Y alguien escribió palabras más
palabras menos, que: contrariando los deseos de volver a incendiar al país y armar
a los civiles, algunas personas “ilustres” de la opinión y hacedores de la política
nacional, no deben repartir cerillas entre sus pirómanos.
Corrijo en editorial anterior cuando
dije que no ha habido un impacto social a través de mi fe, porque contrario he
notado entre mis cercanos amigos una diáfana afectividad fraterna que solo conseguimos
con la praxis de la espiritualidad como un don preciado del cielo.
Y así lo siento en el espíritu, y
de pronto me hago una idea que tanto ellos como yo esperamos ver y palpar a
futuro la sensatez de mucha gente para convivir en un país más seguro y próspero
en equidad social por la vía del respeto al otro, desde lo social y en el arte
ético de hacer la política.
La esperanza está en el Evangelio,
que para el creyente, es la única vía segura.
Y mi respeto a los que buscan en
otra praxis política tradicional, la cura para todos nuestros males sociales utilizando
la manipulación bélica con fines electorales. Causal venenosa de la confrontación
nacional.
Luego ahora el impacto de patria entre
todos los candidatos debe ser llevar la fraternidad en las venideras contiendas
democráticas regionales; porque no hay otra vía de que caigan rayos y centellas
y acaben con los malos y quedemos de un solo tajo los “buenos” para vivir “prósperos,
en paz y armonía”.
La tarea es de praxis pedagógica
y de matemática simple, masificando y multiplicando la fraternidad y que ésta,
como en el principio el pecado inundó la tierra y se reprodujo malévolamente; contrario
es el trabajar día a día, año tras año por el respeto, la honra y la dignidad
del prójimo.
Bien se dice: Quien no conoce su trágica
historia, está infernalmente condenado a repetirla y pagar por sus graves
consecuencias.
Paradoja: Para tal caso de
nuestro conflicto interno; los mercenarios contratados y “justificados” para una
“salvación patriótica” más aun incendiándolo irresponsablemente, contribuyeron a
lo que ahora tenemos, un nefasto pasado y presente.
Y las consecuencias delictivas de
su genocidio, en este inescrupuloso radar histórico de impunidad, acá, hay
gente inocente bajo tierra.
¡Ahora! Lo ineludible para la
emancipación del desprestigio de la justicia y la misma Reconciliación
Nacional: es revertir el entrenamiento bélico ilegal hacia el civismo ceñido irrestrictamente
a la ley en lo ético y lo espiritual.
Inexcusable institucionalizar el
don celestial de la fraternidad vía del Estado en escuelas y universidades. Insoslayablemente
en veredas, pueblos y ciudades.
Frase Papal: Dios está con el
hombre que busca la paz. Y desde el cielo bendice cada paso que se da en la
tierra por este camino.
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