sábado, 22 de febrero de 2025

 EDITORIAL DESDE LA PROVINCIA

Sumarían unos 300 meses de estas 2.5 décadas sumergido en las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, un lugar de lectura permanente donde nació mi arte literario espiritual para ser hoy un columnista de opinión pública.

Era la presidencia de Andrés Pastrana para ese entonces cuando empecé a confrontar la manera como se gobernaba en este tiempo, versus, la forma como lo hacían nuestros antepasados de la fe desde José, hijo de Jacob, hasta el rey Salomón.

Paralelamente leyendo las historias de las obras de esos personajes de la Biblia, como no tenía el conocimiento político social de la actualidad de nuestro entorno nacional, leía editoriales de la prensa regional y nacional y, uno que otro columnista de opinión de esa época.

Para resumir las enseñanzas más relevantes tomadas, me quedo sólo con los ejemplos del legado de la cadena de mando, tomando como ejemplo inicialista la de Josué, quien continuó liderando la misión de su mentor Moisés.

Lo anteriormente dicho versus comparado con el desbarajuste del liderazgo presidencial de Colombia, donde cada sucesor del gobierno nacional muy pocos toman en cuenta eso que llaman de construir sobre lo construido.

Muchos no continúan las tareas hechas por sus antecesores, o bien sea porque las consideran mal diseñadas y mal ejecutadas, o, simplemente por la vanidad personal, lo ideológico, o lo sectario del uno sucediendo al otro, y miren la pobreza y la violencia que nos desconsuela a muchos.

Analicen no más, el gobierno Santos le entrega a su sucesor un Acuerdo de Desarme con una guerrilla, pero al gobierno Duque poco o nada le interesó su continuidad, y hoy, el ELN es el amo y señor del crimen y el desplazamiento forzado en una zona del país desvaneciendo así la tan sonada pero mal diseñada "paz total".

En la otra cara de la historia, Moisés le entrega la vara que simboliza la ley de Dios a Josué, y éste continuando con fe y convicción su liderazgo, organiza y planifica a sus gobernados su mandato, y de manera providencial derriba las murallas de Jericó en la búsqueda de un mejor bienestar para todos: libro de Josué, capítulo 6.

Ahora bien, en mi caso como escritor de opinión pública, en plena efervescencia de la campaña presidencial pasada, sin saber quién ganaría la presidencia, hice una columna de opinión planificando una relevancia presidencial pluralista y democrática del país durante los próximos 20 años venideros; dicha columna de opinión hace parte de mi libro: Esta es mi fe.

Aunque la altisonante palabra cambio que utilizó el entonces candidato presidencial Gustavo Petro se diluyó por completo por las causas malolientes electorales conocidas, su sucesor, escogido en mayorías democráticas, deberá enderezar con hechos la caña doblada.

Un experimentado sucesor que deberá organizar en el terreno económico y social la imperiosa necesidad de un verdadero cambio de la política nacional y, este pragmático liderazgo lo deberemos identificar inequívocamente los ciudadanos desde la gestación de la campaña electoral presidencial año 2026.

Considero con humildad que todo lo que está recogido y sustentado en mi primer texto, está elaborado de honestidad, rigor cultural electoral, fe ciudadana, y con una vigencia literaria editorial provinciana pronosticada hasta el año 2040.

Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo. 2 Pedro 1:21.

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