viernes, 6 de septiembre de 2013

TE COMPARTO MI SUEÑO



Luther King, el Gandhi afroamericano que hace 50 años, tuvo un sueño. La fuerza de su oratoria despertó la conciencia de un país. Se cumple medio siglo de su discurso. La década de 1960 fue un tiempo de grandes transformaciones. Fue una época de sueños hechos realidad, como la llegada del hombre a la Luna, de utopías juveniles como el mayo francés o la primavera de Praga.
Pero también de pesadillas como la amenaza nuclear y la crisis de los misiles. Fue la década en que surgió el amor libre y la conciencia ecológica, mientras la televisión se convertía en el medio de masas de la aldea global.  
En este escenario, se produjo esa extraordinaria cruzada a favor de los Derechos Civiles de los afroamericanos liderados por un pastor baptista que proclamaba la no violencia, y hablaba de sueños y tierras prometidas. Como una premonición, le había dicho a la multitud: He visto la tierra prometida, pero es posible que no llegue ahí con ustedes. Prensa.
El sueño de todo buen ciudadano colombiano es un consenso generalizado,  como un pluralismo consolidado ensoñador de finiquitar cesando la horrible noche de esta guerra, que generan las guerrillas, el narcotráfico y el paramilitarismo. Y no menos ensoñador, hacerle el cierre definitivo de la corrupción pública. Un ensueño en donde coinciden todos los buenos propósitos de un ciudadano de bien. Acá, unánimente como verdaderos ciudadanos comprometidos con nuestra Constitución, no existe disenso alguno.
Lo había anunciado antes con respecto a la osadía del actual gobierno Santos, quien se había expuesto en un limbo político de su credibilidad, ahora evidenciado con las revueltas de los paros nacionales sobre necesidades apremiantes del Agro que han generado el declive actual de su popularidad y desaprobación de su gobernabilidad.
Porque sentarse a negociar con grupos insurgentes para garantizarles beneficios políticos y de justicia, insurgentes quienes han venido masacrando en décadas a la población civil y, directamente a estas generaciones de campesinos desplazados inescrupulosamente por guerrillas y el paramilitarismo. Al mismo tiempo el campesinado requiere su atención ante su crisis económica.
Momento crucial para el presidente Santos el replanteamiento de sus políticas sociales: Ley de Víctimas, Restitución de Tierras y de Regalías, pero  que estas soluciones en el papel de la ley, le lleguen tangiblemente para el bienestar de los campesinos, primeramente.
Momento crucial para ponerle el termómetro de la verdad a su Unidad Nacional para comprobar el arribismo a la burocracia de algunos de sus partidos miembros, o caso contrario, el acompañamiento unánime sin abandonar el barco en plena tempestad política y social nacional.
Veamos mejor constructivamente en medio de esta situación crítica de los levantamientos ciudadanos y de campesinos contra este gobierno Santos, una posibilidad social democrática de compromisos mutuos que sigan despertando la conciencia ciudadana y campesina para el desvanecimiento leve pero consistentemente a estos modelos económicos excluyentes del capitalismo salvaje traído en décadas.
El sueño de Luther King estuvo acompañado de valentía y de la No violencia. No antes tuvo que derribar en su propia mente la duda en medio de incertidumbres, pesadillas y de amenazas. Más no vio este pastor la tierra prometida.
¡Son hoy por hoy nuestra gran amenaza y pesadilla las guerrillas, el narcotráfico, el  paramilitarismo y la corrupción colombiana, pero no hoy más grande que nuestra valentía ciudadana! Y aun mejor, que la fuerza de nuestra fe cristiana. ¡Así lo sueño igual que lo vivo!
_Yo instruiré a todos tus hijos, todos ellos tendrán gran bienestar. La justicia te hará fuerte, quedarás libre de opresión y miedo, el terror no volverá a inquietarte. El señor lo afirma_ Profeta Isaías, Cap. 54.
Saludo, Julio.

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