viernes, 11 de julio de 2014

ESTO APENAS NOS EMPIEZA

Confieso que estuve neutro viendo la transmisión televisiva por el recibiendo, justo y merecido, que le dieron muchos conciudadanos a los jugadores colombianos y a su técnico ante la hazaña en la participación histórica en el reciente mundial Brasil, 2014.
Le pude entender a los sentimiento emanados por mi fe, estando congelado emocionalmente, porque conservando esta misma actitud de los jugadores actuales, más un crecimiento técnico táctico en su conjunto ante la aparición de otras nuevas figuras colombianas porvenir, en un futuro no muy lejano, vamos a celebrar toda una comunidad triunfos como Dios manda. ¡Ya se dio el primer paso!
¡También! Nos llenarán de mucho orgullo de patria quienes a partir de esta hazaña vistan las camisetas de más equipos europeos de renombre mundial.
Mas yo seguiré asociando los triunfos personales y colectivos conseguidos por nuestros conciudadanos en cualquier arte, que no sea lo social y la política; porque indudablemente a los más sobresalientes de este  Mundial, 2014, su calidad de vida económica y social mejorará significativamente, como contraprestación a sus esfuerzos de trabajo deportivo y disciplinario, su entorno familiar tendrá un impacto de prosperidad económica merecida, alguno que otro benefactor de algunas asociaciones afines al deporte, algún beneficio estrecho a su comunidad o algo benefactor religioso entre otros nichos sociales.
Pero nuestra sociedad, aun no alcanza a cimentar dentro de sus convicciones ciudadanas y cívicas, un norte político de unidad, en donde se hable en un solo lenguaje como una luz para alcanzar prosperidad y equidad social. ¡Aún no! Creo que por eso, la vida nos insta a hacer trabajos con prioridades. Fomentar la Administración Pública con pulcritud ¡La gran hazaña!
Que notable, por ejemplo, que veamos en los primeros lugares de las encuestas que miden la capacidad de gestión de nuestros gobernantes regionales, por ejemplo, a un alcalde de algún recóndito municipio colombiano cualesquiera. Inimaginable para sus gobernados las aperturas de oportunidades de trabajo  para su gente. De salud y educación para sus niños y de asistencia social estatal a sus adultos mayores. La satisfacción sería compartida y sin fisuras de división política alguna y de respaldo ciudadano para su futuro político electoral que luego aspire.
¡Escribo! Pensando con el deseo y apasionado. Real lógica. Desafortunadamente.
El hecho de que no pongamos todas nuestras esperanzas en los gobernantes, porque la realidad generalizada de poca o nula gestión y de falsedad electoral a la hora de gobernar o legislar, la sabia palabra de Dios, así nos lo hace prever: No es bendito el hombre que confía en otro hombre. Mas no es contradictorio, cuando nos insta a la súplica por su integridad humana.
La Constitución Política colombiana, de otra manera nos lo hace saber para ser verdaderos ciudadanos. Constitución que nos conmina a participar en los actos de la democracia. No ven, o no saben, que voluntariamente sacrificamos nuestro tiempo, nuestro presupuesto familiar para motivar e invitar a nuestros familiares a cumplir con la democracia electoral y, elegir gobernantes y legisladores según nuestro criterio y conveniencia ideológica regional y nacional. Así muchos lo hacemos con libertad y buen juicio en casi todas las contiendas democráticas.
Así como nuestros niños admiran e imitan a nuestros deportistas más destacados. Así necesitamos ver la admiración y la imitación ante la necesidad de ver la gestión pulcra en la Administración Pública. Así por encima de nuestra  ingenuidad. Estará la fe.
_ ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él? Pues lo hiciste casi como un dios, lo rodeaste de honor y dignidad, le diste autoridad sobre tus obras, lo pusiste por encima de todo_ Salmo, 8.
Saludo, Julio.

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