicia colombiana. Su caso, debe considerarlo quienes, de alguna manera, también pretenden hallar reconocimiento político bajo la sombra de la ilegalidad.

Y prosigo buscando los valores éticos públicos que engrandecen al género femenino en el país; y me encuentro con la figura de la alcaldesa actual de la Capital de la República, Claudia López, que por su condición en su orientación sexual; un caso muy polémico y de división mística religiosa versus la libre formación de la personalidad.

Pero sometidos a la constitución Política en un Estado Social de Derechos y, bajo un lineamiento Bíblico: al César lo que es del César, y en pleno ejercicio de la democracia participativa, los ciudadanos bogotanos en su mayoría la eligieron, específicamente, para que les cuiden y les responda públicamente y sean retribuidos con transparencia en la inversión social, por cada peso que la ley les exige tributar en su Distrito Capital. 

Y regreso a mirar el ámbito social y político a esta Región Caribe; y tenemos a una Mujer, hoy gobernadora del Departamento del Atlántico, con una preparación intelectual y experiencia en la Administración Pública a la altura del cargo que hoy ostenta, y en la cual, muchos atlanticenses de bajos recursos económicos, esperan que su administración dé un salto cuántico en la inversión social para que logre mitigar sus Necesidades Básicas Insatisfechas.

Y hago esta descripción de la gobernadora, Elsa Noguera, pese a que en esas elecciones donde fue elegida, como pocas veces en mi responsabilidad ciudadana y democrática, hice el uso de votar en blanco y, ya habiendo reconocido su preparación como gobernante, mi excusa fue la desconfianza ética de la política electoral de cierta clase política de la Región y a nivel Nacional que la apoyaron.

Pero ya hoy elegida por mayorías ciudadanas que certifican su gobierno; todas mis energías de fe van dirigidas a su gobernabilidad, siendo obediente en: 1 Timoteo 2:2 Recomiendo que se ore por los gobernantes y por todas las autoridades, para que podamos vivir en paz y tranquilos, obedeciendo a Dios y llevándonos bien con los demás.

Y no podía dejar de mencionar en esta humilde columna al género femenino, a aquellas mujeres que, sin ningún reconocimiento público, sino desde lo secreto de sus actividades laborales profesionales y domésticas, son guardianas de nuestro sagrado núcleo familiar.

Resta, hermanos, que oren por nosotros, que la Palabra del Señor corra y sea hecha ilustre, así como entre ustedes. 2 tesalonicenses 3:1.

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