El sistema Constitucional de estos gobiernos presidencialistas colombiano
tienen total ventaja en su centralismo burocrático. Se llevan todos los honores.
Pero que son pocos por aquello de las zanjas sociales en las proclives
desigualdades de todos los tiempos en
nuestra memoria histórica.
¡Mas! si adsorbe el centralismo en
su totalidad todas las complejidades provenientes de las regiones, en donde la falta
de descentralización, que muchos reclaman, es el caldo de cultivo para las
confrontaciones nacionales entre legisladores quienes representan cada región y
políticos y muchos de los gobernantes locales.
Cosa contraria que gobierno alguno vaya descentralizándose en un
porcentaje favorable a las regiones equitativamente, y de la misma manera
gobierno central y regionales y políticos vayan de la mano independientemente de la ideología
partidista a la que cada uno profese y pertenece.
Como ahora que se opacaron los honores. Sino que repercute al centralismo
toda la queja regional de los paros de los campesinos y demás instituciones
sociales y cívicas por la desidia de toda una vida gubernamental centralista. Y
de complemento. Administraciones públicas regionales contaminadas por la mafia
del paramilitarismo, el clientelismo y lo corruptible de todo público. Leamos de donde
proviene su génesis mafioso regional democrático:
Opinión: Ni los partidos fueron capaces de retirarles el aval, ni el
gobierno nacional ni la opinión pública pudieron detener su elección. Las
revelaciones de estos días sobre los gobernadores de Sucre, de Magdalena, y del Cesar, me han hundido en una terrible
decepción. Sobre los riesgos de corrupción o de compromiso con las mafias de
estas personas había advertido en los meses previos a su elección.
Las investigaciones sobre las
elecciones de 2011, realizadas por un calificado grupo de profesionales
encabezados por Claudia López, decían que estas personas, de ser elegidas,
podrían causar un grave daño a los departamentos por sus antecedentes
personales o por los grupos familiares y políticos que los rodeaban.
Alertamos al gobierno, a los
partidos políticos, a la opinión pública con datos y testimonios recogidos con
mucho juicio y ponderación en las regiones. Titulo de la prensa
capitalina, eltiempo.com: Gobernadores
que no debieron serlo. Por: León Valencia.
El remar para el mismo lado es un
discurso de campaña política que se utiliza como una frase de cajón en términos
generales en las épocas pre electorales. Pero la vida te da sorpresas, y sorpresas
te da la dinámica de la política ¡ahora! en medio de esta polarización.
Comparto nota importante:
La presidenta del Polo
Democrático Alternativo, Clara López Obregón, expresó plena coincidencia con el
anuncio del primer mandatario, Santos, respecto de las medidas que adoptará su
gobierno frente al tema litigioso de San Andrés y Providencia. En solidaridad
con el Estado colombiano. Prensa.
Es muy extraño en nuestra era ver
grandeza en la política tradicionalista y vergonzosamente en las nuevas élites.
Pero enfrentar un anhelado postconflicto
es inmensamente necesaria la grandeza y civilidad de quienes, por fe, allá encontraremos a líderes quienes en representación
del pueblo y de esta sociedad regional y nacional logren superar esta falta de
coincidencia política e ideológica permanente e histórica.
Con la misma coincidencia y
remando para el mismo lado, contaríamos con una
ciudadanía juvenil, espiritualmente
hablando, y sin prejuicios ni sesgos partidistas, mejor que se enamoren de las
obligaciones constitucionales, para que, literalmente, en unidad, con argumentos en mano, no dejemos que a
nuestros conciudadanos le sigan metiendo los dedos –figurativos de la politiquería-
en la boca. ¡Decididamente!
_Yo la voy a enamorar: la llevaré
al desierto y le hablaré al corazón. Allí me responderá como en su juventud.
Como en el día en que salió de Egipto_ Profeta Oseas, Cap. 2.
Saludo, Julio.
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