sábado, 23 de febrero de 2013

TENDIENTE A LA ESPERANZA.


Cuento con suficiente material, gracias a la prensa, para alternar este artículo: Tendiente a la Esperanza. Pero no es necesario frotarse las manos creyendo que es la panacea de la justicia social que enjugará las lágrimas de los ojos de miles de campesinos, quienes fueron despojados entre la variedad criminal en el país. Pero si es una cruzada tendiente a llevar alguna esperanza a muchos de ellos.
Quienes vivimos en presencia de tanta monstruosidad criminal, uno juraría que no existe poder humano, ni gubernamental, ni voluntad judicial institucional con capacidad para quebrantar tanta barbaridad antisocial en esta Nación. Mas es tendiente esta cruzada para analizar todo lo contrariamente pensado y jurado. Veamos apartes que merecen buen juicio social:
Las tierras donde se popularizó la tristemente célebre frase de, si no vende usted, vende su viuda, ya son propiedad de las 32 familias que fueron despojadas de sus lotes durante más de diez años de terror paramilitar en la vereda Leticia, en Montería, Córdoba. Una historia de violencia que dejó cientos de muertos y desplazados, pero que finalmente, en el marco de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, la justicia devolvió a sus legítimos dueños: los campesinos, antes sin tierra.
La sentencia sin duda está revestida de un valor histórico, ya que es la primera vez desde que se está implementando la Ley de Víctimas que se afectan bienes del emporio criminal de la Casa Castaño, fundadores del paramilitarismo en Colombia que durante más de dos décadas asolaron al país y acentuaron su poder, en especial, en el territorio entre Sucre, Córdoba y Antioquia.
La organización Human Rights Watch resaltó la sentencia dictada por un tribunal para que se devuelvan tierras que fueron despojadas a 32 familias desplazadas en el departamento de Córdoba. Y. Desde San Vicente del Caguán, antigua zona de distensión, en Caquetá, el presidente Santos informará sobre cómo las Farc se apoderaron de enormes extensiones de predios, tanto del Estado como de campesinos. Resumido.
Un ciudadano con pensamiento libre, no puede caer en la estupidez de no cambiar una tendencia política electoral, cuando las circunstancias gubernamentales así lo demuestren. Siguiente ilustración. Mi caso en particular. Remembranzas.
No apoyé la primera candidatura de Alvaro Uribe, por ser mi ideología más tendiente a la diplomacia que animar la confrontación bélica e ideológica. En cambio, si apoyé la continuidad de su reelección porque las circunstancias así lo ameritaban: el mejoramiento de la seguridad del país, lo suficientemente válido que vi para sufragar en su favor, ciudadamente libre, por demás.
Luego aposté por los Verdes, que de haber ganado, muy seguramente el frente gubernamental de la educación, la ciencia y la tecnología, otro aire respiraría. Ya en la realidad. Y en la imperfección de todo gobierno, en este actual, sobrepasando estupideces, existen frentes gubernamentales que ameritan comprensión de apoyo y sensatez ciudadana. Como este caso valiente: Ley de Victimas.
_En ese tiempo mostrará otra vez el Señor su poder reconquistando el resto de su pueblo. Haciéndolo volver. Levantará una señal para las naciones y reunirá a los Israelitas que estaban desterrados. La envidia de Efraím terminará, y el rencor de Judá se calmará_. Isaías, 11.
Constitucionalmente. Seguramente, este gobierno Santos, echará mano a su reelección presidencial. Lo previsible. Algunos Verdes y ultra uribista en contrasentido.
Este país necesariamente requiere la cobertura total de su territorio con leyes que impartan justicia social entre la institucionalidad del gobierno y todas las instancias judiciales.
Escuchaba una estrofa de un clásico del vallenato; que dice: Parece que Dios con el dedo oculto de su misterio, señalando viene por el camino de la partida. Amén.
Saludo, Julio.

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