sábado, 28 de mayo de 2011

PLIEGO DE PETICION FUNDAMENTADO

Reposa en mi memoria desde hace dos décadas desde cuando empecé a cotejarme laboralmente con trabajadores que gozaban de privilegios nominales tales como: mejores sueldos, transporte privado –casa empresa y viceversa-, alimentación en casinos con bajos costos y variado menú alimenticio diario, refrigerios mañana y tarde entre otros beneficios. Destellaban envía de la buena para quienes no estábamos en la bonanza, o en la rosca. Más hoy, solo añoranzas quedan, entre quienes lo disfrutaron y quienes lo observábamos.
Me refiero a la otrora empresa de aviación de capital costeño colombiano de nombre Avianca, la llamada aerolínea de Colombia, y fui testigo de que muchos empleados actuaron con la arrogancia por el solo hecho de ser directivos sindicales, que a la postre coadyuvaron a la banca rota de esa gran empresa de capital privado. Y el país para tal época fue testigo al ver caer grandes empresas del orden estatal derrumbarse por esta misma actitud de un mal liderazgo laboral ideológico amparado en el fuero sindical, como cayeron también empresas públicas prestadoras de los servicio públicos domiciliarios, como la salud y, ni de hablar de la fraudulenta empresa estatal de Foncolpuertos.
Por aquellas razones anteriormente enumeradas me complace compartir noticias que no siempre son de decrecimiento social en nuestra patria, sino que el actual gobierno, empresarios y trabajadores firman según ellos un acuerdo laboral histórico, celebrado en la Casa de Nariño. Y son los propios dirigentes y obreros que lo califican como el mejor en los últimos 50 años de vida empresarial laboral. Y estamparon sus firmas en este protocolo tripartito el presidente del Consejo Gremial, el de la Andi, el ministerio de la Protección Social y el Vicepresidente de la República de Colombia.
_Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica_ I Corintios. Cap. 3, 10.
Partiendo de que sagradamente está escrito de que: Maldito el hombre, quien confía en el hombre. Se equivocan directivos y miembros de las centrales obreras quienes quizás pretenderán reconstituir de la noche a la mañana una ley laboral para cobijarse en el fuero sindical y luego engrosar sus pretensiones personalizadas. Se equivocan los miles de empresarios colombianos quienes pretenderán engordar sus arcas económicas y patrimoniales con la llegada de nuevos tratados comerciales en la apertura económica globalizada del planeta; mas desaparecerán sino no son competitivos en sus organizaciones empresariales, invirtiendo en capital mecánico y tecnológico, con aportes a la preservación del medio ambiente y apoyo económico y social para un mejor conocimiento y mejoramiento del talento humano laboral calificado y su entorno.
Independientemente de quienes hoy ostenten los poderes Ejecutivos, Legislativos y Judicial, hoy siento en mis convicciones, fundamentos espirituales para recoger en décadas venideras el lastre de una Nación con características de paria; inclúyale: corrupción, criminalidad, narcotráfico e, incluyámosle a una ciudadanía indiferente y sin convicciones ni actitudes para defender nuestra constitución democrática. Porque es requerimiento indispensable levantar de entre los muertos ciudadanos colombianos, quienes asuman el deber y derecho constitucional para la defensa de la patria, ¡y si yo fui levantado!

_Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. I Corintios. Cap. 3, 11. Saludo, Julio.

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