viernes, 23 de enero de 2015

2015 AÑO DE OPORTUNIDADES



En lo concerniente a la misión-visión del postconflicto colombiano, el gobierno del presidente Santos acierta en la iniciativa de combatir la corrupción pública, no de la misma manera como está pretendiendo finalizar el conflicto armado a través del dialogo y la concertación con las guerrillas. ¡No! La corrupción la pretende atacar con muchos frentes de control institucionales. Nota:

Crearán grupo especializado de inteligencia para casos de corrupción. Gobierno pretende que un comando anticorrupción determine cuáles son los casos para priorizar. Con el fin de fortalecer la lucha contra la corrupción y poder priorizar los casos a investigar, el Gobierno anunció recientemente la creación de un grupo especializado de inteligencia que se encargará de seguir casos relacionados con este tipo de delitos.

La intención es que entidades como la Dipol, la Uiaf, la Dijín y la Agencia Nacional de Inteligencia del Gobierno sumen esfuerzos para determinar cuáles son los casos más grandes para poder priorizar las investigaciones. Que este año sea el de los resultados en la lucha contra la corrupción, precisó el presidente Santos.

Este grupo estará bajo la vigilancia de un comando anticorrupción, conformado por la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría, el cual contará con el apoyo de la Presidencia. Prensa.
El escepticismo ciudadano colombiano y de cualquier ser humano que tenga un grado mínimo de conocimiento y de entendimiento, resulta ser este un factor de resistencia para gobierno alguno que muestre todas las intenciones de cambiar el rumbo de una comunidad como la nuestra que históricamente está fraccionada por las desigualdades sociales y la criminalidad que no hace distinción de clase social alguna. 

Pero los muertos del conflicto armado los ponen los más pobres, léase los campesinos, igual que los estómagos que anidan sin contemplación el hambre y la falta de salud y educación.
¡Más! de acuerdo a los resultados mostrados en estos dos frentes para combatir la criminalidad y las miserias sociales, para cualquier gobierno, llámese hoy el del presidente Santos, la comunidad en su gran mayoría democrática, respaldará y acompañará irrestrictamente ¡ya no las intenciones! sino los comprobados resultados obtenidos en beneficio de un país con una mejor cultura, con justicia e inclusión social y con oportunidades tangibles y verificables. 

Son plausibles los esfuerzos institucionales tanto administrativos como judiciales para restarles espacios a los delincuentes que se roban los recursos públicos, quienes a su vez, le restan todas las posibilidades a la inversión social de las regiones y de todo un país.
Ir avanzando en el combate de estos dos frentes delincuenciales; los aspirantes a gobernar las regiones y más adelante el país en general, automáticamente cambian todos los paradigmas y sus prioridades  quienes tendrán que amilanar las ineptitudes administrativas para no desviarse de las rutas ya antes trazadas.

Le corresponderá en gran parte de responsabilidad democrática a la ciudadanía en general, al pueblo como constituyente primario, elegir con conocimiento de causa, a quiénes se les encargará la gobernabilidad y la administración sagrada de los recursos públicos.

Eso de que tenemos que dejarles un mejor país a nuestros hijos, pero siguiendo anclados en nuestras zonas, no de confort, sino zonas de la condenación e impotencia mental ante la criminalidad y la corrupción, que históricamente vienen haciéndonos creer que son infinitamente indestructibles.

Como tampoco podemos forjar una ciudadanía denunciante permanentemente ante los casos de corrupción. También la  prioridad inteligente es intensificar la pedagogía de sanas prácticas púbicas para Buenos Gobiernos.

_Los padres hablan a sus hijos de tu fidelidad. Sólo los que viven pueden alabarte, como hoy lo  hago yo. El Señor está aquí para salvarnos_ Profeta, Isaías, Cap. 38. 
Saludo, Julio.

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