No se puede esperar más de lo que hoy tenemos en la variedad de todo tipo
de delito, dentro de una sociedad como la nuestra con más de medio siglo de
conflicto interno. Acá cunde el miedo, el odio, el rencor y la incertidumbre. Tanto
en la política como en los medios de comunicación y las redes sociales, cizaña
que va, cizaña que viene.
No obstante no se pueden desconocer los valores humanos a todo lo largo y
ancho de esta hecatombe social; valores ciudadanos, cívicos y de ciertas
reformas políticas que no se pueden desconocer en estas últimas décadas ¡Por
esas razones tangibles! No hemos llegado al acabose.
Mientras. Mujeres de diversas orillas proponen un pacto por la paz. El
colectivo lo conforman mujeres de sectores opuestos. Todas tienen diferentes y
profundas cicatrices de esta guerra que consume al país desde hace medio siglo.
Unas han sido víctimas del
desplazamiento por parte de grupos armados ilegales, a otras les han
secuestrado a sus familiares, otras viviendo en el exilio y otras le han puesto
la cara a la guerra desde las Fuerzas Militares. Perdonar es sanarnos, es
sentirnos diferentes y comenzar una nueva vida. Y esa actitud se contagia. Es
comprometerse a actuar diferente. Prensa.
Mujeres que quieren mover la montaña
de la indiferencia. La gran diferencia.
En otra orilla: La experiencia Verde ha sido una gran frustración: Sergio
Fajardo, gobernador de Antioquia, quien
le envió una carta a Compromiso Ciudadano, aliada del Partido Verde.
En la misiva, Fajardo califica de
una gran frustración la experiencia de la alianza con el Partido Verde. Se
desvanecieron muchos sueños. No fuimos capaces de pasar de discusiones atadas a
intereses personales, poderes pequeños, nunca explícitos: un mundo oscuro en
muchos sentidos. Nunca nos preocupamos por construir, en serio, una identidad y
en contadas ocasiones vislumbramos algo que nos permitiera pensar y unirnos con
algún ideal o proyecto de altura.
Personalmente tuve un
acercamiento físico por una identificación política e ideológica con el hoy
gobernador Fajardo cuando se pretendía en aquel entonces extender el Compromiso
Ciudadano que él lideraba cuando consiguió democráticamente la alcaldía de Medellín.
Luego hacia un modelo de país, ya
como candidato presidencial, para ese entonces Compromiso Ciudadano por
Colombia. Recuerdo que su gran compromiso ciudadano, era el de llegarle al
ciudadano, voz a voz.
Ahora en medio de las frustraciones de la otrora eufórica
Ola Verde, se debería coincidir en el desmantelamiento de los proyectos políticos
cortoplacistas con fines de la
inmediatez electoral. Este cáncer que carcome e indigesta la política de ahora;
mejor ir mas afondo con un proyecto como Compromiso Ciudadano que aspire mucho
mas allá de ver otra euforia electoral.
¡Obviamente! sin dejar de
participar y actuar sobre ciertas dinámicas política regional y de todo el
país. Para esto. Cobra valor su ahora frustración sobre el actual
desmembrado Partido Verde. Inyectarle
paciencia en la médula ciudadana de quienes han de comprometerse, por ahora comunicativa
e ideológicamente, hacia un futuro no lejano, es apenas su génesis como amalgama
para una verdadera transición democrática mucho mas allá del sectarismo político.
El Compromiso Ciudadano debe estar
intrínseco en todas las Instituciones Democráticas de nuestra Constitución Política.
Ayudar a construir un justo y moderno modelo de país para las nuevas
generaciones ¡afortunadamente! generación que por fe, seremos nosotros mismos.
_Saldrá un rey que gobernará con
rectitud y gobernantes que gobernarán con justicia. Tendrán los ojos bien
abiertos y estarán dispuestos a escuchar con atención; no actuarán con precipitación
sino con prudencia. La gente no llamará noble al canalla, ni tratará al pícaro
como persona de importancia_ Profeta Isaías, Cap. 32.
Saludo, Julio.
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