viernes, 23 de agosto de 2013

ACUERDO CONTRA LA CORRUPCION



Cuando uno oye hablar a la gente del común, y los que no son, sobre la más certera solución definitiva a la criminalidad que traemos como legendario lastre social en todos los límites territoriales de nuestra geografía, la respuesta es casi unificada, que los bombardeen  en donde se encuentren, en sus madrigueras ¡así tajantemente!
Y cuando se habla igualmente sobre el lastre de la corrupción. Contra los que conciertan para delinquir. Contra los que se apropian indebidamente de los recursos y las inversiones del Estado, las respuestas y la solución es casi muy similar a los que promulgan la criminalidad y el sicariato; que se les vaya cortando algunos miembros de los dedos, de acuerdo al monto mal apropiado.
Porque igual que la criminalidad, para la gente no es suficiente el endurecimiento de las penas, porque no existe como tal, temor por la ley, y, menos por quienes la administran. ¡Generalidades!
Pero en la Constitución Política que nos rige, no admite como tal la pena de muerte, más aún estamos regulados por entes internacionales que promulgan el derecho a la vida, como tampoco lo promueve el Evangelio del amor y la tolerancia que exhorta al servicio y la búsqueda permanente en pro de los intereses de los más necesitados. Primeramente.
No obstante pareciera contradictorio, porque para que un creyente pueda entrar al reino de su justicia, es preferible arrancarse uno de los dos ojos, si uno de ello es pecador ¡así tajantemente!
Pero mientras en este país de los santos inocentes; sí, santos inocentes porque casi nadie se declara culpable ni habiéndole comprobado su delito, mucho menos que tengan el valor moral de pedirle perdón a la sociedad a la que le ha desfalcado su patrimonio.
Mientras esta corrupción se hace perpetua, estaremos necesitando del altruismo de algunos pocos que velan por el bienestar alimentario de los más pobres de nuestra geografía colombiana:
El sacerdote que alimenta a 120 mil personas en Bogotá. El padre Saldarriaga recibe el apoyo de empresas y grandes almacenes del país. Este sacerdote, es impulsor del Banco de Alimentos. Quiere llegar a 500 mil en 2021.
Distribuyendo alimentos a través de 700 organizaciones sociales, el Banco de Alimentos de Bogotá llegó esta semana a la cifra de las 100.000 toneladas de comida distribuidas en 12 años de trabajo. Este sacerdote, quien reparte su tiempo entre esta labor y la parroquia San Maximiliano Kolbe, contó que uno de los promotores de este tipo de ideas en Colombia fue el asesinado monseñor Isaías Duarte Cancino, en Cali. Prensa.
Un país incapacitado para administrar la justicia, es un engendro de corrupción permanente, y por ende, es una sociedad mendiga en casi su totalidad. ¡Caso nuestro!
Mientras sea incierto el cumplimiento irrestricto a la ley por parte de los funcionarios públicos y los que contratan con el Estado, para que no se sigan saliéndose por la tangente de los Estatutos de la Anticorrupción existentes.
¡Ahora! Por medio de un Referendo se le convocaría al pueblo en pleno como juez natural para que avale o desapruebe el posible Acuerdo del gobierno con las Farc, para ponerle fin a un conflicto de violencia. Conflicto que en conjunto con la corrupción estatal han creado una sociedad de malhechores y de pobrecitos ¡Después! Cómo se acordaría con los corruptos.
_Luego el rey se puso de pie y se comprometió ante le Señor a obedecerle, a poner en práctica fielmente y con toda sinceridad sus mandamientos, mandatos y leyes y a cumplir las condiciones del pacto que estaban escritas en el libro. Y todo el pueblo aceptó también el compromiso_ Segunda de Reyes, Cap.23.
Saludo, Julio.

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